Ivan Pavlov Reflejos condicionados

Catedrático: Licda. Paola

Curso: Introducción a la Psicología

Carrera: Licenciatura en Psicología

Salón: 109

                        GRUPO  6

                                                                            Zayda Jeanette Garrido Paz - 201602968

              Jessica Scarlette Dávila Chinchilla – 201600464  

       Carmen Liseth Maeda García – 201600325

   Kasandra Abigail Barahona Castellanos – 201602713

                        Blanca Cristina Morales Díaz – 201604176

                        Sindy Larrazabal – 201604222

IVAN PETROVICH PAVLOV 

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     Fue un fisiólogo que nació el 26 de septiembre de 1,849 en la ciudad de Rizan en Rusia, y falleció el 27 de febrero de 1,936. Al principio Ivan Pavlov inicio sus estudios en teología los cuales abandono para empezar una carrera en medicina y química en la universidad de San Petersburgo, finalizo su doctorado en 1883. En Alemania se especializo en fisiología intestinal y el funcionamiento del sistema circulatorio.

     En 1,890 fue nombrado profesor de fisiología en la Academia Médica Imperial y fue nombrado director del departamento de fisiología del Instituto de Medicina Experimental de San Petersburgo. Durante esa década centro su trabajo en la investigación del aparato digestivo y el estudio de los jugos gástricos, trabajos por lo que obtuvo un premio Nobel de Medicina en 1,904. Los resultados de sus investigaciones fueron publicadas en un libro llamado The Work of the Digestive Glands.

     Ivan Pavlov es conocido por la ley de reflejo condicional. Cuando su libro ley fue traducida al inglés fue llamada “reflejo condicionado”, la cual empezó a desarrolla en el año de 1,901 junto con su asistente Ivan Filippovitch Tolochinov. LA teoría de reflejo condicionado fue descubierta porque Pavlov observó que la salivación de los perros que utilizaban en sus experimentos se producía ante la presencia de comida o de los propios experimentadores, y luego determinó que     podía ser resultado de una actividad psicológica, a la que llamó "reflejo condicional". Esta diferencia entre "condicionado" y "condicional" es importante, pues el término "condicionado" se refiere a un estado, mientras que el término "condicional" se refiere a una relación, que es precisamente el objeto de su investigación. Realizó el conocido experimento consistente en hacer sonar un metrónomo a 100 golpes por minuto (pero también se cree que utilizó una campana) justo antes de dar alimento en polvo a un perro, llegando a la conclusión de que, cuando el perro tenía hambre, comenzaba a salivar nada más al oír el sonido del metrónomo.

      Las observaciones originales de Pavlov eran simples. Si se ponen alimentos o ciertos ácidos diluidos en el hocico de un perro hambriento, éste empieza a segregar un flujo de saliva procedente de determinadas glándulas. Este es el reflejo de salivación, pero eso no es todo. Pavlov observó que el animal también salivaba cuando la comida todavía no había llegado al hocico: la comida simplemente vista u olida provocaba una respuesta semejante. Además, el perro salivaba ante presencia de la persona que por lo general le acercaba la comida o cualquier otro estímulo que sistemáticamente la anunciara. Esto llevó a Pavlov a desarrollar un método experimental para estudiar la adquisición de nuevas conexiones de estímulo y respuesta. Indudablemente, las que había observado en sus perros no podían ser innatas o connaturales de esta clase de animal, por lo que concluyó que debían ser aprendidas (en sus términos, condicionales). El primer paso, cuando se realiza este experimento, es familiarizar al perro con la situación experimental que va a vivir, hasta que no dé muestras de alteración, sobre todo cuando se le coloca el arnés y se lo deja solo en una sala aislada. Se practica una pequeña abertura o fisura en la quijada del perro, junto al conducto de una de las glándulas salivares. Luego, se le coloca un tubito (cánula) de cristal para que salga por él la saliva en el momento en que se activa la glándula salivar. La saliva va a parar a un recipiente de cristal con marcas de graduación, para facilitar su cuantificación.

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Estímulo y Respuesta

     La magnitud de las respuestas a los diferentes estímulos puede medirse por el volumen total o el número de gotas segregadas en una determinada unidad de tiempo. Desde la habitación contigua, y a través de un cristal, el experimentador puede observar el comportamiento del perro, aplicando los estímulos y valorando las respuestas. Antes de empezar el experimento, Pavlov midió las reacciones de salivación a la comida en el hocico, que fue considerable, mientras que salivó muy poco sometido al estímulo del sonido. A continuación, inició las pruebas de condicionamiento. Hizo sonar el metrónomo (estímulo neutral), e inmediatamente después presentó comida al animal (estímulo incondicional), con un intervalo muy breve. Repitió la relación entre este par de estímulos muchas veces durante varias semanas, siempre cuando el perro estaba hambriento. Después, transcurridos varios días, hizo sonar solamente el metrónomo y la respuesta salival apareció al oírse el sonido, a pesar de que no se presentó la comida.

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