FENÓMENO COUGAR

Mujeres de treinta y tantos, cuarenta y más años, independientes, osadas, que viven con intensidad su vida y que no temen tomar opciones diferentes a los arquetipos gastados propuestos por la sociedad, con una conciencia clara de saberse merecedoras de tener la relación que deseen. Y lo que eligen es involucrarse emocional, erótica o sexualmente con hombres a quienes les llevan una buena cantidad de años. Por lo general, ellos están en sus veintes. Así nacen las COUGARS. Y no podemos llamarlo una ‘moda’, porque es un hecho social, producto de una conducta social. Originado por una generación -cada vez mayor- de mujeres que en dichas décadas se encuentran solteras o tras relaciones terminadas y que encuentran mayor interés en involucrarse con hombres jóvenes, que les resultan más atractivos, frescos, promotores de dinámicas más divertidas o -en algunos casos- que les permiten percibirse a sí mismas más jóvenes emulando épocas anteriores pero, con la experiencia y la plenitud sexual y económica que su historia les ha dejado.

El origen del término ‘Cougar’ se ha discutido bastante. Podemos citar: la alusión al felino del mismo nombre (el puma) y su significado de agresividad sexual, relacionando esto con ‘el salir de caza’; la referencia al libro de Valerie Gibson de 2001, “Cougar: A Guide for Older Women Dating Younger Men,” o el artículo de marzo de 2001, en el Globe and Mail de Toronto, que relataba la actividad de un sitio web canadiense llamado Cougardate.com, el cual fue creado en 1999 con el fin de que mujeres de más de 35 años en búsqueda de hombres jóvenes se dieran cita. Hoy ya es una palabra prácticamente generalizada y significante, y, ha perdido su carácter peyorativo gracias tanto a su común ‘práctica’ como a su diseminación en los medios como en la serie televisiva ‘Cougar Town’.

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