EL EFECTO PIGMALIÓN.

EL EFECTO PIGMALIÓN

El efecto Pigmalión deriva su nombre de una mitología griega que cuenta la historia de un escultor llamado Pigmalión que se enamoró de una de sus creaciones: Galatea. Tan fuerte era el deseo que él sentía hacia ella, que la escultura cobró vida y se convirtió en una mujer real después de un sueño de Pigmalión, gracias a la ayuda de Venus Afrodita (la diosa del amor).

Se le llama “Efecto Pigmalión”, porque el protagonista superó las expectativas que él tenía de sí mismo al enamorarse perdidamente de la escultura que había creado, a tal punto que se convirtió en una realidad.

De allí entonces se establece que este efecto se da cuando la persona tiene una convicción fuerte de lo quiere que suceda y por medio de ese deseo incansable crea ambientes ideales que la llevan a la consecución de lo que quiere.

Técnicamente, se puede decir que el efecto del conocido “tú puedes” es independiente de quien lo formula. Los que acogen esa sentencia con convicción, pueden multiplicar una serie de procesos neurológicos que disparan instrucciones enzimáticas constantes, afectando sus modos de sentir, ver, pensar y actuar en dirección a su meta. En el sentido contrario, lo que las abuelas llamaban “malos pensamientos” provocaban daño efectivamente. (Ficha técnica- Estudio de Ingeniería Social)

Aplicado al ámbito estudiantil, el efecto Pigmalión puede tener dos situaciones, una en la que el estudiante idealice un entorno positivo que le de la seguridad para actuar con fluidez en pro de obtener lo que quiere; y la otra, donde en su inseguridad crea espacios negativos que le conducen a pensar de manera lenta obteniendo resultados desacertados.

En definitiva, todo está en la mente. El éxito y el fracaso, la felicidad y el desencanto dependen de la capacidad que tiene cada quien de creerse lo suficientemente competente para realizar algo.  Si crees que puedes, mantente firme y busca las maneras de hacer que pase. En tanto, si crees que no puedes vivirás en la mediocridad y en la incertidumbre de no saber si podías hacerlo.

...