El Valor De Tu Esfuerzo: LA DIFERENCIA ENTRE LO QUE ERES Y LO QUE QUIERES SER

La sociedad moderna y su veloz ritmo de vida ha traído consigo una serie de hábitos que nos fuerzan a dedicarle cada vez más tiempo a las obligaciones que nos permiten subsistir, o quizás desde cierto punto de vista un poco más dramático, nos obliga a trabajar para sobrevivir, y a menos que seas adicto al trabajo, abiertamente contrasta con la percepción de la búsqueda de la felicidad a través de la realización de las cosas que nos gustan y nos hacen sentir bien.

Todos en algún momento sentimos que el trabajo que realizamos cada día (y no me refiero solo al trabajo formal, sino también a las labores del hogar, actividad física, y otras responsabilidades que tengamos) empieza a tornarse más y más aburrido, agotador y necesitamos unas vacaciones… Pero, ¿vacaciones de nuestra vida?, quizás no podemos simplemente abandonar lo que hacemos y lo que somos para tomar una vida mejor. Entonces ¿cómo se hace para ser feliz teniendo lo que tenemos y siendo lo que somos? Es simple, aunque requiere un poco de trabajo, se llama cambio de percepción, lo cual no es más que simplemente cambiar tu forma de ver las cosas. A veces tenemos expectativas muy altas sobre las distintas circunstancias que nos depara la vida y eso nos pone en una situación de muy alto riesgo para sentirnos defraudados, por tanto debemos aprender primero a conocernos a nosotros mismos, aceptar lo que tenemos y lo que somos y “arroparnos hasta donde nos alcance la cobija” le guste a quién le guste. Y muy alejado de la enfermedad psicosocial que nos invade como un virus llamada conformismo, este simple cambio de autopercepción nos pone a tono para establecer nuestros parámetros de autorrealización y construir nuestras propias metas para crecer en consonancia con nuestras posibilidades.

No pretendo con esto, borrar de una sola sentada en mi computadora tus expectativas, al contrario, soy fanático de los sueños bonitos y de las metas altas, pero también de las propuestas inteligentes que van acorde con las posibilidades. Así que si te propones una meta de mucha altitud, también establece una serie de pasos que te sirvan como escalones para llegar a la cima propuesta. También muchas metas se quedan en la fase de sueños y ya sea por falta de oportunidades o de voluntad nunca se llegan a concretar, no obstante es importante no darse por vencido y hacer cada día algo que te acerque más a ese sueño o meta propuesta, pues ese poquito que hagas día a día es precisamente lo que establecerá la diferencia entre lo que hoy eres y lo que quieres ser.

Entonces ¿qué esperas?, la vida terrenal que conocemos ya está en progreso y no esperará por ti, empieza a soñar, a formular tus planes, a construir tu futuro, pensando que al final de tu vida no serás recordado por lo que tuviste sino por lo que hiciste, así que vive intenso y cada noche acuéstate con un sueño y levántate con un propósito.

...