ENSAYO DE LA SANTA INQUISICION DESDE LA PSICOLOGIA SOCIAL

ENSAYO

“LA SANTA INQUISICION EN MEXICO”

Durante el viaje a la ciudad de Guanajuato en donde visitamos el Museo “Casa del Purgatorio”, nombre que se le dio derivado del simbolismo que se practica en la iglesia católica donde “El Purgatorio” es la antesala del cielo o el infierno según se haya cumplido con los mandamiento de la ley de Dios, el día del juicio, así castigaban todo ser humano que no respetara la iglesia, y en esta casa se practicaba la santa inquisición. Nos refirieron que la santa inquisición fue un tribunal eclesiástico establecido para castigar los delitos contra el catolicismo. La fecha de su origen en México puede variar, se cree que tuvo sus inicios en 1569 con el Rey Felipe ll cuando ordena aplicar en las nuevas tierras conquistadas, con esto nos referimos a que llego prácticamente junto con la llegada de los españoles a nuestro país, pero se tienen indicios de estas “Ordenanzas” por Hernán Cortes en 1520 y de estas actividades inquisitoriales realizadas por frailes con facultad otorgada por el Supremo Consejo de la Inquisición.

En México, se le denomino Tribunal del Santo Oficio, encabezado por el Inquisidor o Inquisidores podían ser varias personas, el monje que fue nuestra guía en este recorrido nos indicó que por lo regular eran 3 personas y se vestían de blanco lo cual simbolizaba su “pureza”, tenían un escritorio de madera con un libro en el cual quedaba registrado el castigo a realizar para los condenados.

Cuando comenzó la santa inquisición se perseguían y castigaban los pecados y crímenes comunes como: Herejía, Blasfemia, Alquimia, Sodomía, Brujería y quienes se atrevían a leer o interpretar la biblia, recordemos que en esa época solo los miembros de la iglesia católica podían saber y leer la misma, era privilegio de unos cuantos, la palabra de dios era manipulada a imagen y semejanza de quienes gobernaba este régimen, quienes lo hacían por poder y ambición.

La denuncia ante la inquisición consistía en avisar o informar a cualquiera de los miembros el delito y a quien se acusaba, se daba incluso de forma anónima, sin embargo lo curioso de este procedimiento fue que el acusado a su vez podía defenderse culpando a su delator, es decir, se daban casos incluso donde el delator era la propia pareja; si la mujer se quejaba con el consejo porque su marido le fue infiel, él se defendía diciendo que ella era una bruja y que le había dado hierbas para enamorarlo y permanecer con ella, el famoso toloache, y la que moría ahorcada o en la hoguera terminaba siendo la acusadora inicial, esto si tenían suerte y los ministros se portaban benévolos con ellos pues se sabe de otros casos donde el acusado nunca era informado de la causa de su arresto y sentencia, mucho menos había careos o la posibilidad de recurrir a testigos en su defensa porque también eran juzgados por complicidad, así que morían sin más ni más. Entre los medios de averiguación que

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