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“La locura de antes y de hoy”


Enviado por   •  15 de Marzo de 2016  •  Ensayo  •  2.481 Palabras (10 Páginas)  •  329 Visitas

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INSTITUTO DE ESTUDIOS SUPERIORES DE TAMAULIPAS

PSICOLOGÍA PLAN 2010

Psicopatología II

Mtra. María Luisa Fabian Balderas

“La locura de antes y de hoy”

Frida Isabel Díaz Orozco

17655

25-Enero-2016

Altamira, Tamaulipas

“La locura de ayer y la de hoy”

“El tranquilo sueño de la razón no dejará de generar monstrous”

-Michael Foucalt

El monstruo,  era esencialmente lo mixto, la mezcla de formas, defectuoso, lo que está en el límite de lo natural. Pero el desorden de la naturaleza –y de la sociedad fundida con la naturaleza– paso del "monstruo" a la figura del "anormal": monstruosidad, en vías de domesticación, será simplemente una irregularidad, y sobre todo una desviación.

Cuando escuchamos la palabra “loco”, entendemos extravagante, fuera de lo normal, “desviado”, este concepto de locura, tuvo una historia y concepción a través de los años hasta llegar a la Psicología de la anormalidad.

Este origen se remonta hasta las épocas más pretéritas en que ya existían sociedades más o menos complejas, se atribuía en un principio se le atribuía la locura a los dioses, en algunas culuras, otras en cambio, lo hacían con los demonios o fuerzas naturales, y fue este pensamiento el que dio lugar a las trepanaciones craneales las cuales  tenían objetivo el dejar salir los demonios que provocaban las enfermedades mentales.

Despues, a la locura se le dio una interpretación naturalista Hipócrátes (460 a. C. - 370 a. C.) con su teoría humoralista fue el primero en señalar el origen orgánico de las enfermedades mentales y realizó una clasificación de temperamentos en: sanguíneo, colérico, melancólico y flemático, que indicaban la orientación emocional predominante. Según Hipócrates, la salud dependía de la interacción y equilibrio de cuatro humores corporales (sangre, bilis amarilla, bilis negra y flema), el desajuste entre los humores se corregía mediante purgas. También Hipócrates propuso tres categorías de trastornos mentales: manía, melancolía y frenitis. Sorano de Éfeso amplió la clasificación hipocrática incluyendo la histeria (exclusiva de las mujeres, relacionada con trastornos uterinos) y la hipocondría.

Platón (429-347 a.C.), por otro lado consideró a los trastornos mentales, como éticos y de intervención divina y clasificó la locura en: profética, ritual, poética y erótica. Y fue  Asclepíades de Bitinia (124-40 a.C.) fue el primero en hacer una distinción entre alucinaciones, ilusiones y delirios.

Ya en la época romana, Galeno (429-347 a.C.) quien estudió el Sistema Nervioso Central y su relación con el funcionamiento mental, Además, empleó el término temperamento en latín, temperamentum, “mezcla proporcionada” para definir la combinación de cuatro sustancias fundamentales: caliente, frío, húmedo y seco. Asimismo dividió las causas de los trastornos psíquicos en orgánicos (lesiones en la cabeza, cambios menstruales) y mentales (temores, desengaños amorosos).

En la Edad Media existió un retroceso a la superstición que se vivía en el periódo del misticisismo vio sumamente influenciada por la religión; en esta época se distinguen dos periodos, el primero inicia en el siglo V donde el enfermo mental es considerado una víctima del diablo, sin embargo, a partir del siglo XIII el enfermo mental se considera culpable de su propia afección como castigo divino ante una supuesta vida pecaminosa o alianza con el demonio a cambio de poderes sobrenaturales. En esta época se asesinó a más de 100,000 personas acusados de brujería y actualmente se piensa que las víctimas pudieron ser personas afectadas por epilepsia y esquizofrenia principalmente. El pensamiento científico era clandestino y anónimo para evitar represalias.

No obstante, Alberto Magno (1193-1280) y Tomás de Aquino (1225-1274) tuvieron la noción en común de que el alma no era corruptible y que, por tanto, la locura era un trastorno de base orgánica.

Por otra parte, los árabes daban un trato humanitario a los enfermos mentales al imperar la idea de que eran personas escogidas por Dios para hablar por su boca.

En el Renacimiento, Paracelso (1493-1541) en su libro “De las enfermedades que privan al hombre de la razón” rechazó la demonología y habló de una “estructura” similar a lo que hoy se conoce como inconsciente en sus ideas sobre la etiología de la locura.

Entónces fue Johann Weyer (1515-1541) quien publicó “De Praestigiis Daemonum” donde hacía una crítica a la demonología y al “Martillo de Brujas” (manual de frailes dominicos inquisidores para la detección, examen y condena de brujas) el cual la iglesia censuró hasta el siglo XX; Weyer defendió la calificación de enfermos para los acusados de brujería y su trato humanitario. Los endemoniados pasan a ser pacientes.

Después, Burton (1577-1640) proponía causas psicológicas y sociales de los trastornos mentales.

Fue en el siglo XIX cuando surgió el manicomio de Charenton, en París, el cual albergaba unos 350 pacientes, vigilados por cerca de 50 enfermeros. No se separaba a los internados atendiendo a los trastornos que padecían; como consecuencia de ello, los melancólico o depresivos, que querían estar solos, eran acosados constantemente por los maníacosagresivos e hiperactivos. A los pacientes violentos se los golpeaba y encerraba, y todo aquel que molestase a los enfermeros era recluido en solitario  y en un húmedo sótano.

Sin embargo, las condiciones mejoraron cuando el gobierno francés se hizo cargo de la administración del manicomio en 1795. Hasta entonces, la ventilación y los servicios sanitarios eran prácticamente inexistentes. Casi ningún enfermero se molestaba en limpiar las paredes, barrer el suelo o lavar los orinales, los vasos y las vajillas. El agua potable escaseaba. No había suficientes sábanas para todos, y las mantas estaban sucias y raídas. Y se utilizaban practicas inhumanas como la hidroterapia. Este manicomio fue famoso por albergar al marqués de Sade por delitos sexuales

Y fue después de 12 años que lo trasladaron al “Bicêtre, Hacia 1792, sin embargo, cuando Philippe Pinel se hizo cargo de la dirección de Bicêtre, manicomio con las mismas condiciones del “Charenton” la actitud hacia los dementes ya había comenzado a mejorar. Pinel (1745-1826) considerado el padre de la psiquiatría moderna con sus obras Nosographie Philosophique y el Traite Medico-Philosophique de la Manie; clasificó los trastornos psíquicos en: melancolía, manía, demencia e idiocia. Además era un ferviente defensor de la humanización del trato a los alienados y entendía la enfermedad mental como el resultado de alteraciones anatómicas del cerebro, no funcionales. Por otro lado, en Alemania, Griesinger (1817-1868) en un esquema organicista, propuso que las enfermedades mentales son disfunciones del cerebro y también mencionó la etiología somática de ciertos problemas psíquicos.  En el siglo XIX la principal postura sobre la enfermedad mental intentó explicarse principalmente por un modelo orgánico-médico.  

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