Educa A Tus Hijos Con Un Poco De Hambre Y Un Poco De Frio
Enviado por Rosastephanie • 28 de Agosto de 2012 • 1.028 Palabras (5 Páginas) • 487 Visitas
Normalmente, se admite que la educación y la didáctica devienen en el seno de un clima de contradicción y crisis generalizada de valores, de repercusiones negativas. Cualquier medio de comunicación que reflexiona sobre el particular acaba por admitirlo y por calificar la coyuntura de un modo parecido, sin aportar soluciones operativas.
Es evidente que ese clima de contradicción dual se verifica, porque ocurre que de ordinario coexisten pretensiones contrapuestas: nacionalismos e internacionalismos, conservación y apertura, segregación e integración, etc., sin alternativa de salida, de iniciación a un tiempo nuevo. L.M. Romero Fernández (1992) explica que la razón moderna está en crisis. Y esto no es malo, si su desembocadura pudiera ser una apertura trascendente. Al hilo de este autor y amigo, canciller de la Universidad Técnica Particular de Loja (Ecuador), sostengo que su causa y solución radican en una falta de organización y comprensión, desde y para el parámetro "evolución humana".
Sin embargo, no creo que, en sentido estricto, ante nosotros se extienda una crisis semejante. No hay crisis de valores. Ojalá existiera. Es justo lo contrario: una doble anticrisis que, en el mejor de los casos, podría ser un proyecto de crisis. Me explico. No hay cambio interior, porque:
a) No hay valores internos generalizados, porque domina el triángulo de oro, compuesto por tres fuentes poderosísimas de motivación, capaces de entretener o de disuadir de otras empresas más profundas a la mayoría: la economía, la sexualidad y la ambición. A estos vértices es preciso añadir sus lados, resultantes de sus interrelaciones, así como su área mutuamente definida.
b) Predomina el estancamiento en aquello que antaño se adaptaba como referente del valor, y tales pantanales son hoy en día lagunas caducas que no obstante se erigen como las alternativas al encharcamiento anterior.
Dicho de otro modo, cabe observar que el problema principal de los llamados valores es que muchos han prescrito natural y funcionalmente, otros son señuelos en los que las personas pican. En ambos casos, se mantienen desde el ego de los más interesados.
Este apoltronamiento o fijación inmovilizadora vuelve a desdoblar a la sociedad entre aquietados e inquietos. Dice F. Mayor Zaragoza (1998): "La crisis moral causada por la desaparición de los modelos tradicionales de referencia, afecta hasta las sociedades más aisladas; da a algunos la impresión de que el mundo carece de sentido y empuja a otros al éxito y a la realización individual" (p. 2).
Desde una concepción dialéctica, la tendencia a la homeostasis resulta así mismo un proceso necesario. O sea, la verdadera crisis nace de la conciencia, que a su vez emerge de los viejos valores o de los apoltronamiento anticríticos: "la sociedad vieja pesa, los conceptos de la sociedad vieja pesan, constantemente en la conciencia de los hombres. Y allí es donde el factor de profundización de la conciencia [...] adquiere tanta importancia" (Discurso del "Che" en la Asamblea General de los Trabajadores de la Textilera Ariguanabo, del 24 de marzo de 1963).
Busquemos otra entrada, esta vez más claramente didáctica. ¿Existe alguna pauta didáctica común y equilibrada a seguir? El mismo F. Mayor Zaragoza (1998) reformula lo que tantos y tantos grandes pedagogos,
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