El hombre de la noche anterior.

Una noche en el hospital Atlanta, se encontraba el Dr. Carl Impartiendo su turno nocturno como de costumbre, el hombre sentía como la noche transcurría. –Señor acaba  de llegar un hombre a urgencias- dijo su asistente Carmen, -voy enseguida-. Al entrar deprisa a la sala de emergencias pudo notar que su paciente era un hombre de alrededor de 36 años, el cual tenía diversas heridas en el rostro,- ¿qué le sucede a este hombre?- le pregunto al enfermero que se encontraba en la sala –una mujer llamo a emergencias asustada, eso es todo lo que se-. El doctor se preparaba para hacerle la revisión, -esto es muy raro, llama a la clínica necesito hacerle unos estudios-, -enseguida señor- le respondió Carmen. El doctor se disponía a retirarse cuando escucho que el hombre comenzó a hablar – Esta aquí, y no solo me llevara a mí, también viene por tu familia, por ti-, al terminar esto el hombre quedo en un sueño profundo. Por toda la noche doctor no pudo conciliar la calma, pensando en las palabras de aquel hombre. Al día siguiente el doctor se dirigía hacia su estancia cuando comenzó a escuchar unos gritos desgarradores, se apresuró corriendo a la habitación 306. Al entrar se dio cuenta que era el hombre de la noche anterior el cual estaba padeciendo ataques epilépticos, - doctor, ¿qué hago?- le preguntaba una y otra vez Carmen al doctor a lo que él respondió – tratemos de que no se lastime, pásame esa bata, ¡date prisa mujer!- La joven se dio prisa, pero el hombre comenzó a gritar – Él está aquí- una y otra vez por lo menos duro así 10 minutos. El doctor se impactó al oírlo repetir esa frase que de nuevo no se la  sacaría de la cabeza. –Al fin a casa- dijo el doctor despidiéndose de Carmen, - que tenga excelente fin de semana Carl-.

Al llegar a casa fue recibido por un beso de su esposa, - ¿Cómo te fue hoy cariño?-, -fue un día inquietante cielo, pero nada grabe-. Se llegó la hora de la cena y Sam y John que eran hijos de Carl y su esposa Katherine, -niños, ¿Cómo estuvo su día?- dijo Katherine –bien mama- respondió Sam, - ¿y a ti John?- el niño se quedó un rato callado mirando su plato, cuando de repente callo de su silla completamente desmayado. –Carl el niño- grito la madre desesperada, a lo que Carl corrió a su ayuda. –solamente se le bajo la presión- dijo Carl recostando al niño en su cama. Carl miraba a su hijo mientras lo arropaba, a los pocos segundos después el niño despertó, - papá, hay alguien detrás de la cortina- Carl volteo pero no había nada. –no hay nada hijo, debes estar aturdido. Trata de descansar bien, mañana tienes que asistir a la escuela.- -No papá no quiero ir- -¿Por qué?- pregunto Carl,   - ¡simplemente no quiero ir!, y ya déjame solo- Carl se inquietó, pero simplemente decidió dejarlo, desearle dulces sueños e irse a dormir, - hasta mañana hijo- el niño simplemente lo ignoro. -¿Qué paso con John?, Katherine le pregunto a su esposo mientras los dos se disponían para dormir, - solo me dijo que no quería ir a la escuela mañana- Katherine lo miro rápidamente y le dijo – me sorprende que te haya dicho eso, el adora la escuela-, -cariño ya no te preocupes, ya es noche y tenemos que descansar- se despidió Carl con un beso en la frente, -dulces sueños cariño- -dulces sueños Carl- le respondió Katherine.     Carl apago las luces y los dos se acostaron. El teléfono comenzó a sonar a las 3:00 am exactas, era del hospital, -¿sí?- contesto Carl, pero nadie respondía su llamado, de repente escucho un desgarrador grito en la habitación de John, a lo que colgó y se levantó de prisa para asegurarse que todo estuviera bien. –John, ¿estás bien?-. John no respondía, -hijo-. La casa seguía en absoluto silencio hasta que otro grito ensordeció la casa pero ahora venía de la cocina, por lo cual Carl decidió bajar. Para su mala suerte no lograba ver nada,  -¿John eres tú?- la cocina tenía una vibra tensa, Carl se apresuró a prender la luz pero antes de que pudiera hacerlo una silueta juvenil se le interpuso justamente enfrente. Carl sin palabras solo miraba la silueta, sentía como su cuerpo se llenaba de escalofríos. Se tallaba una y otra vez sus ojos pero aun así hay seguía detenida, mirándolo fijamente,         -¿esto es una broma?- preguntaba Carl mientras trataba de encontrar una explicación para tal fenómeno. Solo dio media vuelta y se retiró Carl, no dio ni tres pasos cuando escucho una simple palabra que le erizo la piel, -¡PAPÁ!-, Carl quedo completamente inmovilizado por el tacto de aquella fría mano que rozaba su hombre, -es hora de dormir hijo, vuelve a la cama- ignoro tal hecho y subió las escaleras hasta el cuarto de John.           -¿hijo, estas bien?-, -¿Qué pasa papá?- Carl se sintió tan aliviado al escuchar la voz de su hijo, -nada, vuelve a dormir- cerro la puerta y se fue hasta su dormitorio, -¿Qué paso allá abajo cariño?- le preguntaba Katherine aun entre sueños, -nada cariño- el tema termino allí pero Carl no podía dormir pensando en aquellos momentos, recordó la llamada del hospital, que fue la que prácticamente comenzó todo pero hizo caso omiso. A la mañana siguiente se disponía a ir al hospital cuando tomo su teléfono se dio cuenta que tenía 6 llamada de Carmen y 3 mensajes, los cuales solo decían: “él está aquí”. Carl se apresuró al hospital, al llegar fue recibido por Carmen - ¿Qué paso anoche?, recibí tus mensajes- pero ella le respondió fríamente, -el hombre de la noche anterior- mientras decía eso salía de la estancia. Se llegaba la noche y esta vez a Carl le tocaba guardia nocturna, -Doctor, ¿podría dirigirse a la habitación 306?- le decía su atenta secretaria, -enseguida- respondió Carl. Al llegar a la habitación noto una tercera presencia, rápidamente recordó la silueta de su casa, pero volteo la mirada hacia todos lados y no logro ver a nadie. – ¿Podría conocer algo más de usted?- pregunto el doctor, - usted ya lo sabe todo de mi- respondió aquel hombre, - ¿a qué se refiere con eso? Cada vez se sentía más tenso el lugar. – Así es doctor como me ha escuchado, usted ya lo sabe todo de mí, no hay nada más que saber-, -¿Quién es usted? Le preguntaba el doctor un poco desesperado. – mi historia realmente no importa, pues usted ya la conoce doctor, usted mejor que nadie me conoce- el docto intrigado contesto, -no sé de qué me estés hablando-, -me temo que es todo lo que le puedo decir doctor, pues él ya está aquí- algo confundido el doctor pregunto -¿Quién está aquí?- el hombre antes de contestar suspiro, -él está aquí, está detrás de usted doctor y debo decirle que no está nada contento y mucho menos con la bienvenida que le dio anoche doctor- Carl miro hacia atrás - ¿en dónde está?, y porque dices que la bienvenida de anoche-, -así es doctor él ya está en su casa y no solo viene por usted, John es un blanco fácil, los niños no pueden luchar por sus almas- Carl molesto respondió – John, ¿Por qué conoces el nombre de mi hijo?- el hombre miro fijamente la ventana y contesto –así como usted lo sabe todo de mí, yo también lo sé todo de usted-

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