La Instancia De La Letra
Enviado por johagm • 7 de Julio de 2013 • 12.810 Palabras (52 Páginas) • 307 Visitas
Guía para nuevos lectores∗
“LA INSTANCIA DE LA LETRA...”, LETRA A LETRA
I. El sentido de la letra
Nota previa: Esta guía es una respuesta a la insistente demanda de quienes se encuentran día a día con los múltiples obstáculos que este texto opone a sus nuevos lectores:
Al principio: el escrito sorprende por lo hermético del estilo y lo incomprensible de sus contenidos. Pareciera exigir del lector una inabarcable erudición en temáticas tan diversas como la lingüística, la retórica, la literatura, la poética, la etnología, la filosofía, la semiología, el marxismo, la historia social, y obviamente el psicoanálisis freudiano.
Un poco después el lector va captando que esas disciplinas “fuentes” son tomadas sólo en el recorte preciso que interesan al psicoanálisis. No se trata de ser un experto en todas, sino de seguir el rastro a las transformaciones que Lacan realiza a partir de ellas, y estar advertido contra una posible confusión entre los conceptos psicoanalíticos y el saber constituido de otras ciencias. De paso, digamos que ese trabajo de Lacan no deja de ser un cuestionamiento implícito a esos saberes, pues pone el dedo en la llaga de sus impasses teóricos.
Finalmente, el lector caerá en la cuenta que “La instancia…” no enseña a través de definiciones ni de sesudas explicaciones, sino a través de su estilo mismo. El sinsentido de su retórica barroca es “la nueva didáctica” de Lacan, donde lo científico no se confunde con las formas de lo académico. ¿Porqué un estilo tan retórico, un método tan rebuscado?
Lacan (como sujeto) no enseña el psicoanálisis (como objeto) con palabras (como instrumento para expresar las ideas), sino que, en su enseñanza, las palabras mismas son las que dicen al objeto. Por lo tanto no será él, sino su estilo el que transmitirá los rasgos esenciales del objeto que está en juego en su enseñanza: el inconciente. Hasta podríamos decir que en Lacan “el estilo es el objeto”. Ese estilo pretende transmitir el inconciente estructurado como un lenguaje, no explicando sino hablando como ese inconciente, siguiendo sus mismas reglas de construcción, siendo en fin, el inconciente mismo, ya que el inconciente no es otra cosa que un lenguaje estructurado en un discurso retórico, resistente al sentido inmediato. Si el inconciente es el sinsentido en el hombre, el propio estilo de Lacan demuestra que nada más pleno de sentido que el sinsentido, si conocemos sus condiciones de producción.
Lacan, como antes Freud, se opone a la posición humanista que piensa al lenguaje como un instrumento al servicio de la espiritualidad del hombre, donde lo que importa son las ideas a transmitir y no las palabras. Este texto está escrito para demostrar que el hombre es siervo del lenguaje, y que sus síntomas son la letra que el inconciente escribe en su alma y en su cuerpo. De las reglas del desciframiento, es decir del sentido de la letra, se ocupará Lacan en la primera parte. La segunda: La letra en el inconciente, dará las fórmulas de la metáfora y la metonimia y demostrará, siguiendo a Freud, el funcionamiento de estos tropos en la retórica del inconciente. En la tercera: La letra, el ser y el Otro mostrará que no sólo el sujeto, sino también el Otro está determinado por la letra, y que el kern unseres wessen freudiano (el núcleo de nuestro ser) es sólo un agujero socavado por el lenguaje en las entrañas de un “ser” imposible en el plano de lo real.
Si para Lacan, qué es el inconciente no se puede decir, salvo traspuesto en un estilo barroco de metonimias y metáforas, sepa el lector que gran parte de lo que ganará con las explicaciones didácticas de esta guía, lo perderá si no otorga todo su privilegio a la lectura de Lacan.
Ante dudas sobre términos o conceptos que no puedan ser resueltos con esta guía, se recomienda consultar el Diccionario Enciclopédico de las Ciencias del Lenguaje de Ducrot y Todorov y el Diccionario Introductorio de Psicoanálisis Lacaniano de Dylan Evans.
TITULO. La instancia de la letra en el inconciente o la razón desde Freud: No deja lugar a dudas; es el fin de toda idea del inconciente como “sede de los instintos”, lugar de lo primitivo, irracional e infantil, donde no existiría orden ni ley. Ahora se trata de un inconciente sometido a la legalidad simbólica del lenguaje. Se trata no de la sinrazón, sino del funcionamiento de una nueva razón descubierta por Freud en La Interpretación de los Sueños, que trastorna toda idea filosófica o psicológica de razón, ya que esa nueva razón no depende de ningún sujeto “cogitans” (pensante, en sentido cartesiano), sino que es autónoma con respecto a él. Más aún, es una razón paradójica que funciona en un sinsentido inquietante.
Instancia de la letra: Subraya fuertemente la relación entre el inconciente y el lenguaje y tiene al menos tres sentidos que no se excluyen entre sí:
1. Del verbo instare: estar por encima. Se refiere a la posición dominante de la letra en el inconciente.
2. Tiene el sentido de insistencia apremiante. La letra insiste en el inconciente y se hace escuchar en la “repetición”, así como la vemos repetirse en los títulos de las tres partes del escrito.
3. Evoca también un sentido jurídico: en la instancia de la letra, ella puede decidir sobre el destino sexuado, sobre el cuerpo, y hasta sobre la vida de un sujeto. Su “aparato jurídico” consiste en operaciones de sustitución y combinación, que sancionan (localizan) al deseo en las manifestaciones del inconciente.
O la razón desde Freud: La “o” que conecta ambas partes del título indica que la instancia de la letra en el inconciente también puede decirse como la razón desde Freud; de una manera “o” de otra. La función de la letra hace posible que la interpretación analítica deje de ser un acto intuitivo basado en los significados habituales de las palabras. La letra ofrece un soporte material y una razón lógica (ratio = medida) a la interpretación.
Si en un sueño aparece por ejemplo el sol y un dado, el analista podría interpretar eventualmente: “en su sueño hay un soldado”. Una interpretación intuitiva, que se guíe por la imagen y no por la letra, diría por ejemplo “jugar a los dados hasta que salga el sol”, o cualquier otra interpretación aleatoria basada en los múltiples y caprichosos significados que evoquen los vocablos sol y dado.
El título completo, podría leerse así: a partir de Freud, la “razón” (lo que del “logos” es inteligible) no es otra cosa que la instancia de la letra en el inconciente
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“Entre lo escrito y la palabra…”
La introducción sitúa a este texto “entre lo
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