La Construcción De La Identidad En El Adolescente Y La Influencia De Las Relaciones Sociales.

La construcción de la identidad en el adolescente y la influencia de las relaciones sociales.

En el presente texto relata sobre el proceso que se lleva a cabo para que el adolescente lleve a cabo la construcción y solidificación de la identidad propia, misma que no podría lograrse sin la interacción de su entorno como principal influencia tomando en cuenta círculos sociales tales como la familia, amigos, compañeros de escuela, compañeros de algún grupo social al cual pertenezcan etc. y como uno de estos factores como los que estaré por mencionar se dan en esta tarea misma que de no “llevarse a cabo” tendría consecuencias serias en la persona, mas adelante.

Es considerado como el periodo más crítico para el desarrollo de la personalidad, etapa en la que el individuo necesita “hacerse” con una firme identidad, es decir saberse individuo distinto a los demás, conocer sus posibilidades, su talento y sentirse valioso como persona en el mundo en el cual convivimos. Son los años en que el niño pasa de la dependencia principalmente de sus padres o las personas que lo criaron a la independencia y a la confianza en su propio ser. Es el momento en que se comienzan a plantear cuestiones básicas, el plan de vida, situaciones sentimentales, preguntas existenciales, en la independencia de la vida y su capacidad para relacionarse con individuos del sexo opuesto etc.

Para llevar a cabo la tarea fundamental de la adolescencia, en esta edad puede comenzar a desarrollarse una forma diferente de ver el mundo, el pensamiento abstracto, que permite un gran distanciamiento de la realidad inmediata para juzgarla a partir de lo que podría ser, imaginar otras posibilidades además de las que existen, pensar sobre lo que se piensa o lo que se siente, tratar de explicar lo que sucede a través de múltiples hipótesis, o analizar todas las posibilidades y valorar la realidad como una de dichas posibilidades. Capacidad que no todos los adolescentes desarrollan por igual y que desempeña un decisivo papel en la principal tarea que debe realizarse en esta edad: la construcción del propio proyecto vital. Para elaborarlo adecuadamente conviene plantearse la propia vida como un conjunto de posibilidades que pueden ir mucho más allá de las realidades que rodean al adolescente. Estos cambios pueden ser el origen de algunos problemas de indisciplina producto de la mala crianza del entorno y la familia que la persona ha sufrido a lo largo de la vida.

La tendencia de los adolescentes a pensar sobre sí mismos, a buscar su diferenciación y su coherencia, les lleva a contarse una historia sobre sí mismos basada en el convencimiento de que su experiencia personal es algo especial y único. Este problema podría estar en la base ciertas conductas negativas en que se implican algunos adolescentes con cierta frecuencia, creyendo que las consecuencias más probables de dichas conductas no pueden sucederles a ellos porque son “especiales”. Esta fuerte necesidad que los adolescentes tienen de sentirse especiales ayuda a explicar por qué a veces puede considerar deseables determinados problemas (como la violencia o la expulsión de la escuela o alguna situación de esta índole).

Los problemas anteriormente mencionados pueden comenzar a superarse a través de una adecuada interacción con el grupo en el cual se relaciona constantemente que permita al adolescente contar con un escenario real con el que compartir sus pensamientos y sentimientos para de esta manera descubrir así que a pesar de ser diferente comparte con los demás importantes semejanzas, puesto que todos somos únicos y especiales y al mismo tiempo iguales a los demás, incluso en la adolescencia. Los procedimientos grupales que se emplean en la escuela

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