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ETAPAS DEL MATRIMONIO


Enviado por   •  21 de Octubre de 2014  •  2.214 Palabras (9 Páginas)  •  344 Visitas

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INTRODUCCION

En las etapas de la vida matrimonial la relación con la pareja evoluciona a medida que nuevas circunstancias van apareciendo, estos cambios son causados no solo por las circunstancias externas a la pareja, tales como la presencia de los hijos, sino también por realidades internas a la relación misma. A medida que una pareja se conoce más y empieza a descubrir los retos que la personalidad o necesidades del otro le implican, la dinámica de la relación también cambia.

Lo interesante es que todo este proceso es de alguna manera previsible y por tanto es algo a la cual las parejas pueden prepararse. Así, una pareja sabe reconocer en qué etapa de la relación matrimonial está o a cual está por llegar, le será más fácil saber qué puede esperar de ese momento y sacarle provecho a las posibilidades que las circunstancias le ofrecen en vez de frustrarse con expectativas irrealizables.

Es importante saber que no siempre se sentirá el mismo amor de la misma manera. Existen distintas etapas en el matrimonio, que cada una de ellas es una oportunidad para dar y sentir de manera diferente, pero no menos intensa o interesante.

CICLOS VITALES DEL MATRIMONIO

El matrimonio tiene diferentes etapas por las que va pasando, de acuerdo a la edad, adaptación, crecimiento de los hijos:

PRIMERA ETAPA

“De transición y adaptación temprana”

Esta etapa es la primera en la relación de pareja y dura aproximadamente los tres (3) primeros años de casados. Es una etapa muy importante y fundamental ya que en ella la pareja se adapta al nuevo sistema de vida, en el cual habrá grandes diferencias en la manera de enfrentarse a la cotidianidad y hábitos muy particulares en cada uno de los cónyuges. Es una etapa de aprendizaje en un rol que hasta entonces era desconocido. Hay parejas que se callan y se guardan para sí las inconformidades y desde muy temprano en la relación no logran acuerdos realistas y maduros para manejar los conflictos. Otros discuten fuertemente pero son incapaces de ceder y nunca llegan a soluciones adecuadas.

Por lo tanto es una etapa en la que es de suma importancia saber dialogar y negociar adecuadamente los desacuerdos. Una tarea muy importante es la de crear y definir límites con las familias de origen, pues pueden surgir ciertos problemas por la cercanía o distancia que se debe tener hacia los padres y su influencia ante las decisiones de la joven pareja.

Los aspectos más importantes para resolver en este período de ajuste son:

1. Desprenderse de sus familias de origen y no buscar constantemente el apoyo y consejo de estos, con el fin de lograr la autonomía que toda pareja necesita para llegar preparada a las siguientes etapas.

2. Es una etapa de establecer las reglas de intimidad, sobre los gustos y preferencias, y aquellos momentos o situaciones que a cada uno le es desagradable.

3. La pareja se prueba en el manejo y administración de dinero, tipo y cantidad de diversiones, así como en la distribución de tareas del hogar. En las amistades también se debe decidir y llegar a acuerdos en los que ambos se sientan tomados en cuenta y respetados en sus opiniones.

SEGUNDA ETAPA:

“De reafirmación como pareja y la experiencia de la paternidad”

Ocurre entre los 3 y los 8 años de casados aproximadamente. En esta etapa se pueden seguir dos caminos. Ya ha terminado la luna de miel y la adaptación. En algunos casos puede venir una desilusión y dudas de haber elegido bien a nuestra pareja. Es muy importante resolver estas dudas y superar los aspectos que nos han desilusionado para llegar a reafirmarnos y lograr una estabilidad. Pero en ocasiones la inmadurez, la terquedad y la idealización de lo que esperamos de la relación, puede llevar a la infelicidad, y a sentirnos insatisfechos. Siendo desgraciadamente en este tipo de crisis donde se da el número más elevado de divorcios.

En esta etapa la mayoría de las parejas se enfrentan a la tarea de ser padres, hecho que colorea este período de grandes satisfacciones, pero también es una etapa de presiones constantes; todo cambia en el hogar cuando llegan los hijos, debe diseñarse una nueva organización, los bebés demandan mucha atención y tiempo, algunos autores han llamado a este momento “el bache del bebé” y el peor error es centrarse demasiado en ellos y descuidar la relación de pareja.

En cuanto a la intimidad, si en la etapa anterior se elaboraron reglas claras y se fomentó la comunicación, se llega a un momento de gran intimidad y satisfacciones. Lo que hay que cuidar es que ante las presiones de los hijos, el trabajo y las demandas de la vida diaria, no inicie un gradual distanciamiento.

En el área del poder, se establecen patrones de poder y cómo y quién lo ejerce. Pueden darse tres tipos de relación de poder:

a) La relación simétrica: Es una relación en que ambos cónyuges esperan dar y recibir órdenes. Los cónyuges tienen esencialmente iguales derechos y obligaciones. Este tipo de relación nos puede parecer ideal, pero en la vida real ocasiona problemas de competencia y luchas encubiertas en las que ambos deseen ganar poder.

b) La relación complementaria: Es una relación en la que un miembro predomina y manda y el otro se somete y obedece. Este tipo de relación aumenta al máximo las diferencias, y aunque tiene la ventaja de desarrollar menos competencia, con frecuencia el miembro que se somete acumula enojo y resentimientos, sintiéndose que no es tomado en cuenta y que es poco valorado.

c) La relación paralela: Aquí los esposos alternan entre relaciones simétricas y complementarias de acuerdo a contextos diferentes y situaciones cambiantes. Pueden darse mutuo apoyo y pueden competir sanamente. Este tipo de relación es la más deseable, pues cada uno tiene el poder en ciertas áreas como la administración de la casa y el dinero, las actividades diarias o los eventos cotidianos, cualquiera de los dos puede tomar el poder y decidir.

Entonces podemos concluir que esta segunda etapa nos presenta tareas fundamentales que debemos enfrentar, como son: establecer una nueva identidad como padres y estabilizar nuestra relación.

TERCERA ETAPA:

“Diferenciación y Realización”

En esta tercera etapa se analiza lo que ocurre en las parejas que se encuentran entre el octavo y el veinteavo año de matrimonio.

Se puede decir que cuando las parejas han sido capaces de resolver conflictos y crisis en las etapas anteriores, este es un período de estabilización y una oportunidad para lograr un mayor desarrollo y realización personal y como pareja. Pero también esto puede ser fuente

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