La formación del pensamiento crítico está

LA FORMACION DEL PENSAMIENTO CRÍTICO

Los profesores debemos formular preguntas a los alumnos que exploren su capacidad de pensar críticamente, preguntas que provoquen que los niños se responsabilicen por su pensamiento, preguntas que al hacerlas continuas el niño se familiarizará con ellas y tendrá el hábito de la reflexión.

La enseñanza directa de las habilidades para desarrollar el pensamiento permite a los niños tener oportunidad de centrarse en el pensamiento, en vez de hacerlo en el contenido.

Una vez que los alumnos se convierten en personas “pensadoras” estarán abiertos al aprendizaje motivados a su vez por el contenido.

Los niños deben practicar las habilidades adquiridas para asimilarlas y así poder transmitirlas al mismo tiempo que deben cerciorarse que la pongan en práctica en su vida diaria y de igual manera traten de reforzarla, afianzarla o corregirla.

La formación del pensamiento crítico está vinculada con la creación de capacidades para el aprendizaje permanente, la innovación y la creatividad genera mentes activas y científicas, habituando a los alumnos al ejercicio, razonamiento, el pensamiento lógico, la detección de falacias, la curiosidad intelectual, el saber y la solución de problemas.

Se trata de promover el hábito de cuestionarse y de proponer alternativas diferentes, de construir, y no tanto de destruir, de tal modo que al pensamiento crítico se le asocia indisolublemente con la capacidad creativa, pues para ser creativo se debe hacer uso de la intuición, la imaginación y el pensamiento divergente.

Así mismo, la formación del pensamiento crítico apunta hacia la formación de ciudadanos autónomos capaces de actuar y tomar decisiones con criterio propio, aspectos necesarios para la vida profesional y ciudadana en nuestras sociedades.

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