LA INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO DEL PENSAMIENTO CRÍTICO
Enviado por itsukibari • 12 de Enero de 2014 • 5.268 Palabras (22 Páginas) • 320 Visitas
LA INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO DEL PENSAMIENTO CRÍTICO
INTRODUCCIÓN
a) Presentación y contextualización
Los temas que se tratan en la presente unidad temática, tiene por finalidad que el estudiante desarrolle el pensamiento critico, como una habilidad de analizar hechos, generar y organizar ideas, defender opiniones, hacer comparaciones hacer inferencias, evaluar argumentos, tomar decisiones y resolver problemas.
b) Competencia
Desarrolla un pensamiento crítico en el dominio de habilidades básicas y complejas, en la búsqueda de fuentes de información, presentación y sustentación de trabajos de investigación monográfica.
c) Capacidades
• Selecciona y evalúa el uso adecuado de las fuentes de información; y diseña, ejecuta y expone trabajos de investigación monográfica.
• Aplica y desarrolla las habilidades básicas y complejas de observación, descripción, comparación, clasificación, definición analizar, interpretar, inferir, explicar, evaluar y autor regular en su proceso de aprendizaje.
• Aplica y reconoce la importancia del uso de técnicas de estudio en su proceso de aprendizaje.
• Asume y desarrolla actitudes que favorecen el pensamiento crítico, así como los factores que inciden en el mismo.
d) Actitudes
• Disposición emprendedora.
• Respeto a las normas de convivencia.
• Sentido de Organización.
• Perseverancia en las tareas.
e) Presentación de ideas básicas y contenido esenciales de la Unidad.
La presente Unidad de Aprendizaje, comprende los siguientes temas:
1. Las Fuentes de Información y la Investigación y Monográfica.
2. Técnicas de Estudio
3. Habilidades Básicas y Complejas del Pensamiento Crítico.
4. Actitudes y Factores del Pensamiento Crítico.
Las Fuentes de Información y la Investigación monográfica
LAS FUENTES DE INFORMACIÓN
Una fuente de información es todo tipo de material, actividad, persona, documento, etc., capaz de proveer datos, opiniones, información en general. Así, un libro, una revista, un enlace en la web, una entrevista, etc. son fuentes de información.
Sin embargo, no todas las fuentes de información tienen la misma naturaleza ni sirven para el mismo fin. Por ello, es necesario clasificarlas considerando: el origen de la fuente: quién la creó; público al que se dirigen; el grado de especialización con que se desarrollan los temas.
Según su origen, las fuentes de consulta pueden ser de dos tipos: primarias o directas ysecundarias o indirectas. Las fuentes primarias son aquellas que el investigador genera; por ejemplo, entrevistas, encuestas, visitas, experimentos, observaciones, etc. La ventaja de estas fuentes es que permiten sacar conclusiones directas acerca de aquello que se está investigando. Las fuentes secundarias son las creadas por otras personas distintas del investigador que las consulta. Tienen la ventaja de agilizar y facilitar la obtención de información, pero tienen la desventaja de poder presentar errores o inexactitudes. Por ello es necesario ser cautelosos al elegirlas.
Hay otro criterio para diferenciar las fuentes primarias de las secundarias. Cuando se estudia el trabajo de un autor específico-un filósofo o un escritor, por ejemplo- las fuentes primarias son las creadas por ese autor particular; las secundarias son las que "hablan" sobre el autor en cuestión. Por ejemplo, si se hace un estudio de Platón, sus Diálogos son fuentes primarias; y los estudios sobre Platón son fuentes secundarias.
Según su grado de especialización, las fuentes de información pueden ser generales o especializadas. Las generales son las que abordan muchos temas sin entrar en profundidad en ellos; las especializadas, en cambio, las abordan con detalle y en profundidad. Siempre debe medirse el nivel de especialización de una fuente en función de cuál sea el tema que se desea investigar y cuál sea el nivel de dominio del tema que posee el investigador. Por ejemplo, a un estudiante de ingeniería de los primeros ciclos, un texto sobre introducción a la mecánica podría resultarle bastante especializado; pero para un estudiante de ciclos avanzados, este texto podría resultar bastante básico.
Finalmente, según el público al que van dirigidas, las fuentes pueden ser de divulgación o académicas. Las de divulgación se dirigen a toda clase de público y tienen la peculiaridad de poder ser consultadas por prácticamente cualquier lector potencial. Las académicas están dirigidas a un público de especialistas, generalmente constituido por una comunidad de científicos específica, profesional, universitaria o estudiosa. Estas fuentes, a diferencia de las anteriores, se crean pensando en un público académico.
Para emprender una investigación bibliográfica es imprescindible consultar una variada gama de fuentes de información. Pero ¿cómo saber qué fuentes son confiables o qué fuentes debemos consultar y cuáles no son necesarias? Una vez que se tiene un tema de investigación determinado, existen, en general tres criterios para guiar la selección adecuada de las fuentes: el valor de autoridad, el valor de contenido y el valor de extensión.
El valor de autoridad es el valor relativo a la autoridad del creador de la fuente - el autor, del traductor y de la casa editorial, en función del prestigio y reconocimiento que tengan. Es decir, es necesario evaluar qué autores y qué ediciones de las fuentes de información tienen mayor valor o reconocimiento. Esto se puede determinar consultando a personas que conocen el tema o manejan criterios para evaluar editoriales, traducciones, etc.
Al mismo tiempo, es importante tener presente que si una fuente es académica, ello significa que tiene pretensiones de seriedad, de ser un estudio sistemático, que se ha basado en fuentes de información confiables. En ese sentido, cuando los autores o las editoriales se caracterizan por publicar textos académicos, tendremos un cierto grado de confiabilidad. Ello no significa que las otras fuentes de divulgación no sean confiables, pero sí significa que sus pretensiones no son la rigurosidad en la exposición de detalles, entre otras cosas.
El valor de contenido es el relativo al t ítulo, al número de edición, a la fecha de la publicación de la obra y al nombre de la colección en caso de que el texto pertenezca a alguna. Este criterio está directamente vinculado con el tema y la información necesaria para abordarlo. El número de la edición es importante porque una segunda o tercera versión de un mismo libro contiene definitivamente cambios que hay que tener en cuenta si se busca, por ejemplo, las últimas investigaciones realizadas por algún especialista, los últimos
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