El manejo del estrés y la administración del tiempo
Enviado por diana2008 • 19 de Marzo de 2013 • Tesis • 1.616 Palabras (7 Páginas) • 400 Visitas
INDICE
Unidad 4 “El manejo del estrés y la administración del tiempo”
4.1 El manejo del Estrés
4.1.1 Factores que generan el estrés
4.1.2 Consecuencias del estrés
4.1.3 Técnicas para reducir el estrés
4.2 La administración del Tiempo
4.2.1 La importancia de la organización del Tiempo
4.2.2 Estrategias para la administrar el tiempo
4.2.3 Tablas y matrices para el manejo del Tiempo
4.1 El manejo del estrés
4.1.1 Factores que generan el estrés
Hacer referencia al ser humano implica forzosamente hablar de lo que piensa, de cómo percibe el ambiente, de las emociones que tiene, de las reacciones biológicas que le genera la ansiedad y de cómo actúa. Por lo tanto, como se ha visto, tanto la sobreactuación como el estrés modifican o cambian las cogniciones, las emociones y el comportamiento. Pero las cogniciones, las emociones y el comportamiento también pueden favorecer o reducir el estrés. La siguiente tabla resume los principales factores implicados en la génesis y mantenimiento del estrés:
Los factores que inciden en el estrés se pueden clasificar en:
• Factor ambiental: Conjunto de variables externas que interaccionan i/o inciden en el individuo (espacio físico, personas del entorno, ruido, etc.)
• Factor cognitivo: Conjunto de procesos mentales que engloban diversos aspectos como la percepción, la recogida de información, la interpretación, el análisis, la toma de decisiones, etc.
• Factor emocional: Conjunto de sentimientos o sensaciones, como por ejemplo, la alegría, la inseguridad, la tristeza, la incomodidad, etc.
• Respuesta psicofisiológica: Reacción automática del organismo que puede generar diferentes síntomas físicos: temblor, sudoración, taquicardia, hormigueo, etc.
• Respuesta conductual: Respuesta observable del individuo que incluye los aspectos verbales (qué se dice), vocales (como se dice) y no verbales (postura, gesticulación, movimiento)
4.1.2 Consecuencias del estrés
Las diferencias individuales en la génesis y el mantenimiento del estrés pueden ser notables. Las personas parten de estados de activación desiguales, presentan niveles de reactividad diferentes, muestran capacidades de esfuerzo variable, tienen personalidades diferentes y afrontan el entorno con cogniciones muy diversas. Por lo tanto, se tiene que tener en cuenta que el estrés es fruto de una experiencia personal que depende de la valoración que se haga de las demandas del entorno y de las habilidades de que uno disponga, o crea que disponga, para poder afrontarlas. Una misma situación puede no ser en absoluto estresante para una persona aunque pueda serlo intensamente para otras. La manera en que el individuo interpreta una situación determina, en gran medida, que esta se convierta o no en estresante. En definitiva, para tener estrés no hace falta enfrentarse a un problema realmente importante o grave, que supere los recursos personales, sólo hace falta creerlo así.
El estrés situacional se manifiesta de forma puntual, en situaciones concretas, y tiene pocas repercusiones en la vida del sujeto. Este desequilibrio genera diversas consecuencias negativas a corto y medio término:
1. Perturbaciones cognitivas: Pensamientos negativos, dificultad para analizar la situación y tomar decisiones, bloqueos mentales, falta de concentración, olvidos frecuentes, preocupaciones, etc.
2. Problemas emocionales: Sensaciones de ansiedad, impotencia, inseguridad, confusión, frustración, insatisfacción, cambios de humor, irritabilidad, etc.
3. Reacciones psicofisiológicas: Taquicardia, sensación de ahogo, temblores, sudoración, hiperventilación, etc.
4. Comportamientos inadecuados: Pasividad, conducta agresiva, acciones precipitadas, aumento de errores, etc.
El estrés crónico se mantiene durante largos periodos o cuando las demandas del entorno son continúas. En estos casos pueden aparecer alteraciones importantes en diferentes niveles:
1. Trastornos fisiológicos: Insomnio, dolor de cabeza, enfermedad coronaria, asma bronquial, alergias, úlcera gástrica, trastornos inmunológicos, impotencia, eyaculación precoz, disfunciones sexuales, etc.
2. Trastornos psicológicos: Crisis de ansiedad, ansiedad, generalizada, alcoholismo, drogodependencia, depresión, ludopatía, etc.
3. Problemas socios familiares: Separación, divorcio, aislamiento social, problemas con los padres/hijos, etc.
4. Problemas laborales: Absentismo, bajas, incremento de los accidentes, disminución de la productividad, etc.
4.1.3 Técnicas para reducir el estrés
1. Meditación: En un estudio tailandés se comprobó que los individuos que practican meditación budista tenían menos niveles de cortisol y de presión arterial. Asimismo, aquellas personas que meditaron diariamente durante 4 meses, disminuyeron alrededor del 20% sus niveles de cortisol, según lo indica un estudio de la Universidad de Maharishi.
2. Música: la música puede calmar al cerebro y reducir los niveles de estrés generados por cualquier circunstancia o por un examen médico invasivo, tal como se comprobó en un estudio por médicos del Japón.
3. Dormir lo suficiente o tomar una siesta: Dormir menos de 8 horas diarias puede significar un 50% más de cortisol que quienes duermen ese tiempo. En un estudio en Alemania del Instituto de Medicina Aeroespacial, se comprobó que los pilotos que dormía 6 o menos horas durante siete noches tenían más niveles de cortisol que se mantuvieron altos por dos días. Si usted no tiene las 8 horas necesarias para controlar el estrés, tomar una siesta puede contribuir a reducir los niveles de cortisol.
4. Té negro: un estudio en el University College de Londres, comprobó que las personas
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