LAS CONDICIONES PREVIAS A LA ENTREVISTA
Enviado por aajacomel • 18 de Junio de 2017 • Resumen • 1.884 Palabras (8 Páginas) • 3.924 Visitas
CONDICIONES PREVIAS A LA ENTREVISTA
Preparación de la entrevista
Una buena entrevista comienza mucho antes de que la persona a la que vamos a entrevistar esté frente a nosotros y termina mucho después de que se haya marchado de la sala, para tener éxito en la entrevista, para alcanzar los objetivos, ya sean terapéuticos, selección de personal, consejo, asesoramiento, rendimiento laboral, orientación, disciplina laboral, etc., conviene dedicar un tiempo adecuado a su preparación en función del tipo de entrevista. Después de la entrevista conviene que el psicólogo dedique un tiempo a completar las notas que ha tomado, anote sus impresiones y formule un análisis de los problemas que le han sido consultados.
En el período que media entre las distintas entrevistas a la misma persona, especialmente si se trata de un proceso terapéutico, es probable que existan contactos entre el cliente y el entrevistador en forma de llamadas telefónicas o de correos electrónicos en los que planteen cuestiones aparentemente administrativas, como cancelar o posponer una cita, solicitar una aclaración o enviar algún tipo de documentación.
Contexto de la Entrevista
El contexto o el espacio físico se incluiría dentro de una de las categorías planteadas por Hall (1966) sobre comunicación no verbal que se denomina proxemia, hace referencia al concepto de espacio ambiental y personal, también incluye una variable importante en las interacciones humanas: la territorialidad. Los principales aspectos proxémicos de la interacción son el uso del espacio en el que tienen lugar las entrevistas, la disposición del mobiliario y la distancia entre entrevistador y cliente.
El uso del espacio físico
El ambiente general, así como el orden, son lo primero que se percibe y lo primero que transmite un mensaje acerca de nosotros como evaluadores; El espacio debe ser moderadamente activador para que los clientes se sientan lo suficientemente relajados para explorar sus propios problemas y autorrevelarse. En función de las propias características de la persona entrevistada, un entorno excesivamente cómodo inhibe los deseos de trabajar en la entrevista y un entorno excesivamente activador proporcionará demasiados elementos distractores.
Disposición del mobiliario
Es un elemento más de la comunicación no verbal y, como tal, está transmitiendo también un mensaje del que tenemos que ser conscientes. A partir de nuestros objetivos de entrevista decidiremos la forma de emplear el espacio físico, especialmente la mesa de trabajo. La utilización de una mesa entre el entrevistador y el entrevistado acentúa la distancia entre ambos y recalca el rol asimétrico de entrevistador como profesional, experto, y del entrevistado como sujeto pasivo. La cuestión es que entrevistador y entrevistado puedan mirarse sin obstáculos entre ellos para que el entrevistador no tenga nada que le impida la observación de los movimientos y actitudes que el entrevistado manifestará a lo largo de la entrevista.
Hay que destacar, como casos especiales de la disposición y uso del mobiliario, las entrevistas realizadas a niños, ya que requieren un mobiliario acorde con su edad y mayores espacios libres que permitan desarrollar sus juegos, así como las entrevistas realizadas en terapias familiares, en las que las proxemias familiares cobran especial sentido. De manera excepcional, puede que haya que entrevistar a personas potencialmente peligrosas, por lo que es conveniente incorporar ciertas rutinas de seguridad, como realizar la entrevista en lugares donde haya otros colegas o personas cerca; disponer de un sistema fácil de alerta, como una señal de alarma, y sentarse en un lugar próximo a la puerta.
Espacio personal
La distancia entre entrevistado y entrevistador durante el desarrollo de la entrevista ha de estar comprendida entre la zona social (aproximadamente de un metro a tres metros y medio) y la zona pública (más de tres metros y medio), controlando con ello las reacciones de ansiedad, agresividad y hostilidad que pueda generar el hecho de que el entrevistado se sienta invadido en su zona personal. La distancia suele indicar cambios de tema, finalización de un asunto o su evitación. Así mismo el contacto físico, que puede ser percibido por el cliente como positivo o negativo dependiendo del tipo de contacto y del contexto.
Recepción del Entrevistado y Lenguaje
Los primeros momentos de cualquier entrevistador marcan la pauta para todas las interacciones posteriores siendo importante prestar atención a cuestiones tan simples como la acogida dispensada a la entrevistada, su comodidad y la sensación de control, estableciendo una relación basada en el respeto y la cooperación. El establecimiento de un buen “rapport” es una labor del entrevistador. Para ello es bueno iniciar con un apretón de manos, una frase amable y una clara explicación de la finalidad perseguida ya que ayuda a reducir las tensiones provocadas.
El trato inicial a la persona que recibimos debería ser respetuoso, utilizando la forma de cortesía; si la entrevista genera confianza, y el cliente nos lo indica podríamos tutearle. Es aconsejable recibir al entrevistado en la puerta para saludarlo e invitarle a entrar, así como acompañarlo de nuevo hasta la puerta para despedirlo, ofrecerle asiento puede ayudar a calmar sus inquietudes iniciales y sentirse segura y cómoda. En otros casos nos puede interesar observar la conducta del entrevistado y dejar que sea él quien decida dónde sentarse; Los principales factores a analizar en la elección del asiento son la distancia física y la localización en relación con la silla del entrevistador.
El lenguaje y los modales del entrevistador ayudan o entorpecen a determinar la atmósfera prevaleciente, Es importante que toda comunicación sea clara y precisa, absteniéndose de expresarse con una terminología técnica. En los niños conviene sustituir términos más técnicos por palabras más simples.
Es aconsejable mantener un ambiente cálido evitando una excesiva cordialidad, bromas fuera de lugar, comentarios personales o referencias políticas o religiosas que no se ajusten al contenido de la entrevista.
La forma de vestir del entrevistador debe estar adaptada al nivel de las personas recibidas que destacan el rol de experto y la asimetría de la relación. Por otro lado cuando casualmente nos encontramos con la persona entrevistada fuera del contexto profesional. El comportamiento más adecuado es dejar que la iniciativa la tome el cliente. El entrevistador debe asegurar y preservar la confidencialidad de la información tratada en el contexto profesional.
Registro de la Información
Las entrevistas han de ser registradas, de un modo u otro, para poder interpretar con posterioridad los datos obtenidos; La cuestión es elegir el método de registro que mejor se ajuste a nuestros objetivos. La elección de un método estará en función del tipo de entrevista y de las predilecciones del entrevistador. A todos los clientes se les debe explicar con antelación el procedimiento y pedirles permiso.
...