EL PRUERPERIO: Etapa De Cambios

EL PRUERPERIO: etapa de cambios

Es de común conocimiento la importancia de la relación madre e hijo durante el puerperio pero: ¿Cuál es la razón de la importancia? ¿Qué sucede en la psiquis del recién nacido –y de sus progenitores- durante estos primeros cuarenta días de vida del nuevo ser? ¿Quiénes son los “protagonistas” de esta etapa? El artículo en cuestión presenta una visión diferente sobre esta etapa, relacionando los sucesos biológicos y los psíquicos, con una leve tendencia psicoanalítica.

Si bien durante el embarazo la madre experimenta grandes cambios psíquicos –tanto con sí misma como con la pareja-, es recién a partir del parto que ocurre una mayor cantidad de cambios: la madre dirige toda su atención al recién nacido, formándose el vínculo inicial y la posterior identificación entre ambos. Este vínculo llamado “Simbiosis” es de gran importancia en la futura formación de la personalidad del recién nacido, ya que lo ayuda a sobrellevar el cambio brusco que representa para él salir de la paz del vientre materno para enfrentar al mundo real y sus implicancias y los factores que representan “peligros” como el hambre, frío, sed, etcétera.

La ansiedad provocada por este “trauma de nacimiento” es paliada por el amor que recibe el niño de la madre, mediante la amamantación y la atención constante que recibe. Así como ocurre con la simbiosis al nacer, el periodo de amamantamiento determina en gran correcta formación de la personalidad del niño pero, además, como es bien sabido, es de vital importancia para su salud física.

Otro aspecto importante de esta etapa mencionado por el autor son los cambios que ocurren en la relación de la madre y su pareja quien, durante estos cuarenta días, es “desplazado” por el recién nacido, cesando temporalmente sus relaciones sexuales con la madre; esta situación continúa hasta los cuarenta días próximos al parto, cuando junto con una disminución de la secreción láctea, se reinician las relaciones de la madre con la pareja. Con este gran cambio, tanto la madre como el niño pasan por una etapa “depresiva” causada por la distancia que se forma entre los dos al reiniciarse la relación sexual entre los padre; esta etapa es superada gracias a la inclusión del padre a la vida del niño, convirtiéndose la relación en una triada, esencial para la formación familiar.

Se puede observar la interacción de 3 tipos de relación que intervienen en esta etapa: la relación madre-hijo, la relación madre-padre y la tríadica madre-padre-hijo, las cuales, conforme pasan los días van tomando importancia tanto para el desarrollo psíquico y biológico del recién nacido, para la conformación correcta de la familia y la no menos importante relación sexual de los progenitores.

**Ensayo realizado en base a: Artículo del Dr. Arnaldo Rascovsky, “Madre e hijo en los primeros

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