Homosexualidad
Enviado por mayrafloreshiria • 28 de Febrero de 2015 • 2.017 Palabras (9 Páginas) • 227 Visitas
1.1¿Qué es la homosexualidad?
Homosexualidad es la atracción sexual hacia personas del propio sexo. En cromosomas, hormonas sexuales y constitución física los homosexuales son normales. Hubo un tiempo, el de Freud, en que se pensó que se debía a factores hereditarios, pero esta hipótesis hoy ha sido científicamente desechada. Los homosexuales son biológicamente normales, lo que no es normal es el ejercicio de la homosexualidad. Es de advertir que el homosexual tiene instintos heterosexuales; lo que ocurre es que se le bloquean por alguna razón, que puede ser un complejo de inferioridad. Quienes de verdad se empeñan en luchar contra ese complejo, aun en casos de transexualidad, en uno o dos años acaban con sus obsesiones. Para dar la impresión de normalidad, hay quien asegura que quizá uno de cada cinco hombres tiene «tendencias» homosexuales, pero las estadísticas lo desmienten y ponen de manifiesto que en realidad no pasan de un uno o dos por ciento.
Existe el criterio de que el homosexualismo es una variante o una preferencia, una condición o una opción. Los partidarios del criterio de que es una condición sostienen la teoría de que esta condición se posee por razones biológicas que pueden ser establecidas por los genes. Pero si esto fuera cierto, los gemelos tendrían siempre la misma orientación sexual. Sin embargo, hay numerosos casos de gemelos que no son idénticos en su orientación sexual; especialmente los que, por haber crecido separados, han recibido distinta educación.
Otros consideran que la homosexualidad está condicionada por factores hormonales. Pero la mayoría de los homosexuales tienen todos los niveles de hormonas en la normalidad. Aunque se puede dar el caso que las personas que sufren enfermedades con desequilibrio hormonal, como los varones con pérdidas de la función de los testículos desde niños, pueden llegar a ser un "caldo de cultivo" para ser reclutados por homosexuales militantes. Sin embargo, si son educados como varones, no caen en el homosexualismo, aunque sus niveles hormonales no sean normales.
Nosotros consideramos que las personas que se sienten atraídas por personas del mismo sexo sufren de un desorden emocional condicionado por distintas razones, y aunque cada persona es única e irrepetible, su homosexualidad suele depender más frecuentemente de las siguientes causas:
Padre violento, alcohólico, hostil o distante.
Madre sobreprotectora.
Madre con trastornos emocionales que no transmite cariño adecuadamente.
Timidez extrema casi siempre condicionada por un mal desarrollo físico, como niños muy delgados o muy obesos.
Ausencia de la figura paterna del hogar por muerte o divorcio, sobre todo si se produce en etapas críticas del desarrollo.
Falta de identidad con iguales del mismo sexo.
Abuso sexual o violación.
Ausencia de juegos de participación.
Padres que no fomentan la identificación con su propio sexo.
La palabra homosexual proviene del griego HOMO que significa mismo, es decir, una persona que gusta de su mismo. Se puede decir que la homosexualidad es una fuerte atracción preferencial hacia personas del mismo sexo, se les llama homosexuales a las personas que gustan de compartir sus cuerpos en lo sexual y tal vez en lo sentimental con personas de su mismo sexo.
Marco Teórico
Antiguamente la homosexualidad era vista por gran parte de la literatura clínica como una patología, una forma de trastorno psicosexual, que se los vinculaba a una serie de trastornos análogos. Hoy día sigue siendo tratada como una perversión por parte de muchos heterosexuales –es decir, como específicamente antinatural y como moralmente condenable.
Aunque en la actualidad el término “perversión” vinculado a la homosexualidad ha casi desaparecido de la psiquiatría clínica, y también ha menguado la fobia social hacia este sector de la población, no podemos asegurar una superación de la marginación respecto a este tema..
La posibilidad de dar a conocer la homosexualidad y sus protagonistas condujo a grandes cambios en la vida sexual en general. Un signo de ello ha sido la popularización del vocablo auto descriptivo: “gay”. Desde luego, sugiere colorido, abertura y legitimación, un grito que derriba la imagen de la homosexualidad como una práctica antinatural.
Las comunidades de cultura “gay” que surgieron en las ciudades norteamericanas, así como en muchas áreas urbanas de Europa, proporcionaron un nuevo rostro público del homosexual.
En un nivel más personal, sin embargo, el término “gay” trajo con él una diseminada referencia a la sexualidad como una cualidad o propiedad de la identidad personal. Una persona “tiene” una sexualidad, gay o diferente, que puede ser reflexivamente asumida, interrogada y desarrollada. (Anthony Giddens, 1998, Pág. 23)
La idea de “relación” emerge tan fuertemente en las subculturas gay como en la población heterosexual. Los homosexuales masculinos tienen diversos compañeros y el contacto físico con ellos puede ser esporádico. Esto conduce a una idea de promiscuidad sexual que se continuó hasta la llegada del SIDA. De este modo podría parecer que nos encontramos frente a un universo social de sexualidad masculina desenfrenada, donde los encuentros de una noche se han convertido en acoplamientos indiscriminados de diez minutos. Esto es una gran distorsión de la realidad. De hecho, una elevada proporción de gays y la mayoría de las mujeres lesbianas, mantienen una relación de pareja por mucho tiempo. Los mismos estudios citados encontraron que la mayor parte del público encuestado había mantenido una relación con un compañero principal, al menos una vez durante un periodo de dos años o más. (Anthony Giddens, 1998, Pág. 24)
Se ha demostrado que a través del paso del tiempo, los homosexuales fueron ganando espacios en la sociedad, aunque en el caso de la televisión la situación cambió de rumbo. Y esa es la principal vía de reflexión de este ensayo.
La cultura debe ser pensada como un todo integrado por pequeñas subculturas identificadas y específicas y que sociabilizan entre sí. Griffin, E. (1997) propone ver a los medios de comunicación masivos y a la publicidad como agentes que colaboran a que algunas agrupaciones tengan una hegemonía en la sociedad, influenciando o dominando a otro grupo social o subcultura. En este caso los gays son mostrados en la oposición heterosexual-homosexual, siendo muchas veces dominante el pensamiento del primero que genera a posteriori el surgimiento de grupos sociales que acometen contra la existencia
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