La abstienencia en el acompañamiento terapéutico

La abstienencia en el acompañamiento terapéutico

• Louisa Nicole Reyes

Un acompañante terapéutico se abstiene de aplastar con su propio deseo la posibilidad de descubrir lo que desea el paciente, así mismo el AT no impone su subjetividad, mediante concepciones o creencias de lo bueno o lo malo que el paciente debería o no de hacer. El AT es neutral ante las manifestaciones transferenciales del paciente.

El abstenerse para un AT puede no ser fácil, ya que los pacientes en ocasiones pueden no saber que quieren y les es más fácil esconderse tras el deseo del otro, esto dado a que los pacientes en ocasiones son impuestos a estar a merced a los deseos que otro tiene.

Entonces ¿por qué el acompañamiento terapéutico da espacio para que el paciente halle su deseo? Porque el AT esta presente de forma estable, habla, escucha y ve más allá de lo que los demás ven en un paciente, el AT ve a un semejante.

Además de la abstinencia en el acompañamiento hay otras formas en las que se puede encontrar la cura del paciente haciendo uso de la transferencia y de los vínculos que el acompañado le asigna al  acompañante y estos son el principal recurso para controlar la compulsión de repetición sabiéndolos manejar, sería ahí donde la transferencia crea un punto intermedio entre la enfermedad y la vida.

Si bien, aunque el AT aunque busca estar neutro ante todo, puede en casos únicos de abtenrserse de no decir nada como en el caso de que el paciente se ponga o esté en un peligro, es así como el acompañante como acto terapéutico no permitirá que el paciente haga algo que pueda dañarle.

Aveces como escribe Karina Chayan es aceptable anteponer la preservación física del paciente.

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