El Drama Del Desencanto

Muchas personas se suicidan porque no encuentran soluciones a sus problemas y creen que la manera más fácil para no tener que enfrentarlos más, es despojarse del mundo ¿Como uno puede arrepentirse de morir en tan solo segundos, en el momento en que vive en carne propia que no hay marcha atrás y que se esta apunto de morir?

El suicidio es el acto de decidir matarse a si mismo. Las razones son variadas dependiendo cada hombre; algunos sienten un agotamiento en su vida, otros quieren escapar de algún problema, pero sea cual sea el motivo del suicidio, las personas pueden arrepentirse de sus actos y querer vivir. Aunque a veces éste remordimiento ocurre cuando ya no se puede hacer nada y ya sabes que vas a morir.

El drama del desencantándonos plantea que una persona que se lanza desde arriba de un edificio teniendo intenciones suicidas, en la mitad del camino hacia el suelo ve que su vida tiene sentido y se arrepiente de estar matándose. Cabe, entonces, preguntarse lo siguiente: ¿cree usted que este cuento representa una paradoja?

Creo que de todas las posiciones anteriores, la que me parece más convincente es que no es una paradoja, sino que solamente me parece la historia de un suicida arrepentido, el cual se da cuenta de todas las cosas que no pudo realizar en su vida y de que su problema no era tan grande como él pensaba.

En primer lugar, cuando el ser humano está en los últimos minutos de su vida, sin importar el porqué de su muerte, siempre tenderá a pensar en todas las cosas que no alcanzó a descubrir, que dejó pendiente y que no volverá a hacer nunca más. Saben que ya no pueden volver atrás, que ya no pueden retroceder el tiempo o que es imposible sanar su enfermedad.

Respecto a esto, Gabriel García Márquez, en su cuento el drama del desencantado nos dice todas las cosas que no pudo hacer el protagonista de la historia, él cual se dio cuenta de su verdadera vida cuando estaba cayendo por el costado del edificio: “las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la escalera común”.1

En segundo lugar, cuando uno se suicida, cada persona tiene que tomar una decisión en la que sabe que no se va a poder echar marcha atrás, creen que sus problemas no tienen solución y que la salida más fácil es quitándose la vida. Pero, en esos momentos en que ya no pueden volver a retomar su vida, se dan cuenta de que sus problemas no son tan grandes, que la vida no es tan complicada y vale la pena vivirla.

En relación a lo anterior, Gabriel García Marquéz, nos dice que el protagonista de la historia se da cuenta que su vida tiene más valor del que él creía: “había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa valía la pena de ser vivida.2 Tenemos que afrontar nuestros problemas, ya que no van a estar para siempre, no como

...