Inteligencia emocional. ¿Cómo podrían tomar en cuenta las emociones de sus alumnos en el día a día del aula?

1. ¿Cómo podrían tomar en cuenta las emociones de sus alumnos en el día a día del aula?
2. ¿Cómo podrían trabajar todas las etapas del desarrollo emocional en los niños y/o jóvenes a lo largo del año?
3. ¿Qué acciones podrían realizar en el aula para que se cultiven y practiquen diariamente las que favorecen el aprendizaje y el bienestar personal y social?

1. Creo que uno de los desafíos más complejos del sujeto y plenamente en la educación es la identificación de las sensaciones así que el planteamiento de las identificaciones del cómo me siento, porqué me siento así, trabajar los tópicos desde los talleres de filosofía pensando en las emociones que me habitan y a veces nos desbordan es un buen modo de comenzar a desarrollar capacidades que quizás hasta ese momento permanecieron no reconocidas, nos apoyamos en la sentencia de que “la escuela es el ámbito social ideal donde se pueden aprender aquellas emociones secundarias que favorecen los vínculos sociales, de manera integrada a los contenidos curriculares” (pág. 6 documento Infod. Las capacidades socio-emocionales en la escuela: un nuevo reto para la educación. Clase 2)

Usualmente creemos que la no implicación emocional del docente suma en algún tipo de esterilización y neutralidad educativa, y considero que eso no sería posible desde un enfoque planteado desde la vivencia real y cotidiana en cuanto a que todos somos personas críticas atravesadas por múltiples discursos y realidades, atravesadas por emociones que circulan en el aula, incluso desde el exterior todo el tiempo.

1. Una de las formas que se me ocurre a partir de introducir el reconocimiento de las emociones en los estudiantes y en el aula en los cohortes iniciales de los diferentes ciclos vividos dentro del aula, por clase, por ciclo de aprendizaje, por año, etc. En cuanto al manejo de las emociones en las diferentes partes del año y de la clase. Esto se justificaría desde que no se llega de la misma manera al comienzo de la clase que al medio, que al final. No se llega con la misma predisposición e interés al inicio del año que antes del receso o al final. Los tiempos de desarrollo afectan claramente como percibimos y esta capacidad de percepción afecta nuestro sentir con respecto a las tareas o nuestro traspaso en la institución escolar. Por otra parte la posibilidad de aceptar eso que estoy sintiendo y darle ya un nombre para posteriormente expresarlos por medio de canales que los estudiantes sientan que son cuidados y contenidos, donde encuentren un interlocutor atento y preocupado por lo que dicen hace que esa tarea no sea tan dificultosa. Para por último poder llegar a la fase final de desarrollo que tiene que ver con el manejo de las emociones, y la autorregulación de las mismas, muchas veces las actividades artísticas serán canales para sublimar estas emociones intensas que necesitarían poner por fuera de sí para poder tolerarlas.
2. Me gustaría pensar en que prácticas tales como explicitar cómo llega cada cual a ese espacio nos podría hacer más compasivos y comprensivos con el otro, nos podría poner más empáticos, y a su vez dinámicas de cambios de roles y de fluir. Creo que los cambios dentro del aula tienden a desestructurar rigidizaciones que si bien sirven para ordenarse también aíslan y censuran, una de las propuestas sería hacer agrupamientos móviles; y reuniones al inicio para decir cómo llegamos a la clase y cómo nos vamos de la clase. Poner en relieve si hubo algún dato curioso y desear volver a vernos.

Las mediaciones en conflictos entre compañeros creo que pueden dar buenas herramientas para todos quienes están en medio de los conflictos, ya que nos posibilitan cambiar de lugar con los problemas, tomar nuevos focos de atención, tener nuevas ideas, y experimentar nuevas sensaciones.

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