Identidad En Los Adolescentes

Adolescencia, trauma identidad.

La construcción cultural llamada adolescencia, es producto de una interacción entre las condiciones psicosociales y las imágenes culturales que una sociedad elabora en cada momento histórico.

Dentro de la adolescencia se colocaba la presión de lo que se llama normalización, siendo una manera de cómo proceder ante la sociedad en la que vive.

La noción de normatización implica tener un proyecto cerrado y acabado (estudios u objetivos laborales, casarse, formar una familia) y ese proyecto exige contar con un mundo dado de antemano que es la meta, lo que se desea alcanzar.

Los adolescentes que transgrede normas sociales son una forma de ir conquistando su autonomía afrontar un límite que permite ampliar la potencia del sujeto y del colectivo social en la búsqueda.

En la actualidad nos encontramos frecuentemente con lo que se le llama adolescente navegador, dotado de una consistencia yoica que le permite navegar por el mundo y expandirse a diferentes potencialidades creativas, surcar diferentes caminos.

Este adolescente tendrá la capacidad para manejar su vida con adaptabilidad, flexibilidad enfrentando distintas situaciones y poderlas resolver, instrumentando defensas suficientes cuando la situación sea hostil, lidiando con estados emocionales de su interior.

“Navegar para atravesar tormentas sin naufragar”.

Existe otro tipo de adolescente el “yuppie” joven profesional urbano, son jóvenes exitosos en los negocios y en la vida. Su meta triunfar en cualquier ámbito y adquirir notoriedad. La apariencia que proyecta o cree proyectar es sumamente importante, tiene un estilo de vestir que suele hacer juego y de nivel elevado, su imagen es mantener el éxito. y el “adolescente del descarte” que es el de la anomia. No pueden navegar ni construir y sufren un colapso caótico en cualquier proyecto que inician.

En la actualidad muchos adolescentes sienten que ya pueden navegar, pues la sociedad funciona como un elemento traumático, en tanto no permite la navegación de planes y por ende proyectos identificatorio.

“Cuanto más intenso el trauma, tanto más seguramente exteriorizara su perjuicio”

El yo, al desencadenar la señal de angustia, intenta evitar verse desbordado por la aparición de la angustia automática que caracteriza la situación traumática en la cuales haya indefenso.

Un suceso para el adolescente puede ser traumático cuando enfrenta y resuelve catástrofes que estructuran el psiquismo volviéndose más complicado que de costumbre.

Aunque también un trauma puede ser generador de cosas nuevas, posibilidad de creación y de aumento de la complejidad yoica de enriquecimiento, esto es porque en la construcción de la subjetividad, en determinadas circunstancias pueden funcionar como acontecimientos que un observador quizá catalogue como traumáticos; pero si esos acontecimientos no producen parálisis en la sensación de yo soy, funcionaran como motores en la complejización y expansión de identidad.

Hasta la infancia la identidad se completaba bastante con las afirmaciones “yo pertenezco a esta familia”, yo soy hijo de mamá y papá, rota esta pertenencia el adolescente debe salir a conquistar nuevos territorios, distintas familias, elegir a sus otros

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