FUNCIONES GERENCIALES BÁSICAS EN EL SECTOR EDUCATIVO

FUNCIONES GERENCIALES BÁSICAS EN EL SECTOR EDUCATIVO

El concepto de gestión hace referencia a la acción y a la consecuencia de administrar o gestionar procesos, por lo tanto, se extiende hacia el conjunto de trámites que se llevan a cabo para resolver un asunto o concretar un proyecto por lo tanto Benedito, Ferrer y Ferreres (1995) expresan que “gestión en todas sus manifestaciones, ha de estar orientada por planteamientos de competencia y de mejora profesional, de contribución a la calidad de la docencia de transparencia democrática y de servicio a la comunidad” (p.128).Cassasus (1997) hace referencia a una definición clásica de la gestión, como la capacidad de generar una relación adecuada entre estructura, la estrategia, los sistemas, el estilo, las capacidades, la gente y los objetivos superiores de la organización considerada. O dicho de otra manera, gestión es:

La capacidad de articular los recursos de que se dispone de manera de lograr lo que se desea. Una visión que evoca el tema de identidad en una organización, muestra la gestión como la generación y mantención de recursos y procesos en una organización para que ocurra lo que se ha decidido que ocurra. Desde una perspectiva de la representación podemos decir que la gestión es la capacidad de articular representaciones mentales. O desde la lingüística, la gestión es la capacidad de generar y mantener conversaciones para la acción (p. 17).

Las definiciones anteriores ponen de relieve el hecho de que la gestión tiene que ver con los componentes de una organización en cuanto a sus arreglos institucionales, la articulación de recursos, los objetivos y, por sobre todo, las instituciones entre las personas en la acción. No obstante, Lavín y del Solar (2000), consideran que tradicionalmente el concepto de gestión se asociaba a un campo de la administración, fundamentalmente de empresas. No era de uso común relacionar la gestión a las políticas públicas y raramente se hablaba de “gestionar” la educación. Los cambios en el concepto de gestión, “tienen su origen en las transformaciones económicas, políticas y sociales a que ha dado lugar la revolución tecnológica y han transformado el campo de la organización de las instituciones” (p.18). Es por esta razón que el objetivo primordial de la gestión educativa es centrar, focalizar, nuclear a la unidad educativa alrededor de los aprendizajes de los alumnos. Ibarrola (citado en Chabolla 2001) realizó un ensayo donde expone como gestión educativa:

A la naturaleza de las formas administrativas suficientes, certeras, adecuadas y sobre todo válidas que permitan lograr los resultados buscados, es decir, consiste en la manera como se administran, en el sentido más notable y más completo de este término, los muy distintos insumos que intervienen en los procesos educativos (pp. 21-22).

En ese sentido, si se quiere alcanzar una transformación en la gestión educativa, se requiere la presencia de personas que conozcan educación, pero además quienes se encarguen de ejercerla, deben haber recibido una sólida formación. Para Azzerboni (2004) el concepto de gestión educativa, puede llegar a ser útil para comprender los aspectos más dinámicos de la conducción. “Gestión hace referencia a procesos, permite analizar la toma de decisiones, la conformación de equipos, la delegación, la negociación, la distribución de espacios, tiempos, responsabilidades” (p.34). Por su parte, Aguilera y Gálvez (2004) expresan que “la gestión educativa es el conjunto de actividades concatenadas que van añadiendo valor, y que sirven para lograr el producto educativo y los resultados del colegio” (p. 91).

Partiendo de estas definiciones, se puede expresar que la gestión educativa consiste en presentar un perfil integral, coherente y unificado de decisiones; definir los objetivos institucionales, las propuestas de acción y las prioridades en la administración de recursos; definir acciones para extraer ventajas a futuro; se consideran tanto las oportunidades y amenazas del medio en el que está inserta, como los logros y problemas de la misma organización; comprometer a todos los actores institucionales; definir el tipo de servicio educativo que ofrece.

La efectividad requiere considerar tanto la eficacia como la eficiencia, es la combinación de ambos. Se puede ser muy eficaz pero sin eficiencia y también es frecuente en educación ver acciones eficientes pero ineficaces especialmente en temas de atención educativa especializada y de apoyo a la diversidad del alumnado en situaciones de riesgo. Se produce a bajo costo, con poco profesorado especializado, pero no los objetivos y el alumnado siguen presentando elevados índices de fracaso al tiempo que la enseñanza sigue descompensada y despersonalizada. Por lo tanto, según Geis, A. Longás, J. (2006) la efectividad “viene determinada por los procesos y aunque el término proceso mantiene un significado absolutamente intuitivo, conviene destacar que los sistemas de control de calidad derivados de concepciones empresariales, han remarcado en los sistemas sociales el llamado valor añadido” (p. 317).

Ahora bien con respeto a los factores que influyen en el clima organizacional son lo que corresponde al entorno educativo, existen elementos macros que van desde lo político, económico, social, cultural y hasta ideológicos y es por esta razón que García, Rojas y Campos (2002). Define el entorno como el conjunto de hechos y factores externos

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