ENAMORAMIENTO Y PAREJA
Enviado por uoeprepatala • 6 de Febrero de 2014 • 1.280 Palabras (6 Páginas) • 325 Visitas
Una maestra nortemaericana, Dorothy Tennov, hizo la observación de que algunos de sus alumnos adolescentes, que anteriormente eran brillantes y obtenían buenas calificaciones, se mostraban de pronto distraídos, estudiaban poco y parecían estar ausentes.
Intrigada por este hecho, indagó con sus educandos a qué obedecían estos cambios y pudo concluir que lo que pasaba, simple y llanamente, era que estaban enamorados.
Lo anterior estimuló a Tennov a ampliar y sistematizar su investigación, incluyendo sectores de población de ambos géneros y de diferentes edades.Los resultados de dicho estudio de 1979 fueron publicados bajo el título de LOVE AND LIMERANCE (1981).
En español se ha adoptado libremente el nombre técnico de limeranza para designar al proceso de enamoramiento.
¿En qué consiste el enamoramiento?
Para empezar, estriba en aquello que los poetas han descrito, a partir de inspiración y sentimientos, mucho antes y mejor que los científicos. El trabajo científico encaminado a desentrañar y conocer más los procesos de enamoramiento no es ocioso, por el contrario, permite conocer, en el ser humano su porción "más humana" en el sentido de la expresión y canalización de sus sinceros y más profundos afectos.
Más allá de lugares comunes y tecnicismos, el enamoramiento existe, surge irrefrenable y virtualmente sin control, afecta en todos los aspectos a la persona que lo vive, le prodiga alegrías, tristezas y tensiones para, finalmente trastocarlo breve o prolongadamente y convertirlo en un ser nuevo, básicamente distinto de quienes no están enamorados.
La autora citada encontró que una persona que está limerada tiene pérdida relativa de contacto con la realidad, su pensamiento se centra en la persona ("intrusión") y hay un deseo constante por estar cerca de ella. Todas las circunstancias giran en torno al ser amado, el resto de la vida pasa a un segundo plano o de hecho no importa. Solo se desea dar lo mejor de sí, la separación no es tolerada, quedando cancelada la atracción por otras personas que no sean específicamente de la que se ha quedado prendada. El sujeto de la limeranza se convierte así en el todo de la motivación de la existencia.
En "la selección" de la persona objeto de la limeranza participan elementos conscientes (no damos cuenta) e inconscientes (no nos percatamos de ellos).
Cada individuo proyecta sus propias necesidades y percepciones simbólicas a la persona amada, tanto que ésta es idealizada a niveles que rebasan sus características y cualidades reales.
Es importante diferenciar el enamoramiento "agudo" del amor propiamente dicho, aunque puedan ser coincidentes.
Al ser el enamoramiento un estado especial, muchas veces surgen conflictos cuando se pasa del romántico deslumbramiento inicial, a un estado más objetivo y realista que da la relación estrecha y de mayor convivencia. En este sentido, no es exagerado definir a la limeranza como una alucinación o estado alterado de conciencia.
El amor, en contraste, podría ser visto como una emoción más compleja y constante en el que la dicha del otro ser es esencial para la propia felicidad.
En el enamoramiento, la principal preocupación en el sujeto enamorado es obtener reciprocidad en sus sentimientos. Cuando esto se logra, se produce una intensa sensación de euforia y plenitud. Se han observado síntomas físicos y manifestaciones orgánicas en toda limeranza, tales como aceleración del latido cardíaco, sonrojo, sudoración, cambios de temperatura, temblores, transtornos digestivos, etc. Por supuesto, hay una amplia gama de reacciones psicológicas como distracción, deseo de destacar para atraer al sujeto amado y oscilaciones en el estado de ánimo, como depresión cuando se ve lejos nuestro objetivo amoroso y alegría cuando constatamos que a la otra persona no le somos indiferentes.
Si estamos enamorados permaneceremos muy pendientes de destacar "alguna señal" de correspondencia. A menudo, esta vigilancia permanente nos produce insomnio, intranquilidad y gran tensión emocional.
Si la limeranza es recíproca, los enamorados viven para darse
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