La Globalizacion
Enviado por escadiz • 8 de Mayo de 2013 • 3.521 Palabras (15 Páginas) • 363 Visitas
LA EDUCACIÓN LATINOAMERICANA COMO CAMPO PROBLEMÁTICO
En la educación se presentan diferentes campos problemáticos y para ellos también se presentan diferentes corrientes educativas donde destacan principalmente tres: el positivismo, el funcionalismo y el idealismo. A partir de esto surge paradigmas pedagógicos como son el desarrollo de dos tipos de educación; el educacionismo liberal y el educacionismo desarrollista chocaron contra una realidad ineludible. En la actualidad, la crisis ha llevado a crear nuevos paradigmas políticos-pedagógicos superiores, más bien se confunden en la crisis de identidad en las clases sociales. El campo problemático es un concepto que abre dos cuestiones a la investigación pedagógica o educativa. La primera es de encontrar criterios para definir cuáles son los problemas que abarcan. La segunda es necesaria de expresar sus límites y sus relaciones con otros campos. En la actualidad en Latinoamérica destacan muchos problemas dentro del campo problemático, algunos son:
• El fracaso del proyecto de instruir sistemas educativos con capacidad de control social.
• Los cambios educativos que son consecuencia de la reorganización capitalista.
• La marginalidad de los ciclos de alfabetización.
• Existencia de una tradición educativa civil, encarnada en los maestros.
• La ampliación del sujeto pedagógico como sujeto social, en el proceso de la educación americana.
Todos estos problemas que enfrenta la educación Latinoamericana se han debido a diferentes factores, tal vez el más importante siempre hay sido la democratización del sujeto pedagógico, ya que pretende desarrollar un sistema complejo, que proporcione múltiples opciones sin aumentar con ellas la polarización cultural, ni concurrir a la creciente desigualdad social. Los sistemas educativos latinoamericanos necesitan superar sus problemas, adaptarse a los nuevos adelantos académicos y tecnológicos. Dando una respuesta a la demanda que pesa sobre ellos.
La transformación de sujeto pedagógico
Este apartado abordará la situación que habitualmente denominamos crisis del sistema educativo, sus raíces y sus perspectivas. Interesará el papel que en dicha crisis juega el sujeto pedagógico moderno, que ejerció efectos políticos y coadyuvó a la regulación de las relaciones sociales durante más de un siglo. La trama escolar enhebró a todos los pobladores de Argentina, sea cual fuere su origen de clase, religión, sexo, región, nacionalidad. El discurso escolar se calificó a sí mismo como “democrático” y “democratizador”, y en efecto lo fue en el marco de la democracia liberal. Su símbolo, el delantal blanco, disolvía teóricamente las diferencias anteriores a la escuela. Hoy es cada vez más ineficiente en la transmisión de la cultura. Escuelas, colegios y universidades han sido durante muchas décadas continentes de angustias paternales y maternales; de demandas de atención física, intelectual y emocional de los niños y jóvenes; de frustraciones del inmigrante proyectadas como expectativas sobre las nuevas generaciones; de ideales del ciudadano y de respuestas al argentino que filosofa sobre el sentido de la existencia. El golpe más decisivo en contra del sistema escolar provino de la última dictadura militar. Ese régimen militar tuvo un proyecto pedagógico profundamente regresivo. Caída la dictadura, se abrió la posibilidad de ejercer el derecho a la demanda. Pero la acción destructiva ejercida durante siete años sobre la sociedad civil había logrado inhibir su capacidad de estructurar nuevos discursos pedagógicos. La masificación versus la calidad de la enseñanza; la demanda de capacitación versus la inexistencia de un mercado de trabajo actual o predecible capaz de absorber a los egresados; la necesidad de una nueva organización de la educación versus las demandas de participación democrática sin propuestas sólidas que las respalden; la necesidad de contar con modernos recursos humanos versus la paulatina descalificación de los técnicos y profesionales argentinos, son algunos de los temas que siguen sin respuesta. Su falta de solución también deriva en honda desconfianza en el sistema educacional, con las consecuencias lógicas sobre la credibilidad de la sociedad política y de las instituciones. A los problemas anteriores debe sumarse el conflicto docente. México y Argentina comparten con los países europeos y con Estados Unidos la crisis del sistema educativo moderno sin haber logrado completar el proceso de modernización pedagógica que se había proyectado al adoptar tal sistema. El orden pedagógico, que acompañó el crecimiento de las sociedades industriales y los estados nacionales, se asentó sobre la idea de institución pública, que denomina de este modo el vínculo entre educador y educando. El sujeto pedagógico quedó constituido por la relación entre los sujetos políticos y sociales con poder y derechos desiguales. Clases dominantes enseñan mediante la instrucción pública a clases dominadas; sectores urbanos transmiten mensajes a sectores rurales; el sexo dominante impone su cultura al conjunto; las generaciones adultas someten a las generaciones jóvenes. En nuestro país, el sujeto pedagógico moderno, carga con la especificidad de los procesos nacionales, sin por ello dejar de estar afectado por la insuficiencia del modelo originario. Cruzado por la creciente polarización económica y social de la población y deterioradas las condiciones materiales que lo hacen posible (presupuesto, infraestructura de las instituciones educativas), no obstante nuevas tecnologías y estilos político académicos y administrativos lo penetran, al tiempo que subsisten la tiza, los viejos rituales y las ya centenarias normas de disciplina.
Crisis del sistema educativo moderno
La crisis que conmueve al sistema educativo nacional, de la cual las justas demandas salariales de nuestros colegas docentes de nivel primario y medio constituyen una parte de este grave problema a ser resuelto por la nación, requiere una reflexión coherente y no la manipulación política que está haciendo el actual gobierno. Partimos por reconocer que una grave crisis atraviesa el sistema educativo panameño y que sus efectos se hacen patentes en un deterioro progresivo de la calidad de la enseñanza y el nivel académico de nuestros educandos. Sin duda, los docentes de todos los niveles, incluido el universitario, debemos asumir la parte de la responsabilidad que nos corresponda en dicha crisis adoptando un cambio de actitud, crítico y autocrítico, necesario para impulsar los cambios y mejoras que el sistema requiere. Pero rechazamos tajantemente que la causa de la crisis del sistema educativo esté en los docentes y/o en sus demandas salariales, como sostienen las autoridades del Ministerio de
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