LAS ACTITUDES DEL SER HUMANO ANTE LA MUERTE
Enviado por GinaHZ94_ • 27 de Enero de 2016 • Tarea • 1.263 Palabras (6 Páginas) • 317 Visitas
GOBIERNO DEL ESTADO DE CHIAPAS[pic 1][pic 2]
SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN
INSTITUTO SUPERIOR LEUZAGI
LICENCIATURA EN ENFERMERÍA
ACTITUDES DEL HUMANO ANTE LA MUERTE
GEORGINA OEDAT HERNÁNDEZ ZENTELLA
PSICOLOGÍA GENERAL
LIC. MANUEL AUGUSTO CERNUDA QUEVEDO
PICHUCALCO, CHIAPAS JUNIO 2015
ÍNDICE
HOJA DE PRESENNTACIÓN
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
ENSAYO: ACTITUDES DEL SER
HUMANO ANTE LA MUERTE.
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
Establecer el origen etimológico de la palabra muerte nos lleva a trasladarnos al latín. Y es que en concreto descubrimos que aquella procede del vocablo latino mors, mortis que es el que daría lugar con el paso del tiempo al verbo morir.
La muerte es el término de la vida a causa de la imposibilidad orgánica de sostener el proceso homeostático. Se trata del final de organismo vivo que se había creado a partir de un nacimiento.
El concepto de muerte, de todas maneras, ha variado a lo largo de la historia. En la antigüedad se consideraba que la muerte, como evento, tenía lugar cuando el corazón dejaba de latir y el ser vivo ya no respiraba. Con el avance de la ciencia, la muerte pasó a entenderse como un proceso que, a partir de un cierto momento, se vuelve irreversible.
La muerte ha sido siempre y es para el hombre, un tema de profundas reflexiones y meditaciones, tanto desde la perspectiva filosófica y religiosa a, la más actual, científica… Sin embargo en las sociedades industriales avanzadas cada vez es más difícil el convivir o el aceptar la mera idea de la muerte.
Así las cosas, hasta una enfermedad que sea comúnmente considerada como sinónimo de muerte hay que ocultarla y negarla, recurriendo al engaño, en la complicidad –incluso- de que a los moribundos es mejor ahorrarles la noticia de que están muriendo, llegando a concebirse la buena muerte como una muerte repentina, mejor aún si estamos inconscientes o durmiendo.
ENSAYO: LAS ACTITUDES DEL HUMANO ANTE LA MUERTE
La muerte es el aspecto significativo más profundo de la vida y ha venido desconcertando a los hombres alrededor del mundo. El ser humano no puede escapar a la confrontación con la muerte ya que casi cerca del final siempre nos encontramos con dos posibilidades: la vida después de la muerte o no la hay.
Pienso que la infancia es la única etapa de la vida en donde la muerte no existe. Cuando el niño reconoce la muerte, cuando es consciente de que al final la muerte siempre llega, entonces deja de ser niño ya que llega la angustia de saber, de reconocer y de admitir que los seres que le quieren morirán algún día. Ésta es la primera pesadilla con sentido de todos los que hemos pasado por ahí y además su primera certeza.
Muchas veces para mantener a los niños alejados de la existencia de la muerte, los padres inventan cosas para separar las realidades del fin de la vida humana y esto en lugar de ayudar a los niños, los perjudica ya que no se deja que el niño pase por su propia etapa de duelo y que a su vez sólo hacen que el niño demuestre el sentir y pesar de las personas adultas. Uno de los errores que todos cometemos cuando no podemos resolver un conflicto es no enfrentarnos a él, apartarlo de nuestro lado, fingir que no existe y, de entre todos los problemas que nos acechan a lo largo de la vida al que más damos la espalda es al de la muerte: queremos vivir como si ésta no existiera y vivimos con el engaño, pretendiendo que la muerte nunca llegará a nosotros.
Lo terrible de la muerte es que llega en cualquier momento. No está allá en un final lejano al que nos enfrentaremos a su debido tiempo. Está aquí, a la vuelta de la esquina y lo sabemos… Sabemos que no necesariamente tiene que ser después de una larga vida y después de haber dejado todos nuestros asuntos resueltos… No… La muerte no avisa, está detrás de cualquier esquina, en cualquier rincón. En mi caso, no pretendo aprender a morir, no quiero pasar el tiempo pensando en que éste puede ser mi último momento, mi último segundo, mi último aliento… Sólo quiero aprender a aceptarlo.
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