Donación automática de órganos en México, ¿Qué implica este nuevo paradigma, y que riesgos podrían presentarse?
Enviado por Christian Nava • 19 de Agosto de 2018 • Documentos de Investigación • 1.611 Palabras (7 Páginas) • 104 Visitas
Donación automática de órganos en México, ¿Qué implica este nuevo paradigma, y que riesgos podrían presentarse?
Para hablar de donación de órganos, en primer termino se tiene que esclarecer, cual será el motivo de esta donación, y es que esta beneficiará a personas que requieran un trasplante de algún órgano para poder continuar viviendo en un estado de salud, pero para llegar al punto de esta nueva reforma, tenemos que revisar los antecedentes y la práctica que se ha llevado en México respecto a esta materia
En México el primer trasplante de órganos se remonta al año 1963 realizado el 21 de octubre, por los doctores Manuel Quijano, Regino Ronces, Federico Ortiz Quezada y Francisco Gómez Mont, quienes realizaron el primer trasplante de riñón de un donador vivo en el Centro Médico Nacional, del IMSS siglo XXI.[1]
Después de este gran avance para la ciencia, en 1973 las autoridades en México se plantearon regular la práctica de los trasplantes, en el Título Décimo del Código Sanitario de los Estados Unidos Mexicanos.[2]
En 1984 se creó el Registro Nacional de Trasplantes, como organismo responsable para vigilar el apego a la normatividad, y el funcionamiento de bancos de órganos, tejidos y células, además de llevar el registro de los pacientes en espera de trasplante de órganos; en ese mismo año, se estableció en la Ley General de Salud, en el Título Decimocuarto.[3]
El 26 de mayo del 2001 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la reforma a la Ley General de Salud, en su Título XIV, referente a la "Donación, Trasplante y Pérdida de la Vida", creándose así el Centro Nacional de Trasplantes.[4]
México fue un pionero en avances médicos con respecto a Latinoamérica, aunque en la última década se caracterizó por un estancamiento en la cultura y el programa de donación y trasplantes, esto se puede ver reflejado con cifras ya que en México sólo el veinte por ciento de los trasplantes que se realizan es por donación después de la vida, únicamente hay 2.8 donadores por cada millón de habitantes.[5]
Aunque en los últimos 4 años a donación de órganos en México va en aumento y en mejora, esto es en diversos aspectos no se refiere solo al total de donaciones o trasplantes que se practican, si no a la forma en la que la sociedad mexicana lo empieza a ver, ya es una postura más flexible con respecto a hace 10 años, cada día son más las personas que están a favor y que no ven esta práctica como algo fuera de la ley o incluso satanizado desde la perspectiva religiosa.
En la década anterior, por cada 10 mexicanos, 7 estaban en contra de la donación de órganos, pues lo consideraban algo insalubre o fuera de las normas de ética; en los últimos años esto ha cambiado y va en aumento las percepciones positivas sobre esta práctica, 7 de cada 10 mexicanos están a favor de la donación[6].
Las cifras de la cantidad de donaciones y trasplantes nos indican que en el 2012 había una tasa nacional de donaciones de 3.7 por cada millón de habitantes, mientras que en 2017 la tasa aumentó a 4.5 por cada millón de habitantes, por lo que se puede ver que va en aumento teniendo a los estados de Aguascalientes, Ciudad de México, Sonora, Guanajuato y Querétaro con la tasa más alta de donadores[7].
Aunque estas cifras aún dejan al problema de la falta de donadores superados, es necesario fomentar y propiciar una cultura de la donación, ya que no existen suficientes órganos para atender la gran demanda de personas que necesitan un trasplante, actualmente existen más de 21 500 personas en lista de espera; de las cuales, cerca de 13 700 requieren un riñón (alrededor del 64% del total de la demanda de órganos) y más de 7 200 necesitan una córnea[8].
Dejando de lado la donación, la educación y las leyes existe otra parte del problema, que son los recursos y la infraestructura lo que significa que, aunque hubiera un aumento masivo de donadores de poco serviría, porque no existen suficientes cirujanos especializados ni las instalaciones requeridas, además las personas en quienes se practican estas cirugías por lo general necesitan un costoso tratamiento de rehabilitación el problema no solo es la disponibilidad de órganos, también la falta de médicos especializados y hospitales y algo de suma importancia de donde se obtendrá el capital para dichos procedimientos.[9]
Ante esta problemática en la salud el pasado 4 de abril de 2018, el pleno del Senado de la República aprobó una reforma a la Ley General de Salud, donde estipula que todos los mexicanos mayores de 18 años son donadores de órganos al momento de su muerte, a no ser que manifiesten por escrito su voluntad de no serlo.
En el marco de la sesión ordinaria, se aprobó por 75 votos a favor y una abstención, la reforma que establece que las personas mayores de edad, en automático, tendrán que donar sus órganos en caso de que se les declare la muerte y estos puedan ser utilizados. Lo anterior, a menos de que en vida hayan dejado voluntad expresa de no ser donadores; la reforma a los artículos 320, 321, 322, 324, 325, 326 y 329 de la Ley General de Salud, que fue turnada a la Cámara de Diputados para su aprobación, busca motivar y proteger la donación de órganos y tejidos.[10]
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