La profesion de psicologo en el imaginario social

A raíz de lo investigado en distintas bibliografías y lo evidenciado a partir de las encuestas realizadas, nos surgen varios interrogantes acerca la definición y actividad de la profesión que nos concierne.

La manera en que se ve la Psicología será muy variada, ya que dependerá no solo de la subjetividad del entrevistado, sino también del entorno al que pertenezca, es decir, la misma pregunta va a ser respondida con diferentes matices por un profesional de la psicología, por un paciente de dicha actividad o por un sujeto que nunca acudió a una terapia, ni tiene posibilidad de hacerlo.

Probablemente dentro de estos estereotipos encontremos ciertas similitudes  en cuanto a las  creencias o mitos acerca de la profesión que concierne a este escrito.

Habrá opiniones rasas, que afirmen que los psicólogos son para “locos” o para las personas que no tienen otras preocupaciones como trabajar u ocuparse de su familia.

Muchas personas creen que el psicólogo está constantemente “psicoanalizando” a aquellos con los cuales interactúa en todos los ámbitos y cuando hablan en forma social con un psicólogo se “cuidan” de decir ciertas cosas por miedo a ser analizados. De esta manera también se ve claro la asociación coloquial que se hace de la psicología con el psicoanálisis.

Asimismo se suele asociar este campo de estudio a la utilización de test para medir el nivel de inteligencia o a la utilización de ellos para evaluar la personalidad y su aptitud para un trabajo o poder conducir.

Se suele relacionar a la psicología también en el ámbito de las enfermedades mentales casi reduciéndola a su aplicación clínica o confundiéndola con la psiquiatría.

También, dentro de las opiniones de aquellos quienes consideran o acuden a un psicólogo,  se piensa que éstos pueden “arreglar” la vida de quienes los consultan, es decir, se cree que el profesional de la psicología va a decirles qué tienen que hacer ante diversas situaciones. Atento a esto, muchas personas ante dificultades con sus hijos a nivel escolar o familiar, esperan que la psicología pueda resolverles estos problemas.

Lo positivo de esto, independientemente, de las apreciaciones individuales, es que la psicología es conocida, se habla de ella en varios ámbitos.  Es una ciencia que aunque relativamente nueva, ya que apenas hace menos de dos siglos nacía el primer laboratorio de psicología experimental con Wundt, se ha instalado y universalizado.

A mediados del S XX no había como lo hay hoy, conciencia pública de la psicología. Según nos relata (Yela M., 1980)

Por entonces, la frase “Le presento a usted a Fulano, Arquitecto” se  aceptaba sin más. No así la frase “Le presento a Zutano, Psicólogo”. Esta última provocaba cierta sorpresa; ¿Psicólogo?, y eso ¿con que se come? Hoy, no. Hoy la frase se entiende o sobreentiende. Todos, o casi todos tienen cierta idea del psicólogo. En muchos países los escolares o estudiantes consideran la psicología como una opción más entre otras profesiones y una buena porción de ellos la elige.

Y es que en amplia medida se han hecho universales la presencia del psicólogo y el influjo de la psicología. La cultura actual esta penetrada de expresiones y significados psicológicos. En la novela, y el teatro, en la poesía, el arte y el ensayo, abundan los términos de la ciencia psicológica, muchos de los cuales han pasado, incluso al habla popular de la vida cotidiana: test, cociente intelectual, reflejo, esfuerzo, complejo, inconsciente, represión…(P.113)

La psicología es conocida mayormente, por el común de la gente, por su campo de aplicación clínica.  Se le atribuye al psicólogo una entidad y confianza similar a la del profesional de las ciencias médicas.

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