El Sistema

Somos humanos, con errores y defectos, pero al fin de cuentas humanos llenos de valores y defectos donde cada día luchamos por ser mejores en nuestros valores y no cometer más los errores a causa de nuestros defectos. Estos valores se nos inculcan desde niños; ahí es donde practicamos nuestra primera institución que es el hogar, donde los representantes de este mismo son nuestros padres. Ellos con ilusiones de serlo lo que desean en este mundo es que sus hijos sean personas de provecho y de bien, dado ese deseo nos inculcan desde que somos infantes el valor del respeto (la base de todos los valores). El respeto nos ha llevado a muchos caminos como la tolerancia, la honestidad entre tantos más que son esenciales para un mundo de paz y esperanza para el bienestar de todos sus habitantes.

Podríamos hablar aquí que los valores que se dan en casa son los que te acompañarían por toda tu vida. La verdad es en parte cierta, pero esto no quiere decir que se-rán los únicos porque al contrarío, conforme crecemos vamos cambiando nuestra prospectiva del mundo y a su vez, el como nos identificamos con los otros. Cuando somos niños, vemos a todo iguales, hasta la edad no tiene mucho que ver pero, con forme crecemos se hacen más evidentes esas diferencias ya sea en gustos para distraerse e inclusive gustos para conformarse como profesionales. Es aquí cuando recurrimos a instituciones desde que somos aptos para aprender, en este caso: primaria, secundaria, preparatoria y universidad; estas etapas académicas tienen su propio sistema de aprendizaje y, por motivos evidentes de edad, no esperan más de lo que el estudiante pudiera en su momento dar, como jamás pedirían un ensayo de cinco mil palabras a un estudiante de primaria, ni que a un estudiante de universidad no sepa leer ni escribir ya que esto sería un insulto a la educación universitaria.

Cada etapa profesional se basa mediante un sistema académico donde como en todo sistema tienes sus pros y sus contras. En este caso nos centraremos en la institución que es base para todas las profesiones. La universidad se podría decir que es el último escalón de cada estudiante con sueños de ser alguien. Pero ¿Qué es ser alguien? La sociedad toma con el ser alguien inmediatamente con el tener certificado, una profesión o estar estudiando para ser alguien. Hablamos aquí de éxito como personas preparadas, y que si no somos o no nos consideran como tal, prácticamen-te no somos nadie.

Dado este pensamiento primitivo de la sociedad, recurrimos a estos lugares donde se nos brinda la educación necesaria para tener cumplir nuestras mejores expectativas de vida llamados sueños.

Es esto lo que nos diferencian de los demás, los sueños nos hacen diferentes y los sueños no son más que el deseo de como vivir tu vida y hasta cierto punto, poder ser alguien.

Las escuelas nos abren una puerta para nuestros sueños o eso se debería de hacer.

La realidad es muy distinta a lo que uno se piensa, desde la primera constitución de nuestras vidas, lo único que hacen es decirnos como vivir nuestras vidas, como también lo que es bueno y malo según su propio criterio, más no el nuestro.

Tomando en cuenta el pasado ejemplo, y si hemos dado énfasis que las escuelas son igual parte del sistema como lo es desde un indicio la educación en el hogar, por lo tanto estamos hablando del mismo procedimiento de enseñanza donde hay uno que sabe y otro que no sabe, donde el que sabe le enseña al que no sabe pero le enseña acorde de lo que sabe sin percatarnos si en verdad sabe lo que sabe.

Bastos juegos de palabras pero con gran sentido uniforme a nuestras incógnitas y es que, ¿Cómo saber si lo que nos enseñan es verdad? o ¿Si nos servirá para cumplir nuestros sueños? Posiblemente la respuesta sería simple, porque ellos son los profesores y por algo son los profesores ya que saben más que los alumnos, sino no serían alumnos. Lo peor de todo sería el como los profesores moldean (tal vez a su propia conveniencia) a sus alumnos de acorde a lo que ellos creen saber. No hablamos de un solo ser, hablamos de unos cientos de alumnos moldeados a la forma de pensar de los profesores asignados en cada materia. Esto nos dice que son demasiadas personas bajo un mismo pensamiento.

Simplemente una falla en el sistema a grandes rasgos y con grandes consecuencias también. Con cada generación se va perdiendo justamente lo que nos hace ser diferentes ya que el sistema lo que pretende es hacernos a todos iguales y mantenernos bajo un mismo carril de enseñanza y gracias a esto se nos va perdiendo nuestra identidad individual a causa de la destrucción de los sueños de cada persona. Para esto lo acomodan de una manera hermosa y convenenciera. “Todos somos iguales y merecemos los mismos derechos”; todo lo disfrazan con derechos, cuando lo que importa solamente es “todos somos iguales”.

Bajo estos principios es como se mueve el sistema (sin dejar a un lado la educación por supuesto), lo que importa es aprender y enseñar, he aquí otro error de este brutal sistema. Enseñar muchos lo utilizan como hablar más no escuchar, de hecho los profesores en general están más interesados en hablarles a sus alumnos que en escuchar a sus alumnos.

Más errores educacionales, muy técnicos son sus clases mas sin embargo no son prácticas, cuando se empeñan en enseñar valores, solamente en una hoja preguntan la definición de cada valor y hasta ahí quedo el tema, con el tiempo los alumnos se olvidan de estas definiciones porque nunca lo llevaron a la practica o muchas otras veces los profesores encargados de dar este tema son los que menos consientes están de la practica de lo que es un valor. El maestro que no escucha a sus alumnos es una aparente falta de un valor dando un ejemplo rápido. Hablar también de esto nos remite inmediatamente a las odiadas tareas que en si tarea lo definiría como: “acción extraescolar necesaria para el aprovechamiento académico únicamente para mantenerte ocupado fuera de clases”.

Por otro lado, si hablamos de enseñanza, sería imposible no hablar del programa de estudios que son todas las materias que se imparten en los colegios. La mayoría perdida

...