LAS AVENTURAS DE MAX

LAS AVENTURAS DE MAX

Érase una vez un lugar muy hermoso, había muchos árboles, había mucho patio para jugar, en ese lugar existían muchos escondites y juguetes que durante mucho tiempo se habían ido recolectando.

Cada primavera salían flores en el pasto que se cuidaba para que estuviera corto y siempre verde, en ese lugar vivía Max

El era un niño muy divertido, le gustaba siempre convivir con la naturaleza, jugar con su familia y sobre todo ayudar

El tenía pocos amigos, pero eso no era un obstáculo para Max, ya que sus grandes aventuras comenzaban cada día cuando él llegaba a casa y junto con sus juguetes se divertía horas, convirtiéndose en sus mejores amigos, sus juguetes siempre lo acompañaban.

También jugaba con los animalitos que llegaban al jardín y también los hacia sus amigos, Max era feliz en este lugar.

Cerca de su hogar existía una gran mar  para ir cuando hacía calor, en esas aventuras de ir al mar su familia lo acompañaba, iba su Abuelo siempre bromista, su Abuela siempre amorosa y su Padre siempre feliz de estar a su lado, era su mejor amigo y su mejor compañía.

Existía otro lugar que Max también conocía, era un lugar un poco parecido, había más niños que jugar, había animales, juguetes y también se divertía.

En este lugar también había un Abuelo, una Abuela y su Mamá, le gustaba ir ahí porque la extrañaba y cuando había oportunidad el iba a ese lugar.

Max podía pasar días ahí jugando y divirtiéndose, estar con su mama, comer comida diferente, y saludando personas diferentes, pero  Max siempre extrañaba su hogar, su familia, ellos siempre estaban ayudando a Max a ser un mejor niño, hacían cosas grandiosas, comer en familia, estar todos juntos, y sobre todo estar con su papa, Max se dio cuenta que tenían muchas cosas en común, muchas actividades iguales, porque los dos eran niños, hacían cosas de niños, eran rudos, hacían ejercicio, hacían chistes siempre, comían comida de fiesta, jugaban y se divertían.  

Max se dio cuenta que su padre se esforzaba mucho para que Max pudiera tener lo que ha el le gustaba, juguetes, cuento, libros y sobre todo la deliciosa comida los domingos.

Así que Max decidió que aunque extrañara a su mama, él debía volver y estar con su Papá, ahí era su lugar, su familia y su hogar y así lo hizo, cuando su madre tenía oportunidad iba a visitarla le contaba sus aventuras, las cosas nuevas que había descubierto, aunque su mamá no se emocionaba como su papá…

Así que cuando Max volvía a su hogar la emoción comenzaba con las nuevas aventuras que vivía en este estupendo lugar donde las compartía con su Abuelo siempre bromista, su Abuela siempre amorosa, y con Papá  siempre feliz de estar a su lado, ésto era mucho mejor.

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