EL SENTIDO DE LA VIDA

EL SENTIDO DE LA VIDA

Seguramente muchos de nosotros en algún momento de nuestra existencia nos hemos preguntado nosotros mismos acerca del propósito y sentido de la vida. Encontrarle sentido a la vida no es algo fácil, de hecho es una tarea que le corresponde a cada quien, una lucha interna que puede durar mucho tiempo e incluso habrá el que nunca lo logre, o al que nunca le interese hallarlo por razones externas a ese ser. Lo más lógico sería intentar hallar un sentido en nuestras vidas precisamente a temprana edad, iniciar primeramente un proceso que involucra a la razón, y así analizamos nuestra situación hacia una perspectiva futurista, lo que queremos que sea nuestras vidas, es precisamente una reflexión. Al enfrentarnos ante algo que no entendemos, solemos buscar una explicación lógica y en algunos casos buscamos respuesta en lo imposible. Nos complicamos buscando respuestas tan complejas como esta cuestión pero en realidad esta respuesta la podemos encontrar en cosa sencillas y simples que vemos a diario.

La vida nos presenta numerosos interrogantes, de los que normalmente sólo obtiene respuestas parciales e incompletas, pero con una reflexión real y profunda se puede lograr que la multitud de preocupaciones, afanes y aspiraciones de la vida diaria no nos desvíen su atención de lo realmente valioso. A esta altura de la vida, cuando el ser humano se ha detenido a reflexionar en esta cuestión, evaluara sus acciones, su comportamiento, cuánto ha crecido en lo personal y en lo espiritual, que ha logrado hasta el momento, cómo se ha desempeñado, como ha manejado adecuadamente sus roles que ha tenido que desempeñar.

En todos los tiempos han existido hombres cuyo sentido de la vida se ha centrado en el odio, la ambición, el egoísmo, etc. Otros por el contrario dedican su vida a contemplar lo bello, lo natural, lo que nos rodea, a crear cosas maravillosas y dar aquello que poseen aquello que los hace ricos hasta el punto de dar sentido a los demás. Sin embargo, la esfera más importante del dar no es la de las cosas materiales, sino el dominio de lo específicamente humano. ¿Qué le da una persona a otra? Da de sí misma, de lo más precioso que tiene, de su propia vida. Ello no significa que sacrifica su vida por la otra, sino que da lo que está vivo en él: su alegría, su interés, su comprensión, su conocimiento, su humor etc.

La creación de un plan de vida es esencial. Cada uno de nosotros necesita encontrarle sentido a su vida, saber por qué estamos aquí. Una vez establecido este plan, nuestras actividades y proyectos emergen y son coherentes con él. De esta manera nuestras acciones adquieren sentido y tomamos consciencia de nuestra capacidad de crear nuestra realidad a voluntad.

Al reconocer todo esto tomamos consciencia de que el sentido de la vida tiene que ver con asumir la responsabilidad de

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