Las Neurosis

LAS NEUROSIS

Desde el punto de vista descriptivo, se refiere a determinado tipo de perturbaciones caracterizadas por una especial conjunción de signos y síntomas, físicos y psíquicos, estructurados en diversas combinaciones como neurosis de ansiedad, neurosis histérica, neurosis obsesiva, etc. En un mismo individuo pueden presentarse dos o más de ellas, aun cuando exista siempre un tipo de combinación dominante, así por ejemplo, en una neurosis obsesiva bien definida pueden presentarse algunos síntomas de neurosis histérica y viceversa.

Etiológicamente el término “neurosis” significa la existencia de un conflicto psíquico inconsciente que se expresa a través de las distintas combinaciones de signos y síntomas. Las reacciones neuróticas son la forma de responder a las excesivas tensiones de la vida y las tensiones internas que derivan de las relaciones insatisfactorias con los demás, ya sea como consecuencia de un defectuoso desarrollo psíquico en los primeros años de la infancia, ya sea como resultado de las frustraciones y luchas presentes alrededor de los temas esenciales de la existencia humana: sexualidad, ambición, celos, envidia, etc. Puede decirse que las reacciones neuróticas son fundamentalmente una patología de las relaciones interpersonales. Son la consecuencia del fracaso del fracaso del yo en llevar a cabo su labor de síntesis e integración en los tres distintos frentes en que ésta debe realizarse: los impulsos instintivos que provienen del ellos, las exigencias normativas y prohibitivas del súper yo y las presiones de la realidad externa.

El neurótico se siente asombrado ante sus propias ansiedades, inhibiciones, temores, ideas que se imponen, a su pensamiento en desacuerdo con el resto de su personalidad, impulsos que siente como verdaderos cuerpos extraños en su mente, etc. Sin que acierte a explicarse el porqué de estos extraños y molestos fenómenos.

En muchas ocasiones, la neurosis parece hallarse desencadenada por una situación de frustración, sufrimiento o decepción, como son los desengaños amorosos, los fracasos o dificultades profesionales, los cambios laborales, sociales o familiares intensos y bruscos, y, muy especialmente, por aquellos periodos de la vida que suelen llamarse críticos: pubertad, entrada de la edad adulta, matrimonio, menopausia en la mujer e inicio de la involución en el hombre.

S. Freud distinguió dos grandes grupos: el de las neurosis actuales, constituido por la neurosis de ansiedad y la neurastenia, y el de las psiconeurosis, formado por la histeria de conversión, la histeria de ansiedad, o neurosis fóbica, y la neurosis obsesiva.

El síntoma es un compromiso entre las fuerzas represoras y las reprimidas, en el intento del yo por mantener un mínimo de cohesión y armonía psíquica. Por tanto, en el síntoma se obtiene una satisfacción aunque parcial

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