Heuristicas en la observación

Representatividad

Un paciente acude a terapia con un estilo en particular, él tiene rastas en el cabello, por lo que el terapeuta puede caer en sesgos por su apariencia. Su primera impresión se asocia con delincuentes que no hacen nada más que fumar, beber y drogarse. También, puede pensar que el paciente tenga una alta probabilidad de alguna adición, sea alguien desorganizado y desaseado. Este principio lo hace encasillar al paciente en un estereotipo solo por el hecho de tener rastas, pero tal vez no sea certero el concepto que tiene del paciente y el uso de sus rastas puede que sea simplemente estética o moda. Un psicólogo debe respetar los criterios morales y religiosos, sin que ello impida su cuestionamiento cuando sea necesario en el curso de la intervención.

Disponibilidad

Un psicólogo con mucha experiencia en adicciones a veces cree que por los numerosos pacientes que ha tenido sabe de inmediato las características de las mañas que cometen sus pacientes, debido a que se basa en la información que ha tenido en casos similares, entonces estima la probabilidad de ocurrencia del caso.

Ajuste y anclaje

En el caso de un paciente diagnosticado con depresión por su primer psicólogo, aquello puede causar que el nuevo psicólogo solo se enfoque en lo que se halla diagnosticado con anterioridad, entonces seguirá con lo establecido y dejará de estar alerta en algunos aspectos que lo llevarán a otra conclusión distinta. A medida que se vayan desarrollando las sesiones, él podrá observar que quizás el diagnóstico de depresión no sea correcto, y estemos hablando de cambios en el estado de ánimo por un trastorno obsesivo-compulsivo. Por otro lado, puede que siga confiando en la misma postura del anterior psicólogo para tomar su decisión final.

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