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Gente Toxica


Enviado por   •  14 de Noviembre de 2013  •  1.646 Palabras (7 Páginas)  •  448 Visitas

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“EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO”

Viktor E. Frankl

- Análisis -

“El hombre en busca de sentido” es definitivamente una de las obras más importantes y reconocidas de Viktor Frankl, pero para hablar de la obra, primero necesitamos hablar un poco de su autor.

Viktor Frankl fue un psiquiatra nacido en Austria a principios del siglo XIX, quien durante aproximadamente 4 años sobrevivió en los campos de concentración nazis, mismos donde su esposa y prácticamente toda su familia y amigos perecen, es a partir de esta experiencia y este contacto cercano con la muerte, el dolor y la tragedia, que Frankl desarrolla el concepto de logoterapia, que más tarde llegaría a constituirse como la tercera escuela Vienesa de Psicoterapia.

Es justamente a cerca de ésta experiencia de vida que nos habla este libro, nos describe todo el proceso por el cual tuvo que pasar el autor, desde el momento en que es requerido para los campos de concentración, hasta el momento de su liberación y finalmente a manera de cierre nos introduce un poco más al concepto y aspectos generales de la logoterapia.

El autor divide el libro en tres fases, la primera: El internamiento en el campo, donde el autor nos describe de una manera distinta a cualquier otro relato a cerca de los campos de concentración, su vida durante su estancia en Auschwitz desde el momento de su llegada, el sentimiento que segúnFrankl caracterizaba esta fase era el Shock, la dificultad de asimilar el hecho de que de un momento a otro se ha perdido la libertad, toda pertenencia, la dignidad y que podría ser solo cuestión de tiempo el perder también la vida, lo único con lo que contaban ya, su existencia desnuda. En estas condiciones Frankl dice “También nosotros nos agarrábamos a los jirones de esperanza y hasta el último momento creímos que no todo sería tan malo”

La fase dos: La vida en el campo.

Las reacciones de la fase anterior empezaron a desaparecer a los pocos días. A todos los prisioneros los invadió un síntoma de apatía, en la que se llegaba a una especie de muerte emocional, desaparecen sus sentimientos ante la visión de cosas tétricas que ocurren todos los días (como el niño que se le hielan los pies y se medió arranca los dedos con unas tenazas), hasta que al final esas escenas se hacen habituales y se acostumbraban a ellas. Esta apatía era un mecanismo necesario de autodefensa, ya que el prisionero olvidaba todo dolor y sufrimiento y se centraba en un único objetivo, el conservar la vida propia y la de otros compañeros

Los deseos más primitivos de los prisioneros, como comida, un baño caliente, cigarrillos, etc. se hacían ver en sus sueños. En una ocasión, Frankl pretendía despertar a un compañero que estaba teniendo una pesadilla. Pero al final lo dejo porque por muy horrible que fuera la pesadilla siempre seria mejor que la realidad en el campo.

El hecho de la desnutrición que sufrían y que la ausencia total de sentimentalismo provocaba también que el deseo sexual fuera nulo. Pero a pesar del primitivismo físico y mental. Los prisioneros llevaban una profunda vida espiritual. Las personas de constitución débil y que habían llevado una vida espiritual profunda parecían llevar mejor la vida en el campo que las personas fornidas. Esto se debe a que se retrotraían a una vida de riqueza interior y de libertad espiritual. Eso si, no cabe duda de que estas personas de complexión endeble sufrieron muchísimo.

Para aliviar el sufrimiento de los prisioneros se crearon una especie de terapias de grupo basadas en el humor. Se parodiaba todo aquello que había en el campo y por muy horrible que fuera siempre se reían de ello.

La suerte de Frankl se fue incrementando poco a poco. Fue trasladado desde trabajos en el exterior a las cocinas y posteriormente se presento voluntario para trabajar en un campo destinado a enfermos de tifus desempeñando tareas sanitarias.

Una cosa anhelada por el prisionero era la soledad. Dado que vivían en una sociedad comunitaria impuesta, no tenían ocasión de estar a solas consigo mismos. Frankl encontró un lugar destinado a ello cuando lo trasladaron a un campo de reposo.

Aparte de ser un mecanismo de defensa, la apatía era el resultado de otros factores. El hambre y la falta de sueño contribuían a ella, también lo hacia la irritabilidad, que era otra característica del estado mental de los prisioneros. Aparte de las causas físicas estaban también las mentales. Todos los prisioneros tenían algún tipo de complejo de inferioridad.

Tras explicar la psicopatología de los prisioneros del campo se puede sonsacar que el ser humano es una raza completamente influida por su entorno, que en este caso es el campo de concentración. Sin embargo había una única cosa que no se le podía arrebatar a un recluso de un campo de concentración, su libertad interior, su yo mas intimo. A pesar de las condiciones a las que

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