Literalidad, Psicomitricidad Y Esquema Corporal.
Enviado por 105263 • 14 de Noviembre de 2012 • 1.110 Palabras (5 Páginas) • 1.378 Visitas
LATERALIDAD. (Del latín:. latus, lado, flanco). Sinónimo: *Dominancia cerebral; *dominancia lateral. (Fisiología, Psicología). Desigualdad funcional de las mitades derecha e izquierda del cuerpo. Los descubrimientos de la investigación psicológica y neurofisiológica muestran que las funciones cerebrales fundamentales para la actividad mo¬tora, la actividad sensorial y el lenguaje pre¬sentan una distribución asimétrica sobre los hemisferios cerebrales. La lateralidad no indica una predominancia uniforme de una mitad del *cerebro para todas las fun-ciones, sino una preferencia por la actividad de un hemisferio cerebral en unas ejecuciones específicas y del otro hemisferio en otras acti¬vidades diferentes. (Ver: Córtex; Dominancia Cerebral). La lateralidad puede ser siniestra, diestra y cruzada, se¬gún que exista primacía, cuantitativa o cualita¬tiva, del lado izquierdo del cuerpo, del lado de-recho o de partes y órganos de ambos lados del cuerpo (un caso de lateralidad cruzada es, por ejemplo, el niño que utiliza con mayor facilidad el ojo y la mano derechos, pero golpea el balón con el pie iz¬quierdo). Trastornos de la lateralidad. Falta de *maduración del *sistema nervioso, que se caracteriza por un re¬traso de la lateralización (proceso mediante el cual se establece la dominancia lateral para las distintas actividades). Como consecuencia de este retraso se pueden ocasionar trastornos del *esquema corporal, del *lenguaje, *dislexias, *disgrafias, *discalculias, etc. Para evitar estos trastornos es necesario fijar una dominancia neta. (Ver: Destroquinesia; Zurdera; Bilateralidad; Ambidextrismo). [C. G. A.]
PSICOMOTRICIDAD. (Del griego psyché, alma, y del latín: motor, que mue¬ve). (Psicología, Pedagogía). Este término hace referencia al dominio de los *movimientos de las diferentes partes del cuerpo, en cuanto que comporta o precisa un control coordinado de los elementos responsables. La p. conlleva en la mayoría de los casos una actividad volitiva, intencional. Progresa a me¬dida que el niño madura física y psíquicamente (Ver: Maduración), según unas etapas predecibles, normativas.
Así, del carácter rudimenta¬rio que adquiere en el recién nacido (durante el período fetal los movimientos son *reflejos), de¬bido a su inmadurez tanto neurológica como corporal, se pasa al dominio de los movimientos diferenciados, en los que interviene un amplio espectro muscular (andar, saltar...) y, final¬mente, a la utilización de músculos específicos, que implica un elevado grado de coordinación. Este es el caso de las *habilidades finas, tales como la realización de trabajos manuales, de la escritura, de vestirse solo y comer, control de *esfínteres, músculos faciales y, en general, de todas aquellas actividades que requieren des¬treza, con la utilización de los músculos meno¬res. Por último, estos movimientos coordinados se adaptan a las necesidades espaciotemporales que el niño capta gracias a su propia *imagen corpo¬ral (Ver: Esquema Corporal; Espacio-Temporal, Organización / Orientación). Durante los primeros años de la infancia, este desarrollo de las funciones motoras se realiza en estrecha dependencia con el de las funciones¬ psíquicas. La evolución intelectual del niño pue¬de medirse por el grado de desarrollo que ha al¬canzado su conducta motora. Con este objeto se utilizan los tests psicomotores, entre los que des¬tacan: la escala de desarrollo motor de Gesell, los tests de habilidad motora de Ozeretsky, la escala de madurez social de Vineland y la escala de inteligencia infantil de Cattell. En el desarrollo psicomotor, *la afectividad jue¬ga un importante papel, ya que, junto con el *tono, modela la *personalidad del niño en sus manifestaciones peculiares: *mímica, *actitu¬des, posturas, etc. El niño tiene que aprender a controlar sus
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