EL EMBARAZO EN LA ADOLECENCIA
Enviado por choscr7 • 16 de Octubre de 2014 • 1.955 Palabras (8 Páginas) • 227 Visitas
El embarazo en la adolescencia
Como nos dice Norma Noguera O. En la actualidad, el embarazo en las adolescentes es un problema de salud pública y trae consigo un número elevado de complicaciones para la salud de la madre y de su hijo. Creo que es un problema grande y a la vez peligroso en la sociedad, ya que cada vez estamos viendo o viviendo más este tipo de problemática y a la vez con mayor frecuencia.
El embarazo en las adolescentes trae consigo múltiples complicaciones. La madre adolescente puede presentar con mayores trastornos hipertensivos de la gestación, poca ganancia de peso, anemia, parto pretèrmino, lesiones durante el parto secundario a la desproporción cèfalopèlvica, deserción escolar, alteraciones en los procesos familiares y alteraciones en el desempeño del rol materno. En cuanto al niño, el embarazo en adolescentes predispone a un aumento de la morbimortalidad, la cual está relacionada con bajo de peso, prematuridad, aumento de la morbimortalidad perinatal y en los primeros años de vida, y mayor cantidad de abuso físico, entre otros.
Las niñas, adolescentes y jóvenes que son marginadas, que no asisten a la escuela, o que viven en hogares en situación de pobreza, tienen acceso limitado a la educación integral sobre sexualidad y a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los de atención del VIH, y corren el riesgo de un embarazo temprano y no deseado.
El embarazo en la adolescencia aumenta las posibilidades de desnutrición y mortalidad materna e infantil y está relacionado con la deserción escolar de las adolescentes y jóvenes, nos lo menciona el consejo estatal de población del estado de México en su artículo “El embarazo en la adolescencia”.
El Prof. Dr. Juan R. Issler dice en su artículo “Embarazo en la adolescencia”,el embarazo en las adolescentes se ha convertido en seria preocupación para varios sectores sociales desde hacen ya unos 30 años. Para la salud, por la mayor incidencia de resultados desfavorables o por las implicancias del aborto. En lo psicosocial, por las consecuencias adversas que el hecho tiene sobre la adolescente y sus familiares.
Cuando la adolescente se embaraza inicia un complejo proceso de toma de decisiones y, hasta decidirse por uno, aparece siempre el aborto a veces como un supuesto más teórico que real.
Teniendo en cuenta las múltiples complicaciones que conlleva el embarazo en adolescente, es necesario que los profesionales de enfermería tengan conocimiento de esta problemática, con la finalidad de brindar cuidado de enfermería que responda a las características particulares de esta población vulnerable, hace mención Norma Noguera O.
Norma Noguera O. En su artículo “Embarazos en adolescentes: una mirada desde el cuidado de enfermería”, menciona que para prevenir el embarazo en adolescentes, las intervenciones por parte del profesional deben estar orientadas a:
- Permitir a las adolescentes ser partícipes de la elaboración de las políticas de salud sexual y reproductiva, con la finalidad de lograr articular la política y la realidad sentida por la adolescente, lo cual permite empoderamiento alrededor de su sexualidad para la toma de decisiones responsables, autónomas y saludables.
- Adelantar acciones para que las mujeres adolescentes conozcan y se apropien de sus deberes y derechos en salud sexual y reproductiva.
- Brindar educación sexual y reproductiva a las adolescentes, enmarcada dentro de una formación que tenga bases en los afectivos y morales, lo cual permite dar sentido y responsabilidad en el ejercicio de la sexualidad.
- Identificar redes de apoyo para estas madres con el fin de contribuir en el desempeño del nuevo rol al que se van a ver enfrentadas, además de incorporar a los padres, familia o cuidadores como agentes primarios de formación, reforzando la información que ellos manejan.
- Brindar asesoría en salud sexual y reproductiva, tanto en las instituciones de salud como de educación; dicha educación debe estar soportada y reforzada por la familia, los medios de comunicación, el personal de salud, grupos culturales, religiosos y centros de atención integral a adolescentes; debe estar dirigida a contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los adolescentes, a promover su salud integral, buscando desarrollar un pensamiento crítico que permita adquirir actitudes positivas frente a la sexualidad y a la toma de decisiones sobre el cuidado de su cuerpo.
- Mejorar el acceso y la calidad de los servicios de salud sexual y reproductiva, de tal forma que estos no se conviertan en una limitante al momento de ejercer los derechos en salud sexual y reproductiva.
- A través de la consejería en anticoncepción, sensibilizar, informar y motivar a los adolescentes sobre la importancia de los métodos de anticoncepción y el ejercicio de la sexualidad de manera libre, segura y responsable, con el fin de evitar embarazos no deseado y un segundo embarazo en las adolescentes que ya son madres.
- Contar con profesionales especializados en el tema, lo cual permite calificar el cuidado que se brinde a la población adolescente y por ende impactar positivamente en la prevención del embarazo en este grupo poblacional.
- Capacitar permanentemente a todo el personal de salud que brinda orientación a la población adolescente, a fin de ayudar a incrementar los conocimientos en salud sexual y reproductiva, generar actitudes para una sexualidad sana, postergar el inicio de la actividad sexual, promover prácticas sexuales protegidas y contribuir a una cultura que favorezca la sexualidad libre y sin riesgos.
- Divulgar información confiable sobre las características, ventajas y efectos secundarios de los distintos métodos de anticoncepción, a si verificar el entendimiento de la misma, partiendo de lo establecido en los derechos sexuales y reproductivos.
- Ofrecer servicios amigables a la población adolescente, servicios donde predomine la confianza, donde los jóvenes se sientan escuchados y sientan que su intimidad está siendo protegida.
En México, de acuerdo con los datos de Censo de 2010, siete de cada 10 mujeres de 15 años o más tuvieron al menos un hijo nacido vivo. Del total de mujeres de 15 a 19 años, solo el 12.4% han tenido descendencia, a diferencia del 57.2% de las jóvenes de 20 a 29 años de edad, estos de acuerdo
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