Eneatipo 5
Enviado por nekocj • 12 de Mayo de 2013 • 1.236 Palabras (5 Páginas) • 339 Visitas
Los tipos Ocho, Nueve y Uno se han formado en torno a distorsiones de sus instintos, que son la raíz de su fuerza vital.
La tríada del instinto tiene que ver con la inteligencia del cuerpo, con el funcionamiento básico vital y con la supervivencia. El cuerpo tiene un papel importantísimo en todas las formas de trabajo autentico porque devolver la conciencia al cuerpo afirma la cualidad de la presencia. El cuerpo existe en el aquí y en el ahora, en el momento presente, lo que es fundamental para poder realizar un buen trabajo de desarrollo personal.
Cuando en realidad se habita el centro instintivo, éste da una profunda sensación de plenitud, estabilidad y autonomía o independencia. Cuando se pierde el contacto con esa esencia, la personalidad intenta "llenarla" proporcionando una falsa sensación de autonomía. Para encontrar esa falsa sensación de autonomía la personalidad crea lo que en psicología se llama mecanismos de defensa. Los tipos de personalidad de esta tríada procuran resistirse a la realidad (creando límites para el Yo, basados en tensiones físicas).
Estos tipos de personalidad tienden a tener problemas de agresividad y de represión; bajo las defensas de la personalidad llevan muchísima ira.
Los Ochos, Nueves y Unos suelen saber cómo se sienten y en general no tienen mayor dificultad para entrar en acción. Ellos, en vez de eso, se ignoran a sí mismos, y es habitual que reaccionen desde el cimiento emocional de la rabia. Es típico para estos tres estilos que tengan la mayor dificultad en el campo de la razón y luchen para recordar sus propias necesidades.
En la literatura del Eneagrama, a los Ochos, Nueves, y Unos se le llama los "tipos instintivos" porque ellos tienden a ser detectores de la sensación corporal, personas que perciben cosas física e intuitivamente, antes de saberlas de manera cognitiva. Están más propensas a las dificultades con la apropiada concepción racional y experimentan a menudo una especie de nublamiento mental.
Imagínese que está en el centro de una fiesta animadísima, plena de gente que usted conoce, y nadie puede verle u oírle. Igual que el hombre invisible puede intervenir físicamente, pero permanece sin ser visto. Usted sabe que está presente, pero por alguna misteriosa razón nadie más lo sabe. De vez en cuando algunos miran en su dirección, y usted empieza a corresponder con algo; luego se da cuenta que están mirando a alguien que está detrás de usted. En otros momentos, escucha "por casualidad" a sus amigos, cotorreando sobre usted. "En ausencia suya", desde luego.
Después de intentar en vano interactuar recíprocamente, cada vez usted está más frustrado por la situación. Pero de pronto y gradualmente, comienza a pensar: "Bien, quizá no estoy aquí realmente." Una especie de oscurecimiento empieza a enseñorearse sobre su percepción y poco a poco usted se olvida de por qué vino a la fiesta, de qué desea, y hasta de quién es usted. Alguna parte suya se ha dado por vencida y ha aceptado la situación. Pero en otro nivel, usted se siente furioso.
Ochos, Nueves y Unos, todos se sienten invisibles y enojados pero reaccionan diferente a ello. Un Ocho en la fiesta imaginaria, quizá resuelva afirmar su presencia de alguna forma imposible de no notar para corregir la injusticia de ser pasado por alto. Un Nueve quizás se resigne a no ser visto y se dedique a surtir el mostrador de las bebidas, enterrando su rabia o expresándola indirectamente. Un Uno, podría aplicarse en corregir el desastre que luce la mesa del bufé, canalizando su enojo en preocupación por el orden.
Por lo general, los Ochos, Nueves y Unos son más cenestésicos y auditivos que visuales. Y no obstante que pueden ver con claridad el mundo externo, suelen tener una visión interna brumosa o distorsionada, en especial cuando de ver sus propias necesidades y prioridades se trata. Los tres
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