Historias Reflexivas
Enviado por MayadeNeza2 • 12 de Febrero de 2015 • 6.371 Palabras (26 Páginas) • 476 Visitas
INDICE
1.- LA HIGUERA EN LA PIEDRA
2.- LAS PERCEPCIONES DEL REY
3.-LA MANO QUE TE GUIA
4.-ARREGLANDO EL MUNDO
5.-UN GANADOR
6.-LA HISTORIA DEL LAPIZ
7.-UN LUGAR DE ECOS
8.-UNA HISTORIA VERIDICA
9.-EPOCA DE CAZA
10.-LO BUENO DE SER SORDO
11.-LA LIEBRE Y EL TIGRE
12.-EL FLORERO DE PORCELANA
13.-COMO CO NTEMPLAR EL ACERO
14.-EL CARPINTERO
15.-COMO VA A HACER TU DIA HOY
16.-EL ALUMNO Y EL MAESTRO
17.-SE VENDEN CACHORROS
18.-EL CUENTO DE LAS CEBOLLAS
19.-EL BILLETE
20.-LA HORCA
1.- La higuera en la piedra
Un día, caminando por las sierras, disfrutando del paisaje y del descanso del fin de semana, encontré algo que llamó poderosamente la atención: una pequeña higuera creciendo en una piedra.
Me llamó poderosamente la atención el nacimiento de este árbol frutal en un medio tan hostil y tan diferente al tradicional y todo esto lo relacioné con la disposición que tiene cada ser humano al afrontar en esta vida tantas dificultades.
Cuando veía la higuera creciendo en la roca, paralelamente me acordaba de mucha gente que he escuchado, a lo largo de mi vida, decir estar deprimida, con problemas, que no podían salir adelante o con falta de tiempo para realizar un trabajo interior por no estar en un medio adecuado.
La higuera en la piedra me hizo pensar en todas aquellas personas que no supieron adaptarse al medio ambiente y sucumbieron ante las adversidades de la vida, y que ni siquiera entendieron el por qué de su paso por la vida.
Muchos pensamientos, de una manera intuitiva, me pasaron por la cabeza; me alegraba cuando veía esta higuera cumpliendo con su misión en la tierra… crecer a pesar de todo.
Todo ello me llevó a la reflexión; una reflexión que sólo me reafirmaba lo que ya sabía, pero intuitivamente sabía que tenía que escribir este artículo para muchos que aún necesitan reafirmar que no importa el medio en que uno viva, o en qué familia ha nacido, si es pobre o rico, si nació en el primer mundo o en el último, si nació con problemas o sin ellos. La vida tiene muchas facetas y nosotros, al igual que nuestra amiga la higuera, sólo tenemos que crecer a pesar de los obstáculos, aprender y crecer espiritualmente.
Ese es nuestro fin, nuestro destino en nuestra evolución.
Sucumbir en nuestra evolución es sólo demorar nuestra felicidad.
Anímate y sé como la higuera; no sólo crece, sino también da tus frutos para que otros también puedan crecer.
2.- Las Percepciones Del Rey
Un poderoso rey encontró finalmente el amor. Su joven esposa tenía todas las condiciones que un hombre pudiera desear en la vida. Además de ser hermosa y atractiva, era alegre y entusiasta, con un corazón amoroso siempre abierto a ayudar a los demás. El amor fluía entre ellos como en pocas ocasiones se había visto.
En los actos protocolares ella caminaba orgullosa a la par del rey. Muy alagado el monarca pensaba: “Cuánto me quiere. Ella sabe que el protocolo indica que debe permanecer detrás de mí, que mis súbditos pueden ir a prisión si no hacen eso, sin embargo ella me ama tanto que siempre quiere estar a mi lado”.
En cierta ocasión, ella se disponía a comer una manzana. Era la última que quedaba y tenía un brillo que la hacía realmente apetitosa. En eso llegó el rey y al ver aquella fruta resplandeciente manifestó su deseo de comerla. Ella lo miró con dulzura, le dijo que era la última que quedaba pero que no tenía problema en compartirla. Tomó un cuchillo, la cortó en dos y de inmediato le ofreció una de las mitades a su esposo. El monarca pensó: “Cuánto me quiere. Ella es capaz de compartir lo que sea conmigo. Que suerte he tenido”.
Pasaron unos años antes que se presentaran problemas en la pareja. Tras un fuerte altercado, ella se retiró del amplio salón en el que discutían, dejando al Rey solo. De inmediato el soberano mandó a llamar a su consejero para quejarse amargamente de su esposa.
– Ella nunca me quiso – decía lleno de rabia -, cada vez que tenemos un acto protocolar es incapaz de permanecer detrás de mi, siempre se pone a mi lado y olvida que yo soy el monarca y que nadie puede ponerse a la par del rey. Es una insolente, no me ama, no respeta la dignidad de mi majestad. Lo que siempre quiere es brillar ella por encima de mí.
– Pero su majestad – alcanzó a decir el consejero.
– No me interrumpa – gritó el rey –. Definitivamente ella dejó de amarme hace mucho tiempo. Recuerdo aquella vez que llegué hambriento, solamente había una manzana y ella fue incapaz de dármela. Lo único que alcanzó a hacer fue cortarla en dos y darme el trozo más pequeño. Que insolencia, tratar así al Rey, ¿no se da cuenta que ella es sólo un súbdito? He mandado a cortar muchas cabezas por mucho menos que eso.
Y las quejas continuaron por mucho tiempo…
3.- La mano que te guía
El niño miraba al abuelo escribir una carta. En un momento dado, le preguntó:
–¿Estás escribiendo una historia que nos pasó a los dos? ¿Es, quizá, una historia sobre mí?
El abuelo dejó de escribir, sonrió y dijo al nieto:
–Estoy escribiendo sobre ti, es cierto. Sin embargo, más importante que las palabras es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú fueses como él cuando crezcas.
El niño miró el lápiz, intrigado, y no vio nada de especial.
–¡Pero si es igual a todos los lápices que he visto en mi vida!
–Todo depende del modo en que mires las cosas. Hay en él cinco cualidades que, si consigues mantenerlas, harán de ti una persona por siempre en paz con el mundo. Primera cualidad: puedes hacer grandes cosas, pero no olvides nunca que existe una mano que guía tus pasos. A esta mano nosotros la llamamos Dios, y Él siempre te conducirá en dirección a su voluntad.
Segunda: de vez en cuando necesito dejar de escribir y usar el sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final está más afilado. Por lo tanto, debes ser capaz de soportar algunos dolores, porque te harán mejor persona.
Tercera: el lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar aquello que está mal. Entiende que corregir algo que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia.
Cuarta: lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por lo tanto, cuida siempre de lo que sucede en tu interior.
Finalmente, la quinta cualidad del lápiz: siempre deja una marca. De la misma manera, has de saber que todo lo que hagas en la vida dejará trazos,
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