Escucha Efectiva

La escucha actual.

Cuando prestamos atención a la forma en que escuchamos es probable experimentar una gran sorpresa al darnos cuenta de la importancia que tiene esta acción en nuestra diaria actividad. Muchos son los que comentan saber de ello, más sin embargo, son contados los que lo llevan a cabo con plena conciencia no sólo de su importancia, sino del proceso de llevarlo a cabo con el fin de hacerlo con efectividad.

Durante las sesiones de entrenamiento en las que ha participado usted se ha encontrado cara a cara con la acción de escuchar, habiendo podido percibir que el escuchar es, además de un aspecto de nuestra cotidianeidad, una habilidad en la que mostramos cierta incompetencia, ya que su desarrollo no ha formado parte de nuestra formación.

Puede suceder que experimentemos la sensación, no siempre grata, de que “no se escuchar”, ya que implica declarar la propia ignorancia al respecto, aunque es necesario comenzar por reconocerlo para poder mejorar. Significa simplemente decirlo y después decir que “quiero escuchar mejor”, con lo que abrimos la posibilidad a convertir esta acción en un espacio de aprendizaje.

Es necesario comenzar por observar esta actividad con un nuevo marco de referencia, en el cual uno se convierte en aprendiz, mirando a los escuchadores que existen en nuestro alrededor y hacernos ciertas preguntas:

␣ ¿Existe alguien que sea efectivo al escuchar? ␣ ¿Quién es menos efectivo al escuchar? ␣ ¿Cómo sé que alguien es más o es menos efectivo al escuchar? ␣ ¿Qué sucede por no saber escuchar efectivamente? ␣ ¿Qué acciones específicas hacen quienes saben escuchar?

Una vez que se ha tenido la oportunidad de observar a otros, es conveniente voltear la mirada hacia uno mismo y hacerse otras preguntas:

␣ ¿Qué sucede dentro de mí al escuchar? ␣ ¿Qué siento en esos momentos? ␣ ¿Qué pensamientos surgen en mí? ␣ ¿Qué le sucede a mi cuerpo al escuchar? ␣ ¿Es igual o diferente con todas las personas? ␣ ¿En qué circunstancias me suceden?

Cuando se observa esto, uno puede identificar en el propio observador e interpretador, si se posee o no, en este momento, la competencia para escuchar. Si uno es hoy un tipo particular de escuchador, se debe a lo que se ha aprendido, siendo posible modificarlo por medio del aprendizaje.

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