Inteligencia Emocional
Enviado por PabloVRz • 24 de Mayo de 2012 • 340 Palabras (2 Páginas) • 439 Visitas
Una de las herramientas más poderosas que la psicoterapia utiliza es el soliloquio positivo: sustituir los pensamientos negativos por pensamientos constructivos a lo largo del día. El soliloquio no es más que el conjunto de declaraciones que usted se dice a sí mismo; es el diálogo interno que sostiene con usted todo el tiempo. Durante una crisis, cuando la vida se ve mal, es probable que el soliloquio refleje todos los pensamientos y todos los sentimientos negativos.
Pero los terapeutas han aprendido que una forma muy buena de modificar los sentimientos negativos y la conducta destructiva es cambiar los pensamientos que están detrás de ellos. Lo que usted piensa sobre algo afecta en forma directa su manera de actuar y de sentir.
Al sustituir los pensamientos e imágenes negativos por positivos y repetirlos ante una mismo con regularidad, se comienza a pensar y a actuar de una manera más constructiva y saludable.
La práctica es importante porque se requiere la repetición para contrarrestar los pensamientos negativos y para introducir las alternativas positivas en la vida mental diaria. Algunas personas pasan el día evaluando su desempeño en forma crítica y diciéndose: "¡Hice una estupidez! ¡Nunca haré nada bien!". Superar las tendencias negativas requiere práctica: la misma clase de práctica que se necesita para desarrollar cualquier habilidad, desde tocar el piano hasta jugar al golf. Practicando el soliloquio positivo, poco a poco usted aprende a pensar en forma positiva.
Los consejeros han descubierto que las personas que sufren angustias muy intensas cuando se enfrentan con nuevas situaciones sociales, a menudo se hacen daño repitiendo una y otra vez declaraciones negativas del tipo de: "Sé que pasaré papelones" o "Sé que voy a avergonzarme, lo sé". El soliloquio negativo va convirtiéndose en una profecía, confirma los peores temores del individuo.
Un ardid importante para comenzar el soliloquio positivo es, cuando uno se advierte repitiendo algo negativo, decirse de inmediato: "¡Basta de eso!" y luego recordar algo positivo referente a la situación o repetir una frase o una declaración positiva que ayude a elaborar una atmósfera que contenga esperanzas.
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