Estado, liberalismo y control social en Venezuela. Una perspectiva desde la Psicología Social
Enviado por Isaac Morales Fernández • 19 de Junio de 2019 • Trabajo • 13.186 Palabras (53 Páginas) • 524 Visitas
Ministerio del P.P. para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología[pic 2]
Universidad Politécnica Territorial de los Valles del Tuy
P.N.F. en Psicología Social, Municipio Independencia
Sección Sabatina. Trayecto 1, Trimestre 1
Estado, liberalismo y control social en Venezuela
Una perspectiva desde la Psicología Social
Facilitadora: Participante:
Lilian Jiménez Isaac Morales F.
C.I. 14.838.964
Junio de 2019
ÍNDICE[pic 3]
Introducción ……………………………………………………… 4
- ESTADO Y REPÚBLICA
Configuración de los Estados-Nación en Latinoamérica ……….. 7
Nacimiento y desarrollo del Estado en Venezuela ……………….. 9
Del feudalismo al capitalismo: la democracia como parábola … 11
- LIBERALISMO Y DEMOCRACIA
Surgimiento del Liberalismo en el Estado moderno venezolano … 14
El Liberalismo como ideología e inconsciente colectivo ………… 16
Caudillismo y cultura: La democracia como paradigma ………… 18
- CONTROL SOCIAL Y PODER
Estado, control social y poder instituido ………………………………… 22
Aceptación del control social y el poder instituido como
fenómeno psicosocial …. 25
Demagogia y Meritocracia: la democracia como paradoja …………. 28
- DESARROLLO DE LA SOCIEDAD VENEZOLANA
Estado, Liberalismo y control social en Venezuela …………………… 32
Desarrollo de la sociedad y crecimiento vegetativo como fenómeno
psicosocial …… 35
Utopía y praxis: la democracia como parálisis ………………………….. 38
[pic 4]
Conclusión ………………………………………………………… 41
Bibliografía ………………………………………………………… 43
INTRODUCCIÓN
En su Discurso de Angostura Bolívar exclamaba angustiado que “más cuesta mantener el equilibrio de la libertad que soportar el peso de la tiranía” (2019, p.27). Engels estableció, también en el siglo XIX, la relación entre el origen del estado y la organización de las castas y la sociedad tribal, tiempos arcaicos en los cuales, fuera en Europa o en América (ejemplifica con la tribu iroquesa), los momentos prehistóricos del “salvajismo” y la “barbarie” dieron origen a niveles organizativos cada vez más dominantes que fueron transformando las primitivas ciudades-Estado en Imperios que dominaban, desde una capital centralizada, vastos territorios (2017, pág.6 y ss.). Esos imperios se constituyeron en lo que entendemos hoy como Estado en tanto figura sistémica comprendida por una dimensión jurídica, una dimensión geopolítica, y finalmente sociocultural.
El modelo europeo del Estado imperial, no guardaba mayor diferencia con el modelo de los imperios precolombinos, sin embargo, como se sabe, la colonización y esclavitud sobre el continente americano, convirtió los antiguos imperios (azteca, maya, chibcha, inca) y naciones aborígenes, en virreinatos, es decir, para utilizar un término contemporáneo, ciudades “satélite” de los imperios europeos; periferias deprimidas controladas desde la corona española, o portuguesa o inglesa. Con el paulatino debilitamiento de las monarquías europeas, y el auge de la Ilustración, a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, un “fantasma recorre Europa” (diría Marx más tarde en el mismo siglo XIX), los pueblos reclaman libertades, la ideología se modifica y hay niveles de toma de consciencia, los intelectuales toman partido y hay, en síntesis, un espíritu republicano, democrático y liberal.
Las repúblicas democráticas y liberales serán entonces la referencia ideal e ideológica de las luchas, cuyo principal epicentro mundial serán la Revolución Francesa y las Guerras Independentistas en América. Pero estas luchas, que son revoluciones y guerras, si bien son libradas carnal y sangrientamente por los pueblos, son lideradas principalmente por las clases medias y altas, tanto en Europa como en América. Ello dio pie a que, derribadas las aristocracias, tomaran sus puestos las oligarquías, y más adelante, especialmente en América Latina, los caudillos que habían alcanzado status socioeconómicos altos a fuerza de liderar matanzas de ejércitos realistas. Por supuesto que también hubo caudillos del lado de los realistas, pero cuando las fuerzas republicanas fueron consolidándose no sólo en el campo de batalla, sino en la mentalidad de los pueblos, estos caudillos terminaron por convertirse en bandoleros o mercenarios a favor de la causa republicana, como lo fueron en Venezuela, por ejemplo, Boves o Cisneros.
En este contexto cruento y fratricida, nacieron, pues, las republicanas americanas. Ambiente confuso en el que sectores de la población siguieron entregados por largo tiempo al sistema esclavista por no entender ni valorar la lucha independentista y, en consecuencia, no sumarse a ella; mientras, irónicamente, los sectores oligárquicos transaban la Independencia como un negocio más, o mejor, de los que ya tenían. El intercambio comercial internacional que mantenían las oligarquías (Banko, 1986, p.14) les permitió no sólo mantenerse en las estructuras de poder nacientes en estos nuevos Estados, sino además, por supuesto, establecer las normas de control social (el pensamiento ilustrado de Locke será clave en este sentido en la ideología burguesa) que rigieron en Latinoamérica durante largo tiempo, asegurándole un puesto privilegiado en la psique social o imaginario colectivo, no sólo al burguesía demagógica, sino a la meritocracia y al caudillaje gobiernero, que terminarían permeando el pensamiento democrático latinoamericano y venezolano, perjudicando para siempre el desarrollo político-económico, socio cultural y científico-técnico de nuestra región continental.
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