Esther, la Representación de la Metamorfosis del Amor
Enviado por yariebh • 25 de Febrero de 2013 • Tesis • 2.023 Palabras (9 Páginas) • 392 Visitas
Esther, la Representación de la Metamorfosis del Amor.
Las relaciones afectivas aparecen de diferentes formas según el lugar, el tiempo, la edad y por supuesto de las representaciones individuales y colectivas de las vinculaciones humanas. Es por esto que aseveramos que el amor en nuestra realidad se está manifestando de forma diferente a otras épocas, es decir, el amor cargado de características posmodernas. Sin embargo, es curioso observar notables elementos de la premodernidad y modernidad coexistiendo junto a las premisas posmodernas de la asimilación del sentimiento amoroso incluso en un mismo individuo.
Teniendo en cuenta lo anterior, las características afectivas-sexuales-eróticas en su transición y convergencia serán representadas por un personaje, el cual llamaré Esther con el fin de revelar la complejidad de las vinculaciones humanas y su desarrollo socio-histórico a partir de paradigmas de pensamientos propios de cada una de las etapas de metamorfosis.
Para hablar de modernidad, cabe mencionar que la vida social y cotidiana se encontraba enmarcada dentro de una imagen cortesana, en la que la fe y la obediencia a la divinidad designaba el carácter de todos los aspectos de la vida de cualquier ser humano. El tipo cortesano digno representante de la premodernidad regido por valores moralistas y netamente cristianos constituía la percepción de felicidad a partir de la divinidad, la cual correspondía al cumplimiento verdadero y entregado a mandamientos como amar al prójimo, obedecer y orar.
Esther, una mujer joven de tan solo 20 años entregada al azar por la cigüeña en un hogar tradicional pero disfuncional, lleno de ambivalencias, de orden y desorden, de cuidado y desapego, será en esta medida el reflejo de la premodernidad. Esther día a día debe enfrentarse luego de una intensa jornada a los quehaceres de la casa, ésta que le parece extraña a pesar de haberla vivido toda su vida, en la que no puede mostrarse como realmente cree que es o siente. Definitivamente una mujer consciente de que su discurso no coincide con sus actos, pero que es consciente también, que no es capaz de transgredirlos o por lo menos por ahora, por miedo a decepcionar o desilusionar a su madre y pareja. En este punto, el amor divergirá un tanto del amor netamente premoderno sólo en la medida que la decisión de escogencia de pareja fue individual y no por imposición, por herencia y propiedades. Maximiliano, su novio, corresponde al tipo machista y manipulador del siglo XXI que aprovecha las debilidades emocionales de una mujer arrolladora pero insegura para manejarla a través del discurso de que una mujer debe someterse al hombre porque así lo demanda Dios en sus sagradas escrituras y que ella es su pertenencia por el hecho de haberse entregado carnalmente a él.
Esther una mujer que fuera de su cárcel aparenta ser una mujer decidida y conocedora de sus intereses y deseos, no es más que un producto de una comunidad coaccionadora que no le permite desarrollar su sexualidad y explorar su cuerpo como legitima y natural dueña de él sino como templo para alguien más. Este tipo de valores internalizados por Esther constituyen el temor a traspasar la dimensión que la mujer ya ha logrado ganar y de la cual goza plenamente en este siglo, como la libertad de elegir cuando, cuantos y con quien quiere tener hijos, es decir, su sexualidad como placer y erotismo, no como medio para la reproducción. No obstante, en este punto Esther no cabe del todo, ya que el amor y el sexo lo lleva a cabo con protección (anticonceptivos), claro está sin que sus familiares e iglesia se enteren; pero su sexualidad compartida con Maximiliano derrumba y de nuevo contradice el discurso de Esther, puesto que las relaciones sexuales entre estos se da más bien por complacencia de uno y sacrificio del otro, y por supuesto el papel del mártir le toca a ella.
En esta medida, es pertinente mencionar a Engels quien en El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado se refiere a que: "El amor, en el sentido moderno de la palabra, no se presenta en la antigüedad, sino fuera de la sociedad oficial" y en este mismo texto expresa: "Antes de la Edad Media no puede hablarse de que existiese amor sexual individual. Es obvio que la belleza personal, la intimidad, las inclinaciones comunes, etc., han debido despertar en los individuos de sexo diferente el deseo de relaciones sexuales; tanto para los hombres como para las mujeres no era por completo indiferente con quien entablar las relaciones más íntimas. Pero de esto a nuestro amor sexual moderno aún media muchísima distancia. En toda la antigüedad son los padres quienes, conciertan las bodas en vez de los interesados y estos se conforman tranquilamente" .
Continuando con Engels y su visión sobre el amor encontramos que distingue como características importantes del amor sexual; la reciprocidad del sentimiento por los amantes, la intensidad y duración del mismo y el nuevo juicio de valor que implica.
La concepción de amor en la modernidad seria también resignificada, un claro ejemplo lo constituye el romanticismo. La idealización del amor, y el corazón por encima de la razón; son fundamentos claros que el romanticismo propone, con el fin de romper con este dogmatismo cristiano que se venía engendrando.
Esther paradójicamente encarna el amor moderno en el sentido idealista que este representa. Ella ve en Maximiliano a pesar de sus muy llamativos defectos el hombre indicado o compañero de vejez, no porque lo considere perfecto sino tal vez por el deseo o la fe de poder cambiarlo y convertirlo en el hombre que ella idealizó cuando aún era una pequeña, ese con quien llegaría al altar y conformaría con ella una especie de equipo. Idea esta que controvierte Erick Fromm cuando dice: “La situación en lo que atañe al amor corresponde, inevitablemente, al carácter social del hombre moderno. Los autómatas no pueden amar, pueden intercambiar su "bagaje de personalidad" y confiar en que la transacción sea equitativa. Una de las expresiones más significativas del amor, y en especial del matrimonio con esa estructura enajenada, es la idea del "equipo". En innumerables artículos sobre el matrimonio feliz, el ideal descrito es el de un equipo que funciona sin
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