Fobias

Introducción.

La estimulación aversiva es un hecho presente en la vida cotidiana e influye en gran parte de las actividades humanas. El miedo, la fobia y la evitación son una parte inevitable de la vida. En estos casos, los individuos aprenden a minimizar su exposición a la estimulación aversiva. Debido a esta característica común, el análisis de estos tres conceptos comparten algunas características.

Una fobia es un temor acusado y persistente que es excesivo e irracional. Es desencadenado por la presencia de diferentes situaciones específicas. Las situaciones fóbicas se evitan o se soportan a costa de la ansiedad. Una fobia se adquiere de una forma compleja, por medio del condicionamiento clásico, el aprendizaje vicario, y la transmisión de información. Normalmente una fobia se adquiere por la existencia de una experiencia traumática, a la que después asocia el elemento que le causa temor. Esta asociación puede ser directa o indirecta. Así mismo, las fobias pueden clasificarse en distintos tipos teniendo en cuenta sus características, y esos tipos de fobias son:

1. La fobia social, que incluye las situaciones en las que la persona siente temor a poder ser evaluado y quedar en ridículo.

2. La fobia específica, se da un miedo excesivo e irracional, desencadenado por la presencia de objetos o situaciones concretas.

3. La ansiedad generalizada, en la que las personas sienten angustia y preocupación en exceso frente a una variedad de acontecimientos. Este estado se alarga hasta seis meses.

A continuación están las fobias

comunes como la aracnofobia, la aerofobia, la claustrofobia, la emetofobia, la brontofobia, entre otras. Todas ellas explicadas a lo largo del trabajo.

Para tratar todas estas fobias, lo primero y más importante, es tener el diagnóstico de un profesional, y como norma general se usa la psicoterapia. Los tratamientos más usuales son:

1. Terapia de exposición.

2. Desensibilización sistemática.

3. Terapia cognitiva.

4. Métodos de choque.

5. Programación Neurolingüística.

Después de las fobias es necesario hablar sobre el miedo, que es un sentimiento natural en las personas, que se caracteriza por un sentimiento desagradable. Aunque existen varias descripciones de la palabra miedo, desde varios puntos de vista. Para diferenciar entre miedo y fobia, solo hay que ver si el miedo llega hasta un punto en el que no se puede llevar una vida normal, en ese caso, ya se puede determinar que es una fobia. Las causas de los miedos y las fobias pueden ser de varios tipos: biológicas, psicológicas y sociales.

El miedo es algo innato porque se puede aprender a tener miedo a distintas cosas en la vida, pero la característica innata en algo con lo cual, nacemos. Por otro lado, el miedo tiene tres componentes a la hora de manifestarse: el cognoscitivo, el fisiológico y el motor. También hay varios tipos de reacción para manifestarlo: la reacción, la defensa, el peligro y el estado. Los miedos pueden ser varios, como el miedo normal, el miedo primigenio, el miedo a la enfermedad….

Los miedos a lo largo de la vida van cambiando con la edad y según van creciendo se centran en su entorno y en sus experiencias. Enfrentarlos es algo difícil, para empezar hay que aceptar que se tiene miedo, y después, y lo más costoso, es reconocer a qué se le tiene miedo.

Por último hay que hablar de la evitación: que es el procedimiento básico del condicionamiento instrumental lo que implica una contingencia negativa entre la respuesta y el estímulo aversivo. El procedimiento de evitación discriminada implica dos tipos de ensayos discretos incitados por el EC, esos dos ensayos son el Ensayo de Evitación exitoso y el Ensayo de Escape.

Dentro de la evitación hay varios tipos para diferenciarla, y son:

1. Evitación de Lanzadera.

2. Evitación discriminada.

3. Evitación no discriminada.

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Fobia:

¿Qué es una fobia?

Al hablar de fobia nos referimos a un temor acusado y persistente que es excesivo e irracional. Este miedo es desencadenado por la presencia o anticipación de ciertos objetos o situaciones específicas. Como pueden ser animales, altura, lugares cerrados o abiertos, oscuridad, volar…

La exposición al estimulo fóbico provoca casi invariablemente una respuesta inmediata de miedo, que puede tomar la forma de una Crisis de Pánico.

Las situaciones fóbicas se evitan o se soportan a costa de una intensa ansiedad o malestar. Para comprender mejor esta secuencia resulta de interés aclarar algunos conceptos como ansiedad, miedo, angustia y estrés.

1. La ansiedad es una respuesta negativa emocional que puede ser atípica y que guarda relación con el miedo, la angustia o el estrés. Hace referencia a la anticipación de un peligro futuro. La ansiedad varía según la persona y el tipo de fobia, por ejemplo, en niños, la ansiedad puede manifestarse a través de lloros, rabietas, inmovilidad o aferrándose a otra persona.

2. El sentimiento que genera la respuesta de ansiedad se llama angustia.

3. Por otra parte, el temor o miedo, es una emoción provocada por un peligro presente e inminente, que se encuentra ligado al estímulo que lo genera. Este temor es una reacción natura para la supervivencia del individuo y se convierte en fobia cuando:

• El objeto temido no extraña ningún peligro real.

• El temor es desproporcionado al peligro.

• El temor es incongruente al resto de la personalidad del sujeto.

• Perturba la vida cotidiana del sujeto.

4. Así, enlazando al temor, el estrés es un proceso adaptativo, de naturaleza no placentera, que, en su funcionamiento, genera emociones.

¿Cómo se adquiere una fobia?

La adquisición de una fobia es un poco compleja, pero se puede explicar resumidamente en base a tres modelos: El condicionamiento clásico, el

Aprendizaje Vicario y la Transmisión de Información. Así, en la adquisición de una fobia, estos modelos interactúan entre sí.

• En el condicionamiento clásico, cabe destacar que no todos los estímulos tienen la misma probabilidad de convertirse en fóbicos. Esto significa que para que un estímulo se convierta en fóbico debe ir seguido de una o más experiencias negativas para que llegue a convertirse finalmente en fobias.

De la misma manera, estos estímulos van asociados a la severidad de las experiencias negativas, es decir, si el estímulo ha sido muy grave o no, dependerá en que se convierta en una fobia o en el grado de fobia; Y de la frecuencia, con qué frecuencia el estimulo ha sido aversivo.

Además, la adquisición de fobias puede explicarse en parte, por factores ontogenéticos

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