El Corazon Del Hombre

Capítulo I El hombre ¿lobo o cordero?

Existen muchas personas que piensan que el hombre es cordero, otros piensan que el hombre es lobo. Con la respuesta de ambos se puede deducir en realidad quien se es.

Se dice que el hombre es cordero porque se deja manipular fácilmente, aunque esto los perjudique, siguen a sus gobernantes, participan en actos que en ocasiones solo dejan destrucción y desgracias.

Se puede comparar al hombre como a un niño que puede ser controlado depende que tan fuerte o que tan suave se les hable como para persuadirlos. Quien tiene la fuerza para resistir, es quien es capaz de ser la excepción y no la regla.

De la idea de que los hombres son corderos, surgieron los dictadores, personas que decían que cumplían cierto deber moral y los exoneraban de la toma de decisiones y hasta de su libertad.

¿Por qué si supuestamente se es cordero, no se vive como tal? Es porque la historia del hombre está escrita con sangre, ¿Talaat Pachá mató solo a millones de armenios? ¿Hitler asesino solo a millones de judíos? Esto es porque no estaban solos, tenían a millones de personas que mataban y asesinaban por ellos, es por eso que pensadores como Hobes piensan que homo homini lupus (el hombre es un lobo para el hombre); y muchos de nosotros pensamos que el hombre es maligno y destructor por naturaleza, es un homicida y que solo por miedo a homicidas más fuertes puede abstenerse de sus pasatiempos.

Ambas partes no dejan desconcertados, es cierto que Stalin o Hitler fueron grandes sádicos asesinos pero son excepciones y no son la regla, ¿acaso todos somos lobos disfrazados de corderos esperando que nos den la orden y así poder liberar nuestra verdadera naturaleza? Esta acusación es difícil de contradecir pero tampoco es muy convincente. Existen muchísimas oportunidades en las que el hombre puede ser cruel y sádico en su vida diaria pero decide no hacerlo, a veces hasta le causa desagrado observar la crueldad de las personas.

¿Debemos suponer que existe una pequeña cantidad de lobos en medio de una gran población de corderos? Los lobos solo desean matar y asesinar, y los corderos lo que hacen es imitarlos y esto es porque los lobos inventan historias como estar en contra de la violación, de la pobreza, de la muerte de los niños y todo para controlar a los corderos.

Esta explicación parece aceptable pero aun así surgen más dudas, ¿Cómo es que los corderos son tan fáciles de manipular?, ¿acaso los lobos pueden llegar a ser representantes la cualidad humana de manera más franca?, ¿y si quizás el hombre sea lobo y a la vez cordero o ninguna de ambas?

La respuesta a esta preguntas importa mucho entre las naciones que piensan usar una tecnología destructora para destruir a sus enemigos, si es cierto que todos somos lobos, la idea de ser pacifistas y ser corderos cada vez será más débil porque al final, ¿Qué importa ser pacíficos si todos somos lobos, aunque unos as que otros?

Si el hombre es cordero o es lobo no es más que una formulación de una idea, de si el hombre es fundamentalmente malo y corrompido o si es bueno y perfectible.

En el antiguo testamento no se toma la posición de corrupción fundamental, a la desobediencia de Adán y Eva no se le llama pecado, parece que su desobediencia hasta estaba en el plan de Dios porque, según el pensamiento profético, precisamente porque fue expulsado del Paraíso es capaz el hombre de hacer su propia historia, de desarrollar sus potencias humanas y de alcanzar una armonía nueva con el hombre y la naturaleza como individuo plenamente desarrollado, en vez de la armonía anterior en que todavía no era un individuo.

En el antiguo testamento nos habla que podemos elegir entre el bien y el mal, Dios no interviene en la elección, solo ayuda al mandar mensajeros o profetas para indicar cual comportamiento es bueno o es malo, pero al final es el hombre quien decide que hacer.

Las personas del renacimiento sostenían que las circunstancias vividas por el hombre eran las que lo orillaban a actuar de un mal comportamiento, que al cambiarse dichas circunstancias se podría mostrar la verdadera bondad del hombre.

Poco después, la creencia de la bondad de hombre surgió por la confianza de este en sí mismo, adquirida por el gran progreso político y económico del renacimiento.

Las guerras son consecuencia de la decisión de desencadenarlas de líderes políticos, militares y de los negocios para adquirir territorio, recursos naturales, ventajas comerciales, entre otros. Esos hombres no son diferentes del hombre ordinario, son egoístas, con poca capacidad para renunciar a las ventajas personales en beneficio de otros; pero no son crueles ni malignos.

Cuando dichos hombres llegan al poder y están al mando de millones de hombres y de recursos pueden causar grandes daños.

El hombre ordinario con poder extraordinario es el principal peligro para la humanidad, y no el sádico o el malvado. Pero así como se necesitan armas para hacer la guerra, se necesita el odio, la indignación, la destrucción y el miedo para hacer que millones de hombres arriesguen la vida y se conviertan en asesinos.

Tal se ve en la actualidad, con las guerras nucleares, esa persona que presiona un botón para accionar un arma nuclear que puede llegar a matar a cientos de miles de personas, puede o no, tener esa misma sensación de haber matado a alguien así como aquel soldado que utilizo su bayoneta para matar a su enemigo.

Capítulo II Diferentes formas de violencia

Aun cuando el objetivo principal trata de las formas malignas del instinto destructor, podemos mostrar otras formas de violencia. La distinción entre los diferentes tipos de violencia se diferencias por la motivación que tienen.

La forma de violencia más normal es la violencia juguetona. Esta se encuentra cuando se trata de ganar destrezas y no es impulsada por el odio o la destrucción. Se encuentra en juegos como la esgrima, entre otros. En estos juegos no se busca el deseo de matar, solamente el crear destrezas.

También existe la violencia reactiva. Es la que se emplea en la defensa de la vida, de la libertad, de la dignidad y muchas otras. Tiene sus raíces en el miedo por eso es la forma de violencia más común. Esta violencia está al servicio de la vida y no de la muerte, de la conservación y no de la destrucción. Se debe tener claro la proporcionalidad entre fin y medios, aunque puede que esta violencia este en defensa de la vida, aun cuando se tenga que matar, no se ve moralmente bueno. Aun así esta violencia

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