La Familia Como Sistema Relacional
Enviado por qarenasm • 5 de Noviembre de 2013 • 2.158 Palabras (9 Páginas) • 616 Visitas
La familia como sistema relacional
Antes de referirnos a las características de la familia en el período adolescente desarrollaremos algunos conceptos de la perspectiva sistémica de la familia. Esta perspectiva, de amplio uso clínico y terapéutico, se basa en la idea de cada familia constituye un sistema de relaciones. La descripción de la interacción familiar basada en este concepto no se refiere a un determinado conjunto de personas (por ejemplo, la familia "nuclear", de padres e hijos, o la familia "extendida", que incluye a varias generaciones). La idea apunta, más bien, a señalar las relaciones específicas que se construyen entre los miembros de una familia, y no a la simple superposición de sus características individuales.
El concebir a la familia como un sistema de relaciones implica que las conductas de los individuos son interdependientes y mutuamente reguladas. Este mecanismo regulador interno está constituido por un entramado de reglas implícitas y explícitas. Las relaciones familiares son singulares y se advierten en las pautas de interacción que se dan en forma recurrente en el tiempo. Por tanto es posible hablar de una familia en términos de la forma particular de relacionarse de sus miembros, construida, estabilizada y desarrollada través del tiempo. Dicho de otro modo, la familia, como grupo natural, elabora en el curso del tiempo pautas de interacción que constituyen su estructura, la cual rige el funcionamiento de sus miembros, facilita la interacción recíproca y define una gama de conductas posibles.
Por otra parte la familia es un sistema social abierto, en constante interacción con el medio natural, cultural y social; transmite los valores y creencias propias de la cultura a la cual pertenece. Conforma un microgrupo con dimensiones biológicas, psicológicas y sociales de alta relevancia en la determinación del estado de salud o enfermedad de sus componentes. En ese sentido, frente al problema clínico de una determinada persona no es suficiente que sea considerado como un fenómeno individual e interno, sino que los problemas de las personas pueden ser entendidos en conjunto con su contexto relacional y en un determinado contexto social.
Revisaremos a continuación algunos de los conceptos básicos de la perspectiva sistémica, los cuales permitirán comprender mejor las dinámicas familiares durante la adolescencia.
Límites o fronteras.
El sistema relacional de una familia no es homogéneo. Las relaciones son diferenciadas y por lo tanto existen distintas funciones y roles dentro del sistema. Plantear que se pueden hacer estas distinciones, nos lleva a examinar el concepto de límites. Los límites marcan fronteras, divisiones, permiten hablar de lo que está adentro y lo que está afuera. Definen, por ejemplo, que un individuo, en un momento dado, forma o no forma parte de algún sistema o subsistema y mantienen, por lo tanto, la identidad del sistema.
El sistema familiar tiene límites que lo separan del resto de los sistemas con los que interactúa, lo que le permite diferenciarse de ellos. A su vez, al interior de la familia, los distintos subsistemas están separados por límites, lo que implica que se diferencian entre sí. Los límites se reflejan en la distancia física entre los miembros en distintos contextos, en los temas que son hablados por ellos y no con otros y en la interconección emocional que manifiestan y experimentan. Como ejemplo, en las familias se puede constatar que habitualmente hay temas y funciones que son más propios de la pareja conyugal, distintos de aquellos que corresponden a la misma pareja en tanto padres, y distintos también de los diálogos y funciones que involucran a los hijos.
Cuando estos límites son claros y semi-permeables marcan diferencias entre sistemas, pero al mismo tiempo permiten el traspaso e intercambio de información hacia afuera y hacia adentro, de modo que exista comunicación entre ellos. Hay familias en las cuales los límites son difusos, y por lo tanto no hay mucha diferenciación y hay demasiado paso de información entre los subsistemas. Por ejemplo, todos los miembros de la familia opinan frente a una situación y están enterados de todo, los hijos interfieren en la relación conyugal y se ven afectados por los problemas íntimos de sus padres. También puede ocurrir que los padres estén excesivamente involucrados en la privacidad de sus hijos o en las relaciones entre los hermanos.
En otras familias en cambio los límites son rígidos, lo cual también puede ser disfuncional, ya que el intercambio de información es pobre, cada subsistema está excesivamente diferenciado y separado de los otros. Por ejemplo, esto ocurre cuando lo padres no se enteran de lo que les sucede y experimentan sus hijos y viceversa, a menos que una situación de crisis de cierta gravedad los obligue a romper estos límites.
Homeostasis.
Este concepto alude a la tendencia de cualquier sistema a mantener la constancia y estabilidad de sus condiciones, con respecto a los límites definidos en relación con su ambiente y con respecto a sus relaciones internas. Podría parecer contradictorio hablar de homeostasis o estabilidad si estamos hablando de seres vivos, sistemas que están en constante cambio al interior de ellos y con los sistemas de su contexto.
Sin embargo, al hablar de homeostasis tenemos que pensar en un "equilibrio dinámico", esto es, por una parte, una tendencia natural a preservar su constancia y estabilidad en el tiempo y por otra una tendencia a cambiar para adaptarse a nuevas experiencias y situaciones. Dicho de otro modo, no se refiere a una estabilidad rígida, sino a la constante "calibración" del sistema relacional. Una analogía física es la conservación de la temperatura en una sala, mediante la activación de una calefacción regulado por un termostato. Muchos otros ejemplos de homeostasis provienen de la biología, puesto que el organismo tiene gran cantidad de sistemas autocorrectivos.
La homeostasis varía de una familia a otra, dependiendo de la etapa del ciclo vital en que se encuentre. Para mantener el equilibrio, cada familia se sostiene en valores, reglas y normas que condicionan y marcan las relaciones tanto con el medio interno como con el externo. Frente a comportamientos conflictivos o ante estímulos externos que tengan un efecto desestabilizador, se ponen en juego mecanismos de retroalimentación que protegen la homeostasis familiar. Por ejemplo, en una familia donde el padre queda sin trabajo, es probable que la madre tenga que asumir el rol proveedor. Sin embargo, la tendencia homeostática producirá al poco tiempo conflictos al interior de la pareja, lo que presionará al padre a buscar un nuevo trabajo, no sólo por problemas económicos, sino también por retomar el rol que el sistema
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