La Rueda De La Vida
Enviado por espartaco26 • 2 de Junio de 2013 • 447 Palabras (2 Páginas) • 605 Visitas
Cuando hemos realizado la tarea que hemos venido a hacer en la Tierra, se nos permite abandonar nuestro cuerpo, que aprisiona nuestra alma al igual que el capullo de seda encierra a la futura mariposa.
Llegado el momento, podemos marcharnos y vernos libres del dolor, de los temores y preocupaciones; libres como una bellísima mariposa, y regresamos a nuestro hogar, a Dios.
De una carta a un niño enfermo de cáncer
"EL RATÓN" (infancia).
Al ratón le gusta meterse por todas partes,
es animado y juguetón, y va siempre por delante de los demás.
"EL oso" (edad madura, primeros años)
El oso es muy comodón y le encanta, hibernar. Al recordar su mocedad, se ríe
de las correrías del ratón.
"EL BÚFALO" (edad madura, últimos años).
Al búfalo le gusta recorrer las praderas.
Confortablemente instalado, repasa su
vida y anhela desprenderse de su pesada
carga para convertirse en águila.
"EL ÁGUILA" (años finales).
Al águila le entusiasma sobrevolar
el mundo desde las alturas, no a fin de
contemplar con desprecio a la gente, sino
para animarla a que mire hacia lo alto.
La rueda de la vida puede considerarse el testamento espiritual de Elisabeth Kübler-Ross. Es un libro tan singular como lo fue la vida de la autora, una existencia dedicada al alivio del sufrimiento de los enfermos y de todos los que sufren la pérdida de un ser querido.
Elisabeth Kübler-Ross supo desde muy joven que su misión era aliviar el sufrimiento humano. Y ese compromiso la llevó al cuidado de enfermos terminales. Mucho fue lo que aprendió de esta experiencia: vio que los niños dejaban este mundo confiados y serenos observó que algunos adultos partían, después de superar la negación y el miedo, sintiéndose liberados, mientras que otros se aferraban a la vida sólo porque aún les quedaba una tarea que concluir, pero todos hallaban consuelo en la expresión de sus sentimientos y en el amor incondicional de quien les prestaba oído.
A Elizabeth no le quedaban dudas: morir es tan natural como nacer y crecer, pero el materialismo de nuestra cultura ha convertido este último acto de desarrollo en algo aterrador. La rueda de la vida es un libro tan singular como la misma Elizabeth Kübler-Ross, una mujer que creía en el poder del amor incondicional capaz de guiarnos cuando abandonamos la tierra en busca del hogar definitivo: un remanso de paz y de luz.
su lema era: “No hay que temer a la muerte, la muerte no existe, es sólo una transición”.
La autora, al final de su vida (“este será, sin duda, mi último libro”) repasa su historia, desde su infancia en Suiza, donde estaba destinada a ser “una simpática y devota ama de casa” hasta su madurez en los Estados Unidos, convertida en una celebridad por sus
...