EDUCACIÓN Y ESCUELA EN LA ANTIGUA ROMA LA FORMACIÓN DEL “CIVIS” ROMANO.
Enviado por Jelibflo • 4 de Mayo de 2015 • Tesis • 1.605 Palabras (7 Páginas) • 341 Visitas
EDUCACIÓN Y ESCUELA EN LA ANTIGUA ROMA
LA FORMACIÓN DEL “CIVIS” ROMANO.
EDUCACIÓN TRADICIONAL Y REFLEXIÓN PEDAGÓGICA. SÉNECA
Sobre la vida de Lucio Anneo Séneca
Lucio Anneo Séneca, se dice que nació en Córdoba de España en el año 4 a.C., miembro de una familia que pertenecía a la provincia Bética del Imperio Romano; su padre fue un retórico de mucho prestigio que tenía gran habilidad dialéctica, lo cual fue muy apreciada por los escolásticos, de este modo, cuidó que la educación de su hijo incluyera una buena formación en las artes retóricas; así mismo, estudió geografía, ciencias naturales, finanzas, administración; sin embargo a Séneca le llamó la atención la filosofía, por lo que recibió enseñanzas de maestros que le dieron inicio en diferentes modalidades de la doctrina estoica que en ese entonces era popular en Roma.
Séneca considerado el representante más importante de la “stoa” o “filosofía estoica” siendo sus preocupaciones éticas, hasta el punto de que se ha querido establecer un contacto entre él y el cristianismo naciente. Fue un filósofo práctico más que teórico o sistemático, preocupado por una filosofía que signifique una enseñanza y un consuelo para la vida.
Séneca separa el estudio de la naturaleza: la filosofía natural, del estudio de los hombres, la ética: teñida de religiosidad; la ética que ha de servir para buscar el consuelo a los males de la resignación ante el dolor y la muerte.
Así pues, la lógica y la física proporcionan un fundamento a la ética pero no ocupan su lugar, sino que dependen de ella como lo estaban ya en el antiguo estoicismo; a este último, Séneca busca el deber de obrar y pensar rectamente, más que a demostrar la verdad de un conjunto de normas éticas.
Para poder realizar lo anterior Séneca se vale de los beneficios de la virtud y las desventajas del vicio; la comprensión de que todos los bienes y males de este mundo son transitorios, radica la autosuficiencia del verdadero sabio, quien, para conseguirla, debe liberarse de sus emociones, juicios equivocados acerca del valor de las cosas.
El estilo de este orador se asentó cuando llegó al poder en el año 39 el emperador Cayo César Germánico Calígula, pero sus auges de grandeza no permitían que la fama de Séneca lo sobrepasara y en el año 41 se le exilia a Córcega acusado de adulterio con Julia Livilla, hermana de Cayo, y allí estuvo hasta el año 49, cuando por influencia de “Agripina” se le llama a Roma y se le nombra pretor. Así mismo se le nombra, en el año 51, tutor del joven Nerón, y cuando éste sube al poder, lo nombra consejero político y ministro; durante los ocho años siguientes Séneca y Burrus gobernaron bien el imperio. Su política se basada en compromiso y diplomacia, muy modesta pero eficiente.
Burrus muere en el año 62, y Séneca se encuentra sin apoyo; pide a Nerón retirarse de la corte y le otorga su inmensa fortuna. Así el retiro se le concede pero la fortuna no se acepta hasta después. Durante este periodo Séneca no aparece en público, está muy poco tiempo en Roma y se dedica a conversar con sus amigos.
En el año 65 a.C. se le acusa de estar implicado en la conjura de Pisón contra Nerón, en caso de que Pisón hubiera ganado, Séneca habría vuelto, pero como la conjura se descubrió, es condenado y se suicida cortándose las venas e ingiriendo cicuta para acelerar su muerte.
Sobre la educación para Séneca
En aquellos años, los retóricos ocupaban su tiempo en discutir, buscando argumentos y defendiéndolos, pero no buscaban la verdad, se quedaban en la discusión.
Para ello Séneca sostenía que había que educar para la vida: "Aprendemos para la vida y no para la escuela", con esto proponía que la enseñanza y la educación tuvieran un fin práctico, es decir, formar profesionales que aprendieran a trabajar de forma competente en un oficio y formar ciudadanos que aprendieran a convivir participando con provecho en la vida social; “civis romanus”.
Este filósofo también propone un cambio de método, no solo llenar la cabeza de muchos conocimientos sino formarla con equilibrio, orden y prudencia, conforme a la virtud. Para él, vivir conforme a la virtud tiene tres características: vivir la coherencia, que consiste en la unidad entre el pensamiento y la conducta; vivir con autenticidad o fidelidad consigo mismo y vivir para la solidaridad en la vida social.
Para ello propone seis medios para conseguir su ideal:
1.- El buen ejemplo de los educadores, tanto de los padres como de los profesores: "Largo es el camino de los preceptos, pero breve y eficaz el de los ejemplos".
2.- Reducir las necesidades del cuerpo, viviendo la sobriedad y la austeridad de costumbres.
3.- Poner orden en la vida: "Es grave para el cuerpo, y frecuentemente para el alma, hacer del día noche y contra toda razón natural, convertir la noche en día".
4.-
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