EL ENCUENTRO CON UN CUERPO NUEVO
Enviado por A303 • 30 de Mayo de 2016 • Ensayo • 935 Palabras (4 Páginas) • 489 Visitas
El encuentro con un cuerpo nuevo -Joseph D. Noshpítz
El mayor interés que adquieren los jóvenes por su propio cuerpo, uno de los cambios más notorios en el comportamiento entre la infancia y la adolescencia. Los niños suelen estudiar su masa muscular, y las niñas, su físico. Pasan horas enteras frente al espejo y no pueden evitar pasar frente a éste sin mirar de reojo.
Los niños de baja estatura siempre esperan crecer algunos centímetros. Cuando llegan a la adolescencia sin lograr su altura esperada, experimentan una gran tensión durante el desarrollo y desesperación. El hecho de que la vida sea injusta puede reverberar en sus pensamientos por muchos días y a veces crea una tendencia hacia la compensación excesiva
Pueden volverse violentos, ruidosos e instigadores, o comenzar a fanfarronear o a hacer payasadas. Quizá desarrollen una actitud especial, por ejemplo, hacer buenas tareas en el colegio o tocar bien algún instrumento o unirse a jóvenes más grandes y fuertes.
Las niñas son menos vulnerables que los niños en ese sentido pero, con frecuencia, las de muy baja estatura se sienten marcadas por ese factor.
Pero por otra parte, los jóvenes demasiado altos tienen un problema diferente. La niña se quejará de su altura y se sentirá desgarbada e indeseable.
La impresión de deformidad personal y la falta de congruencia con una imagen idealizada de femineidad pueden mantenerse en la mente de muchas niñas impresionables que llegan a la pubertad. Algunas niñas tratan de adaptarse encorvándose para disimular su elevada estatura. Otras, por supuesto, se ajustan de una manera realista y se interesan por los muchachos altos con los que se sienten más cómodas y quienes no se avergonzarán de ellas.
El niño alto tiene un problema diferente. Durante su infancia, es siempre el más expuesto a riesgos.
Una y otra vez se le dice que no debe ser agresivo, que es más grande y que, por ende, no debe atacar a otros ni preguntarles en caso de que lo ataquen. Todo el desarrollo del elemento agresivo de la personalidad puede perturbarse con esa clase de crianza. Es posible que ese niño tenga inhibiciones, ansiedad, temor a la pérdida del control y resentimiento crónico de que siempre se le censure y se le diga que ha cometido errores. A menudo se cree que los niños de mayor estatura son mayores que sus compañeros y, en forma prematura, la sociedad centra en ellos muchas expectativas.
Para las niñas, la primera manifestación de la pubertad y la expresión primaria de su femineidad es el crecimiento de los senos. Igual que la altura, el desarrollo de los senos puede estar fuera del promedio y el resultado final puede ser un crecimiento insuficiente o exagerado.
Tanto el precario crecimiento de los senos como el abundante son factores de riesgo para la autoestima y concepción del cuerpo de la púbera.
La carencia de ellos hace que se sienta poco femenina y menos atractiva.
La abundancia puede crear conflictos de rechazo hacia su propio cuerpo debido al hostigamiento del sexo opuesto y envidias del mismo género.
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