El refutamiento del raciocinio humano

JAVIER SOLIS ORDUÑO 32227.4B.14/06/22.

El REFUTAMIENO DEL RACIOSIONIO HUMANO.

Estas lecturas me han dejado con demasiadas dudas acerca de mi percepción de todo lo que me compone, pienso, razono, siento, percibo, etc. Pero, sobre todo, sobre lo que me rodea ya sea algo, alguien o un tú. ¿Desde el vientre de nuestra madre se empieza a existir o hasta el momento en el que contamos con conciencia de nuestra conciencia es cuando inicia nuestra existencia?, ¿Siempre soy yo el que está en mi cuerpo? Y si no es así, ¿Quién o que es ese yo?, ¿Soy yo el niño de 5 años que alguna vez fui? Y si no soy yo entonces ¿Quién o que es ese tu y como puedo seguir consciente de que existe o que esta?, ¿Tiene el cerebro las mismas propiedades que la conciencia?, esas son solo algunas dudas con las que me quedo y planeo plantear una teoría para alguna de ellas, para el tú que lo esté leyendo, percibiendo o tan solo observando este escrito.

• ¿Desde el vientre de nuestra madre se empieza a existir o hasta el momento en el que contamos con conciencia de nuestra conciencia es cuando inicia nuestra existencia?

Para la primera incógnita que presento, primero tenemos que validar nuestra existencia, la única cosa o algo de lo que se puede estar seguro que existe, así utilizando el solipsismo que plantea que el único “yo” es el personal, pero el solipsismo tiene su refutación la cual se encuentra en el lenguaje “Por medio del lenguaje que da forma a mi interioridad puedo postular -debo postular- la existencia de otras interioridades entre las que se establece el vínculo revelador de la palabra. Soy un «yo» porque puedo llamarme así frente a un «tú» en una lengua que permite después al «tú» hablar desde el lugar del «yo».” Todo esto formulado por Fernando Savater, el lenguaje no puede existir en el solipsismo, los términos que usamos para comunicarnos no fueron creador por mi “yo” y para que pueda ser comprendido tengo que dar por asegurado que existe otro “yo”, un “tú” que después tome el lugar de mi “yo” para “yo” ser su “tú”.

 Estando consientes de nuestra existencia y la de un ser ajeno a nosotros, entonces como estamos seguros de cuando inicia esa conciencia, siempre somos “yo” o empezamos a ser “yo” cuando reconocemos a ese “yo”. “Si noto un dolor de muelas, por ejemplo, no podré desentenderme de él o ignorar sus implicaciones diciendo: «Vaya, parece que hay un dolor de muelas por aquí. ¡Espero que no sea mío!». De un modo u otro, no sólo lo notaré, sino que deberé tomarlo en cuenta.” Y ese tomarlo en cuenta no es en la mayoría de los casos una mera reacción refleja sino más bien una reflexión por la que me apropio de lo que me ocurre y lo conecto con el resto de mis experiencias. En una palabra, no sólo tengo conciencia como cualquier otro animal sino también autoconciencia, conciencia de mi conciencia, la capacidad de objetivar aquello de lo que soy consciente y situarlo en una serie con cuya continuidad me veo especialmente comprometido.  Basado en lo que postula Savater en ese enunciado “yo” me convierto en “yo” cuando adquiero autoconciencia, la cual puede variar entre cada “yo”.

Entonces planteado lo anterior mi teoría es que mi “yo” empieza a existir cuando me convierto en consciente de él.

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• ¿Soy yo el niño de 5 años que alguna vez fui? Y si no soy yo entonces ¿Quién o qué es ese tú y como puedo seguir consciente de que existe o que esta?

Este apartado me dejo muy tocado por una experiencia previa mía incluyendo a mi fiesta en celebración de mi quinto cumpleaños, veo fotos de ese infante que alguna vez fui, veo su sonrisa y caras conocidas que tengo a mi lado en la conciencia de mi “yo” presente, pero no tengo memorias de ese evento, la única forma en la que puedo llegar a reconocer que soy yo es mi cuerpo, pero no tengo ningún vinculo con ese niño que veo en las fotos, y diciendo eso sabiendo que mi cuerpo no soy yo, mas bien es una parte de mi “yo”, ¿Quién es ese desconocido niño que veo en las fotos?, del que no recuerdo nada y es un desconocido mas para mi “yo” presente, del que solo conozco quien era por lo que me cuenta el “tu” y solo conozco una parte, porque el único que conoce todos sus secretos y aspiraciones es ese extraño niño que no se a donde se ha ido ese “tu” que alguna vez fui “yo”.

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