Las Endorfinas
Enviado por alancin • 24 de Febrero de 2014 • 3.909 Palabras (16 Páginas) • 585 Visitas
Las Endorfinas
Las endorfinas son sustancias químicas producidas por el propio organismo estructuralmente muy similares a los opioides. Se calcula que hay alrededor de 20 tipos diferentes de endorfinas distribuidas por todo el cuerpo, parte de ellas están localizadas en la glándula pituitaria y son las encargadas de hacer posible la comunicación entre las neuronas, algunos ejemplos:
• La serotonina es una sustancia química cerebral directamente relacionada con la sensación de bienestar. Así, a niveles altos de serotonina, le correspondería un mayor nivel de felicidad.
• La dopamina es un neurotransmisor directamente relacionado con la estabilidad emocional. La recepción dificultosa de esta sustancia origina una larga lista de enfermedades relacionadas con el desequilibrio emocional y, por tanto, con la falta de una vivencia de bienestar.
• La melatonina es una hormona antioxidante que estimula y favorece el sistema inmunológico, aumenta la energía y la capacidad de esfuerzo físico, se relaciona con el control de la temperatura corporal y de los ciclos de vigilia-sueño. Se le atribuyen propiedades relacionadas con la sensación de bienestar, el retraso del envejecimiento.
Las endorfinas son péptidos (pequeñas proteínas) derivados de un precursor producido a nivel de la hipófisis, una pequeña glándula que está ubicada en la base del cerebro. Cuando hacemos deporte esta glándula es estimulada, produciéndose endorfinas en el organismo, las que van a actuar sobre los receptores que causan analgesia, además de producir un efecto sedante similar a los que genera la morfina, un opiode exógeno bastamente conocido por estas mismas propiedades. Es por esto que las endorfinas son consideradas nuestros opiodes endógenos, es decir producidos por nuestro organismo.
Los estudios demuestran que las endorfinas son capaces de inhibir las fibras nerviosas que transmiten el dolor, además de actuar a nivel cerebral produciendo experiencias subjetivas, que son sensaciones intensas, bien conocidas por los deportistas como son la disminución de la ansiedad y la sensación de bienestar. Además de la analgesia y sedación antes mencionada.
Estos químicos naturales producen una fuerte analgesia, estimulan los centros de placer del cerebro creando situaciones satisfactorias que contribuyen a eliminar el malestar y disminuir las sensaciones dolorosas. Cuando sentimos dolor las endorfinas actúan como analgésicos endógenos inhibiendo la transmisión del dolor al cerebro.
La endorfinas podrían llamarse también las moléculas de la felicidad, porque son las que permiten a las personas disfrutar de la vida, sentirse deleitados por muchas cosas y resurgir con facilidad de las crisis personales sin demasiadas cicatrices emocionales.
Las endorfinas son producidas por el organismo en respuesta a múltiples sensaciones, entre la que se encuentra el dolor y el estrés, también influye en la modulación del apetito, la liberación de hormonas sexuales y el fortalecimiento del sistema inmunitario. Cuando sentimos placer estas sustancias químicas se multiplican y envían mensajes a nuestro cerebro a los linfocitos y a otras células responsables de la defensa de virus y bacterias que invaden el organismo.
Las endorfinas tienen una vida muy corta ya que son eliminadas por determinadas enzimas que produce el organismo. Es una medida para mantener el equilibrio de nuestro cuerpo y no ocultar señales de alarma.
Curiosamente, las endorfinas tienen una estrecha relación con la liberación de ACTH, una de las hormonas que se liberan durante el estrés. En 1977 los doctores Roger Guillemin y Floyd Bloom del Instituto Salk establecieron que la ACTH y un tipo de endorfina, la beta-endorfina, se originan a partir de la misma proteína, llamada POMC.
Ambas sustancias tienen un comportamiento cíclico durante las 24 horas, en las que su liberación aumenta o disminuye dependiendo de la hora del día o las necesidades a las que está expuesto el organismo. Dentro del cerebro, las endorfinas buscan unirse a los receptores que están en las neuronas para transmitir sus mensajes químicos. Como resultado de la activación por el estrés o el dolor, las endorfinas se liberan y al unirse con los receptores producen efectos de euforia, depresión respiratoria, reducción de la movilidad gastrointestinal y analgesia.
En las membranas neuronales existen unos receptores específicos en los que se fijan las encefalinas. Al fijarse en estos receptores, las encefalinas ocasionan que el impulso nervioso transmitido sufra una disminución; por ello es que funcionan bloqueando el dolor, ya que impiden la llegada al cerebro de los mensajes que provienen de las diversas partes del cuerpo.
Los estudios que pretenden determinar las zonas del cerebro que se activan al experimentar alguna emoción no han podido dar resultados concretos. Lejos de localizar áreas cerebrales específicas que se estimulen con la experiencia emocional, la aplicación de nuevas técnicas como la tomografía por la emisión de positrones (TEP) para observar los cambios bioquímicos del cerebro, han permitido visualizar que cada emoción activa una cantidad importante de estructuras cerebrales.
De estos descubrimientos se desprende la importancia de la interconexión entre las neuronas y, concretamente, el papel de las sustancias químicas que la hacen posible transportando los mensajes relacionados con la experiencia emocional de unas a las otras, las endorfinas.
Un poco de Historia acerca de la investigación de las Endorfinas
A mediados de los años 60, Choh Li, de la Universidad de California en Berkeley, aisló una hormona a la que llamó B-lipotropina, y registró que una porción de ésta tenía propiedades analgésicas. Pronto el mismo grupo de trabajo de Hughes, del que antes hablamos, reconoció que la secuencia de péptidos de la encefalina estaba contenida precisamente en la B-lipotropina de Li. Fue el propio Hughes quien dio el nombre de endorfinas a estos péptidos semejantes a la morfina. Por cierto, el nombre significa "morfina interna".
El hallazgo de las endorfinas y los receptores de los opiáceos ha llevado a emocionantes descubrimientos en las neurociencias y generado un nuevo interés en el funcionamiento del cerebro y la conducta humana.
A pesar de que se sabe cómo funcionan químicamente las endorfinas, su papel en los procesos fisiológicos no está completamente entendido, pero aun así no dejan de llamar la atención las posibles relaciones entre las endorfinas y una sensación de bienestar o felicidad.
El amor y las endorfinas.
Esa cosa llamada amor tampoco se escapa de las endorfinas. Y es que esa gran emoción que sentimos y que nos hace volvernos locos tiene detrás una dinámica química en la
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