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INFLUENCIA DE LA FAMILIA EN EL DEPORTE

chacchi4511 de Junio de 2015

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LA INFLUENCIA DE LOS PADRES EN LA PRÁCTICA DEPORTIVA

Resumen

El fenómeno de la socialización hace referencia a la forma en la que la sociedad, a través de una serie de agentes, moldea al sujeto, integrándolo en un sistema cultural de referencia. En este proceso los agentes primarios de socialización en el niño son la familia (especialmente padres y madres), la escuela y el grupo de iguales, existiendo toda una serie de agentes o influencias secundarias que adquieren mayor importancia conforme el niño crece.

En este sentido, y considerando los valores positivos y las potencialidades (físicas, psicológicas y sociales) que el deporte puede tener para los niños y los jóvenes, este artículo analiza en primer lugar, y con un enfoque conceptual (desde una perspectiva teórica) de la influencia que los padres y madres de los jóvenes deportistas tienen en la socialización hacia y en el deporte de sus hijos, para exponer posteriormente una serie de experiencias contrastadas relativas al tema, para finalizar con una serie de conclusiones/reflexiones prácticas.

LA INFLUENCIA DE LOS PADRES EN LA PRÁCTICA DEPORTIVA COMPETITIVA

1. Introducción

La socialización es el proceso mediante el cual la sociedad moldea al individuo para integrarlo en sus sistema cultura (1), a través de la interiorización de este sistema, aceptándolo y reproduciéndolo (2).

A través del juego y el deporte, y como construcciones sociales que son, personas de cualquier edad y condición social pueden tener la oportunidad de aprender normas, valores y comportamientos relevantes para la convivencia social. Además la práctica en un grupo, en un club, o representando a un municipio o un estado, facilita el sentimiento de pertenencia, por tanto, la identidad individual, como miembro de esa sociedad y esa cultura específicas y una identidad colectiva en cuanto a pertenecer a una entidad a la cual se representa.

La socialización en general tiene que ver con un alto grado de conformidad entre, por un lado, las conductas y actitudes de los individuos y, por otro, las expectativas que los demás tienen sobre ellos en diversas situaciones sociales (3). Es un proceso doble, mediante el cual por una parte, se transmiten las normas culturales vigentes (en el sentido gramsciano del término) en un grupo determinado (enculturación) y, por otra, se da una apropiación, una interiorización individual de las mismas, de forma que estas normas sociales terminan conformando su personalidad y facilitan la adaptación a la convivencia en sociedad. Mediante la socialización, la sociedad se reproduce a sí misma y colabora a mantener el orden establecido (existiendo así mismo procesos de producción que permiten que la sociedad se transforme).

En este sentido, la socialización primaria, donde la familia, a través del habitus de Bourdieu (4) supone la principal influencia seguida de la escuela; el grupo de iguales, los medios de comunicación, serían agentes secundarios. En el caso que nos ocupa, el deporte competitivo, no debemos dejar pasar por alto la relevancia de la figura que el entrenador deportivo tiene en esta socialización deportiva y vital. El entorno familiar tiene un papel decisivo no sólo en la iniciación, sino en la relación (positiva, negativa o indiferente) que las niñas y los niños tendrán con la actividad física, con su continuidad y dedicación, y en su actitud hacia la misma. Esta influencia está basada en la copia de modelos de práctica, el apoyo u obstáculos percibidos, así como de la aportación de recursos económicos y humanos para que la actividad deportiva pueda desarrollarse.

En la socialización deportiva se han distinguido tres fases o etapas: la socialización hacia el deporte, la socialización a través del deporte y el abandono o retirada (3) y (4). En estas tres fases tienen una importancia determinante los diferentes agentes de socialización que influyen en el deportista.

La socialización hacia el deporte es el proceso mediante el cual el sujeto adquiere e interioriza la cultura deportiva, incorporándola a su personalidad (5); incluye, entre otras variables personales (psicológicas) las razones para iniciarse en el deporte en general y en un deporte en particular. Según el modelo de rol social/sistema social de Kenyon y McPherson (3), los tres elementos que influyen en esta atracción inicial y mediatizan el aprendizaje para definir unos “roles deportivos”:

a) Atributos psicológicos y personales de la persona que se socializa (personalidad, actitudes, habilidades motrices, etc.).

b) Apoyo percibido en forma de ánimo y reconocimiento por parte de los agentes de socialización que actúan como modelos de rol.

c) Sistemas sociales o instituciones (familia, grupo de iguales, escuela, estado, etc.).

La socialización a través del deporte se refiere al aprendizaje de actitudes, valores y habilidades que se adquieren mediante la participación en una actividad deportiva y que permiten al individuo integrarse en su sociedad de referencia (5). Los practicantes del deporte se desenvuelven en un ambiente social que en cierto modo condiciona su crecimiento deportivo y personal, favoreciendo o entorpeciéndolo (3).

Finalmente la fase final, abandono o retirada del deporte puede ser voluntaria e involuntaria y en ella debe distinguirse aquellos que abandonan definitivamente la práctica deportiva de los que cambian de actividad o incluso de nivel de la misma (ejemplo: abandono de la actividad competitiva para pasar a la recreativa). Para Bussman (6), el abandono es un fenómeno multifactorial, citando entre los motivos para el mismo:

- Estrés causado al intentar compatibilizar estudios y entrenamientos.

- Lesiones (pudiendo haber sido causadas por una especialización precoz, deficientes rutinas de entrenamiento o competición, falta de instalaciones adecuadas o materiales, causas físicas, etc.).

- Conflicto de intereses entre el entrenamiento y las restantes actividades de tiempo libre (relaciones sociales, desarrollo personal, tiempo familiar, etc.).

- Conflictos surgidos en el ambiente deportivo (con el entrenador, los compañeros, directivos, etc.).

- Falta de apoyo familiar.

- Características motivacionales del deportista y características psicológicas específicas del rendimiento deportivo.

- Baja movilidad social que conlleva (búsqueda de otros ámbitos de inversión de tiempos y esfuerzos).

- Actitud crítica hacia el deporte competitivo que hagan que viva con desagrado la experiencia de competición.

Entre los agentes de socialización deportiva destacan, sobre todo en la infancia, los padres y madres de familia, quienes van transfiriendo esa influencia a los entrenadores; en la adolescencia además se añaden los compañeros o el grupo de iguales, y conforme se avanza en la edad de los practicantes, es mayor la influencia de otros agentes (organizadores, árbitros y jueces, medios de comunicación, espectadores, etc.).

2. La influencia parental en el deporte competitivo

Los padres tienen una influencia fundamental en la participación de los niños en el deporte, sobre todo en la etapa de iniciación, siendo muchas veces quienes eligen el deporte u orientan al niño hacia determinadas prácticas deportivas. En esos primeros momentos además el niño pasa todavía mucho tiempo con la familia (3), al no haber establecido todavía una red social y ser más susceptible a evaluar su propia competencia en base al feedback de los adultos. Además de ese acercamiento a la actividad deportiva inicial, el valor que los padres den a la misma, lo que para ellos signifique el éxito y el fracaso, el juego limpio, el respeto a las normas y a los demás actores (compañeros, rivales, entrenadores, jueces, etc.), serán decisivos en el comportamiento deportivo en el mediano y largo plazo.

La clasificación que proponen García Bengoechea y Stream (7), basada en una investigación cualitativa con deportistas adolescentes canadienses, resulta muy adecuada para esta reflexión, puesto que relaciona los agentes de socialización deportiva con la motivación, obteniendo cinco categorías en las que “los otros” se presentan como agentes que influyen en la práctica deportiva, pudiendo incentivarla o desmotivarla:

- Otros como proveedores de apoyo (padres e instituciones que aportan no sólo recursos económicos, sino información, apoyo emocional, etc.).

- Otros como fuente de presión y control (padres y entrenadores, fundamentalmente).

- Otros como agentes de socialización en cuanto a las orientaciones de desempeño (orientación hacia la tarea o al resultado de padres y entrenadores).

- Otros como fuentes de información relevante sobre la competencia (retoralimentación positiva o negativa).

- Otros como modelo a imitar (modelos deportivos en cuanto a sus logros, o modelos éticos).

Gimeno (8), y tras una exhaustiva revisión de los autores que han estudiado la relación de familia y entrenadores en el deporte afirma que “entrenadores y padres, o padres y entrenadores (el cambio de orden en este caso no altera el resultado) son responsables, en gran medida, de las consecuencias que sobre el desarrollo psicológico y físico tendrá la práctica deportiva de sus deportistas o hijos, respectivamente”.

Smoll (9) estableció 5 tipos de padres de deportistas: el desinteresado, el hipercrítico, el vociferante, el entrenador en la banda y el sobreprotector. Precisamente

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